La agrupación La Territorial, comandada por dirigentes que no gobiernan sus distritos, se reagrupa para dar pelea por la conducción del PRO bonaerense. Durante un asado compartido el viernes, definieron la publicación de un comunicado para exigir que en las próximas elecciones partidarias “sean incluidas todas las voces y, sobre todo, las de los nuevos dirigentes”. El mensaje llegó sólo 24 horas después de que el presidente del espacio amarillo, el intendente con licencia Jorge Macri, asumiera en el gabinete de la Ciudad de Buenos Aires. La movida de los sin tierra, quienes militaron el desembarco de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires en tiempos de resistencia intendentista, tributa a la segunda etapa del Plan Canje de Horacio Rodríguez Larreta, que incluye la competencia del Colorado por la gobernación de Buenos Aires en 2023, sillón para el que también hay otros interesados dentro del espacio.
La misiva difundida post asado que lleva la firma de 17 excandidatos y excandidatas esconde también el pedido de representación en la mesa provincial de Juntos y en todos aquellos lugares de rosca que se extienden desde la Legislatura bonaerense hasta las mesas regionales en las que afirman tener influencia. Entre algunos de los más destacados se encuentran el exministro de Desarrollo Social Santiago López Medrano, que ofició de anfitrión de una carne a la estaca en las inmediaciones del predio de la Corporación Buenos Aires Sur; los legisladores provinciales Martiniano Molina y Alex Campbell, y el diputado nacional Alejandro Finnochiaro, entre otros. Se sintieron las ausencias de Lucas Delfino, Rita Salaverry y Segundo Cernadas, quienes tenían agendas en paralelo, pero también manifestaron respaldo a la postura política del encuentro.
“El partido no le pertenece a nadie, es de todas aquellas personas que lo componemos, por eso estamos planteando que, de cara al futuro, entre todos representemos de la mejor manera las distintas voces, de manera amplia y plural”, remarcó uno de los integrantes del espacio y aseguró que tienen “derecho a mostrar una nueva lógica de conducción basada en los resultados de las elecciones”. “Somos representantes de 17 de distritos y hemos aportado con un gran caudal de votos al triunfo de Diego Santilli. Por ese respaldo en las urnas es que queremos estar en la mesa de decisiones”, agregó el mismo dirigente.
La nueva avanzada de La Territorial sobre el partido beneficia al diputado electo Santilli en su búsqueda de posicionarse como candidato a gobernador de la oposición en 2023. Buena parte de la agrupación responde de manera directa a Rodríguez Larreta, principal interesado en que Santilli gane volumen político en el territorio donde se libra la madre de todas las batallas, compita por la gobernación y -así- tribute a su plan presidencial. La jugada implica presentar batalla a intendentes amarillos que también tienen intenciones de disputar el sillón que hoy tiene Axel Kicillof, entre los que se cuentan el propio Macri, Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Julio Garro (La Plata).
“No iba a ser gratis que Jorge cruzara el charco y quiera seguir conduciendo el partido de la provincia desde Uspallata”, dice una fuente con despacho en el gobierno porteño. El intendente de Campana, Sebastián Abella, ya había tirado la primera piedra: en septiembre había dicho a Letra P que Macri debía “renunciar a su cargo en el partido” y que aquellos que tenía “vocación” debían asumir esa responsabilidad. Esa postura, la ratificó en una reciente entrevista en La Nación este mismo viernes. “Que entregue el partido”, dijo.
El sello del partido en manos de alguien cercano y sin intenciones de disputarle la candidatura a gobernador le sumaría espesor a Santilli -hoy sin territorialidad- para una eventual disputa interna con el radicalismo en la elección del candidato de la alianza Juntos para intentar arrebatarle al peronismo el principal distrito electoral del país.