Mientras gestiona en la Ciudad de Buenos y hace ajustes para darle un reimpulso a los dos años que le quedan de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta cementa su camino a la Casa Rosada. Busca sumar a su equipo porteño a dirigentes de peso territorial, como el intendente de Vicente López, Jorge Macri, mientras refuerza su influencia en la provincia de Buenos Aires a través de la dupla que componen el diputado nacional electo Diego Santilli y su mano derecha y legislador porteño Agustín Forchieri. Ambos conformarán un tándem de armadores para el Plan Larreta 2023: el primero, en el plano nacional una vez que se ponga en marcha la gira por distintas provincias; el segundo, como parte del mismo esquema en territorio bonaerense.
Con la incorporación del intendente Macri, quien podría tener un cargo vinculado a la coordinación de las políticas públicas relacionadas al AMBA, tal vez como ministro de Gobierno con facultades especiales, el alcalde busca darle robustez a su gobierno y orden a la política interna del PRO, en tanto que, según supo este medio, la decisión de designar a Santilli como armador nacional y posible jefe de campaña de cara a 2023 y a Forchieri como parte del mismo esquema circunscripto en la provincia de Buenos Aires intenta cimentar el camino de Larreta hacia las elecciones presidenciales.
Darle volumen a la gestión porteña con incorporaciones bonaerenses y, a la vez, sostener los vínculos políticos con referentes de la provincia muestra la relevancia que tiene, para el proyecto del alcalde, el territorio que concentra el 40% del padrón electoral del país. Acaso por eso Santilli haya mantenido una agenda de recorridas luego del 14 de noviembre. Las actividades no fueron muy difundidas como en épocas de campaña, pero el Colorado estuvo en La Matanza, Morón, Tigre, Ituzaingó, San Fernando y Tres de Febrero, Quilmes, La Plata y Zárate.
Las recorridas son un acto de agradecimiento y, al mismo tiempo, un acto de apuntalamiento de figuras locales como Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó), Segundo Cernadas (Tigre) y Martiniano Molina (Quilmes), mientras que alimenta la relación con intendentes de la oposición y otros dirigentes. En paralelo, los encuentros con los demás actores de Juntos se dieron muchas veces en privado a través de Forchieri, que desde ahora oficiará como armador del plan Santilli gobernador que tributa, a su vez, al objetivo mayor de llegar a Balcarce 50. El vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires dejará su banca en diciembre y asumirá como secretario de Bienestar Ciudadano. Ocupará las oficinas que hasta hace pocos meses ocupó Santilli dentro del gabinete.
La dirigencia que transita a diario por los pasillos del edificio de la calle Uspallata también busca volumen político por afuera de Juntos para enfrentar al peronismo y advierte que la grilla de postulantes para 2023 no está cerrada. Quiere unas primarias en las que quepan no solo los intendentes Julio Garro (La Plata) y Néstor Grindettti (Lanús) o Emilio Monzó, sino sectores de derecha conservadora que fueron con otra boleta como José Luis Espert y Cinthya Hotton. Por supuesto, también Jorge Macri, aunque hay quienes especulan que su asunción en el Ministerio de Gobierno es, en realidad, la puerta de entrada a una disputa por la jefatura porteña en 2023.
“Tenemos que sostener la unidad que conseguimos y ampliar a otros partidos”, repiten en la usina santillista. Buscan un piso electoral del 40% y sueñan con el 50% para arrebatarle el poder al Frente de Todos (FdT).
Pese a eso, hay un acuerdo no escrito que pesa sobre todos: quien mida mejor será el candidato. El equipo de Santilli cree poder entrar con ventaja en esa recta final. Recuerda que, con su nombre, Juntos batió récord histórico con la cosecha de 15 bancas para la Cámara de Diputados, después de las 14 que lograron obtener Graciela Ocaña en 2017 y Cristian Ritondo en 2019. Analiza: aun con diez puntos menos de participación electoral, este año Juntos superó por más de cuatro la performance de los comicios de 2019. Por supuesto que logró buena parte de esos resultados gracias al respaldo de intendentes que hoy ya piensan en ser ellos mismos quienes encabecen una boleta.
Por los distintos protagonismos en la campaña es que todas las partes coinciden en que continuará la conducción política a través de una mesa colegiada. Santilli, en representación de Larreta, y los intendentes de mayor peso territorial como Macri, Garro, Diego Valenzuela y varios del interior como Ezequiel Galli y Guillermo Montenegro.
Esta cierta armonía interna producto de la horizontalidad quizá se transforme en un obstáculo en el mediano plazo, cuando tengan que negociar acuerdos clave con el oficialismo para iniciativas como el Presupuesto 2022 o el reparto de cargos en organismos como el Banco Provincia. Las disputas aún recordadas que se llevaron adelante durante el tratamiento del proyecto Fiscal e Impositivo a principios de 2020 son un ejemplo de ello, pero en la oposición insisten en que no hay futuro sin unidad.