TENSIÓN EN EL AMBA

Larreta habilita a su tropa para el "golpe por golpe" con el Gobierno

Bajó línea para responder cuando cuestionen o ataquen a la Ciudad. Quirós ya le respondió al Presidente. El antecedente detonador con Fernández y Kicillof.

Horacio Rodríguez Larreta clausuró la era de paz con Alberto Fernández y Axel Kicillof. A pesar de estar convencido de la necesidad de mantener el buen diálogo con el Presidente y el gobernador para la gestión compartida de la pandemia por coronavirus, el jefe de Gobierno quiere empezar a responder los dardos que lleguen a la Ciudad desde el Frente de Todos (FdT). En las últimas horas, hizo un retoque en el manual de buenas prácticas de vecindad: ordenó a sus funcionarios responder los cruces con el Gobierno y abre, así, una etapa de “golpe por golpe” para defender su gestión.

 

El límite y el tenor de las respuestas desde el larretismo hacia el Gobierno son claros: el ping-pong de declaraciones se cerrará en la gestión y, pese al reclamo público del expresidente Mauricio Macri, no será extensivo a la defensa de figuras de Juntos por el Cambio cuestionadas por el oficialismo. ¿Cómo mantener la etapa de buena vecindad, atada a la gestión de la crisis sanitaria y responder, a la vez, los agravios? ¿Cómo poner en marcha un despegue sin chocar? Esos enigmas recorren la cabeza del alcalde desde el 17 de julio, cuando puso en marcha el operativo despegue que, finalmente, tuvo que congelar por el agravamiento de los indicadores sanitarios.

 

La táctica es un punto de partida de Rodríguez Larreta para separarse del Gobierno y transitar el largo camino hacia 2021 y 2023, aunque siempre manteniendo la cordialidad en la gestión sanitaria. El despegue será quirúrgico, porque lo obliga a mantener la química exhibida en la administración de la crisis y trabajar en una separación que lo posicione como candidato presidencial del conglomerado opositor.

 

Pese a que muchos ministros festejan el quite de la mordaza, la táctica será golpe por golpe, por medio de los funcionarios aludidos y nunca saldrá el primero desde el gobierno porteño. Tampoco responderá el propio Rodríguez Larreta, que sigue los consejos de sus asesores, que le recomiendan siempre “delegar” la confrontación. El camino lo empezó el ministro de Salud, Fernán Quirós. A pedido del alcalde, cruzó a Fernández porque el Presidente insinuó que el gobierno porteño no atiende a pacientes afiliados a PAMI.

 

PAZ ARMADA. Luego del anuncio de prórroga de cuarentena que compartió con Fernández y Kicillof el 24 de mayo, Rodríguez Larreta volvió furioso a su casa. Esa noche el gobernador cuestionó "el deteriorio" de la saluda pública que le legó la gestión de María Eugenia Vidal. En el anuncio previo, Fernández dividió entre opositores "responsables" y "los que tuitean", en obvia alusión a referentes de Juntos por el Cambio que atacan constantemente al Gobierno.

 

 

 

Para no romper el escenario de paz, el jefe de Gobierno defendió al expresidente y la exgobernadora pero sin hacer alusión al Presidente y el gobernador. Los dichos de Fernández y Kicillof se dieron en el marco de un estado de beligerencia total entre Juntos por el Cambio y el oficialismo.

 

Después del anuncio en el que el Gobierno criticó a Macri y Vidal en la cara del jefe de Gobierno, todo cambió. Ni Fernández ni Kicillof hicieron alusión a la oposición en términos personales y tampoco se refirieron al gobierno de Cambiemos con Rodríguez Larreta a su lado. El jefe de Gobierno destinó la primera semana de junio, previa al anuncio tripartito del 4 de junio, para comunicarles a ambos gobernantes que no lo toleraría. En sendos mano a mano con el Presidente y el gobernador les pidió bajar los ánimos y enfriar la tensión, latente y sostenida, entre ambas coaliciones.

 

Ese acuerdo de paz se mantuvo en todos los anuncios que compartieron en la Quinta de Olivos. Sin embargo, las críticas del oficialismo hacia Juntos por el Cambio y el gobierno porteño se trasladaron a entrevistas periodísticas, actos y las redes sociales. Ahora, la delgada línea que divide comentario de cuestionamiento se desdibujó totalmente. El fin de semana, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, cruzó a Rodríguez Larreta por la represión a manifestantes durante la desconcentración de la marcha por el aniversario de la desaparición de Santiago Maldonado. La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se hizo eco de la publicación y el bloque de legisladores del peronismo porteño bombardeó al jefe de Gabinete, Felipe Miguel, con preguntas sobre el accionar de las fuerzas de seguridad.

 

 

 

Horas después del hecho, el vicejefe de Gobierno y titular del ministerio de Seguridad porteño, Diego Santilli, se comunicó con su par nacional, Sabina Frederic, para dar su versión. El larretismo dice que “sofocó el ataque de manifestantes encapuchados” hacia efectivos de la Policía de la Ciudad. En los vídeos que circularon en las redes sociales se comprueba el accionar represivo de los uniformados. La Casa Rosada no pidió más detalles.

 

La UTA decidirá la suerte del paro de Pablo Moyano
Julio Cobos, diputado de la UCR.

También te puede interesar