PLANO CORTO | FERNÁN QUIRÓS

Político por emergencia

Sin paso por el PRO ni el gobierno, la tormenta forzó al ministro de Salud porteño a hacer un curso acelerado de fogueo y exposición 24x7. Del Hospital Italiano a la coordinación con Ginés y Vizotti.

En 2015, cuando Horacio Rodríguez Larreta lo propuso como ministro de Salud de la Ciudad, la tropa PRO, incluido el entonces presidente Mauricio Macri, festejó. Fernán de Quirós, con 30 años de trayectoria en la medicina y al frente del Hospital Italiano, era un viejo conocido del gobierno porteño. Pese a su nula experiencia política y a no ser parte del ecosistema amarillo, tenía un contacto fluido con la administración macrista. La postulación chocó de frente con la postura de los médicos municipales, que vetaron su llegada a la cartera sanitaria. Cuatro años después, la historia es otra: pasó el filtro de quienes lo habían bochado, asumió como ministro y, producto del avance del coronavirus, se vio obligado a dejar atrás su bajo perfil y a hacer un curso acelerado de fogueo político y exposición.

 

Fernán González Bernaldo de Quirós, “Fernán” o “Quirós” para el larretismo, es un metódico que prefiere presentarse como un técnico especialista en medicina interna sin interés en la política. Al menos eso acordó con Larreta cuando selló su pase definitivo a la función pública, luego de tres décadas en el sector privado. Pero su estrategia dio un vuelco ante el avance de la pandemia y empezó a cobrar protagonismo, acompañado por un incremento de su figura en medios de comunicación y un diálogo directo con su par nacional, Ginés González García, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.

 

“Ponete a disposición”, le pidió Rodríguez Larreta en el prólogo de la expansión del COVID-19 y tras conocerse el paciente uno en la Argentina, un hombre que provino de Europa y cuenta con domicilio en la Ciudad de Buenos Aires. Con el correr de los días, se incrementaron los casos y la coordinación entre la Casa Rosada y la Jefatura de Gobierno: Quirós y González García chatean a diario, al igual que Alberto Fernández y el alcalde porteño.

 

Hace semanas que dejó su tradicional jornada de running matinal y modificó su rutina. Sigue llegando al Ministerio de Salud porteño, ubicado en Parque Patricios, a las 8, pero ahora incrementó sus visitas a la nueva sede del Ejecutivo porteño de Parque Patricios y a la antigua, la de Bolívar 1, producto de las innumerables reuniones para informar sobre el minuto a minuto de la pandemia.

 

 

Quirós, Ginés y Vizzotti informaron el primer caso de coronavirus (FOTO: Santiago Filipuzzi)

 

 

En alerta permanente y conectados por WhatsApp, Larreta y Quirós acordaron hablar presencialmente dos veces por día: se reúnen por la mañana y por la tarde. A veces se suman el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Felipe Miguel. Quirós se mueve con el subsecretario de Planificación, Daniel Ferrante, mano derecha y virtual viceministro.

 

 

 

El curso acelerado de Quirós incluyo un desembarco urgente en los medios de comunicación, aunque es de los pocos funcionarios que no precisó coaching para hablar ante las cámaras de televisión y, en el ala comunicacional del larretismo, le celebran su "paciencia explicativa". De un día para otro, el ministro porteño hizo un raid mediático para informar el estado de situación, apalancado por el alcalde y munido de la información que día por día analiza con sus infectólogos de confianza, que integran el comité de crisis.

 

Quirós escuchó el mensaje de Fernández desde un set de televisión. El detalla del anuncio se lo había anticipado, minutos antes, Rodríguez Larreta, que flanqueó al Presidente al momento de la presentación de la cuarentena obligatoria hasta el 31 de marzo. Lo que anunció el Gobierno es lo que se acordó con los gobernadores, pero también lo que la Casa Rosada y la Jefatura de Gobierno estudiaban conjuntamente hace días. Algo que ambos gobiernos resumen en una idea: para no generar pánico social, la estrategia fue "subir un escalón cada día". Primero se sugirió el teletrabajo y el resguardo en los hogares y luego, con el foco en la prevención y el retraso en la propagación del virus, Fernández y los gobernadores decretaron extremar el aislamiento.

 

 

 

Larreta quería en su gobierno a Quirós desde hace años. Se quedó con las ganas en 2015, pero lo trataba desde antes de ser electo y, tiempo después, se lo recomendó a María Eugenia Vidal para que coordine, como asesor externo, la distribución de de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) en la provincia de Buenos Aires. 

 

Quirós llega al PRO empujado por Roberto Gigante, que se atendía en el Hospital Italiano. El ex ministro bonaerense, como reveló el periodista Ezequiel Spillman en Perfil, lo acercó a Macri y Rodríguez Larreta en 2008, en tiempos en que el PRO atravesaba una crisis por la compra de insumos hospitalarios. Quirós diseñó un plan, se lo presentó a la cúpula del PRO y al entonces ministro de Hacienda, Nestór Grindetti, y luego siguió su camino.

 

Aunque se mantuvo cerca, no pegó el salto al gobierno hasta que Larreta le pidió que se acercara un poco más. En 2015 intentó que sea ministro y no pudo, pero por pedido del jefe de Gobierno siguió vinculado a la gestión. Desde allí, tendió puentes con los médicos municipales y, tras años de consultas y reuniones en Pizza Cero, el jefe de Gobierno lo volvió a convocar en 2019. Ya no hubo veto y Quirós asumió como ministro.

 

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