El dólar tocó los 30 pesos, el riesgo país perforó los 600 puntos básicos y la Bolsa volvió a caer. En otro viernes de máxima tensión para los mercados y la economía argentina, el presidente Mauricio Macri buscó calmar los ánimos y contó con el apoyo del peronismo, que, en sus distintas versiones, se repartió entre la prudencia y algunos gestos de respaldo, en medio de una profunda preocupación.
Los encargados de transmitir apoyo explícito fueron los gobernadores del peronismo, que ya empezaron las conversaciones para la aprobación del Presupuesto 2019, proyecto que el Gobierno enviará el Congreso en septiembre. "El espíritu no es generar trabas, sino trabajar para que no existan las sorpresas y haya equidad. Estamos dispuestos a dar herramientas", dijo el chaqueño Domingo Peppo.
"Más allá de las diferencias que tenemos con el gobierno nacional, debemos ayudar para que las cosas salgan lo mejor posible. Es un momento delicado de la Argentina en el que tenemos que ser más prudentes que nunca. Vamos a seguir colaborando”, remarcó Juan Manuel Urtubey durante su visita a Río Negro, donde estuvo junto al gobernador Alberto Weretilneck.
En la misma línea se expresaron el cordobés Juan Schiaretti y el entrerriano Gustavo Bordet, que aseguraron que todas las fuerzas políticas trabajarán para reducir el déficit fiscal y para que el Gobierno pueda cumplir con las metas que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Bordet recibió en su provincia a Macri, que intentó calmar a los mercados y prometió que Argentina "va a cumplir" con los objetivos. Los gobernadores que responden al oficialismo Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza) también salieron a reforzar el mensaje. En tanto, desde Italia, donde viajó para tender puentes comerciales, el tucumano Juan Manzur siguió “con preocupación” la escalada del dólar.
En un segundo plano y en silencio, el kirchnerismo y Sergio Massa siguieron con preocupación los movimientos del mercado. El líder del Frente Renovador mantuvo reuniones durante todo el día con referentes de su equipo económico y analizó los números junto a Marco Lavagna, José Ignacio de Mendiguren y Aldo Pignanelli. “El peor equipo de los últimos 50 años chocó la calesita”, dijo el ex presidente del Banco Central, el vocero designado por Massa para analizar la situación ante los medios.
“Hay que saber cómo se mueven los intereses mundiales y hay que anticiparse a los hechos; no podés esperar a que el tsunami te pase por encima y eso es lo que está pasando hoy en la Argentina. Realmente llama la atención el amateurismo de quienes integran el equipo económico", agregó Pignanelli.
Siguiendo la línea que viene marcando desde hace tiempo Cristina Fernández de Kirchner, el kirchnerismo evitó salir a tensar el clima. Solo el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, hizo una breve mención a la situación desde su cuenta de Twitter. “El problema no es el dólar, es el modelo. Deuda, desregulación y fuga lo hacen insostenible. Mientras tanto, en la economía real, recesión, inflación y despidos”, dijo.
En el entorno de Cristina creen que el kirchnerismo debe mantener el perfil más bajo posible en momentos de crisis para evitar que la sociedad lea que hay algún tipo de aprovechamiento político.
Mientras, distintos actores del peronismo federal remarcaron que están “a disposición del Gobierno" para “colaborar” con propuestas “superadoras" y aseguraron que el espacio “no le va a echar nafta al fuego”, aunque mostraron una profunda preocupación por el rumbo económico.