Ya lejos de la explosión de diciembre cuando, reforma previsional mediante, se transformó en un polvorín, el Congreso recibirá este jueves al presidente Mauricio Macri, quien dará un discurso ante la Asamblea Legislativa, en la apertura del 136° período de sesiones ordinarias. Mientras que el oficialismo lo espera alineado, después de la intervención del propio mandatario para calmar las internas, la oposición promete dar muestras de descontento con la marcha del Gobierno.
La vicepresidenta Gabriela Michetti será la encargada de abrir la Asamblea Legislativa a las 10, una hora antes de que el Presidente pronuncie su discurso. Michetti estará acompañada por el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el vicepresidente provisional del Senado, Federico Pinedo.
Como ya es un clásico en la Asamblea Legislativa, en el recinto habrá carteles en las bancas opositoras con distintos reclamos. La izquierda ya adelantó que protestará por los despidos en el Hospital Posadas y el salario docente, además de reclamar por el aborto legal, seguro y gratuito.
La interrupción voluntaria del embarazo será uno de los temas incluidos en el discurso del primer mandatario. El lunes, el Presidente recibió a los diputados y senadores de Cambiemos en la Quinta de Olivos y los alentó a dar “un debate serio” sobre el aborto, a la vez que aprovechó la ocasión para terminar de calmar las aguas del interbloque, agitadas luego de la reforma previsional de diciembre y los traspiés que tuvo el Gobierno durante el verano, como el escándalo que tuvo como protagonista al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, la denuncia que le costó el cargo al ex subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan y el affaire Chocobar, entre otros temas.
Como publicó Letra P, la baja en las encuestas generada por esos episodios golpeó la relación de Cambiemos con la oposición y hasta generó ruido dentro de la propia alianza oficialista, donde también se sumó el manifiesto descontento de Elisa Carrió y parte del radicalismo por el manejo del Gobierno en la causa AMIA.
La Casa Rosada se encargó de contener las protestas en la reunión que mantuvo con los jefes de las bancadas de Cambiemos en Balcarce 50, el encuentro del Presidente a solas con el radicalismo y, finalmente, la convocatoria a todos los legisladores el lunes 26, en Olivos.
El kirchnerismo, en tanto, aún no definió cuál será su estrategia. El bloque compartirá un asado de camaradería este miércoles por la noche en la sede del PJ nacional de la calle Matheu. Por pedido del presidente de la bancada, Agustín Rossi, también se reunirá el mismo jueves a las 9 de la mañana en las oficinas del tercer piso del Palacio. Allí los diputados terminarán de definir si llevan un reclamo al recinto y qué harán durante el discurso presidencial.
Como adelantó Letra P, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió quedarse hasta el fin de semana en El Calafate y no participará de la Asamblea Legislativa. Su hijo, el diputado Máximo Kirchner, tampoco se sentará en su banca para escuchar al Presidente.
El resto de la oposición está a la expectativa. El oficialismo empezará a sondear si cuenta todavía con la ayuda del peronismo dialoguista, mientras que el massismo define si se deja empujar hacia la sociedad con el kirchnerismo. Los jefes de Cambiemos ya casi dieron por terminada la relación con el bloque que conduce Graciela Camaño y responde a Sergio Massa.
La merma en el número de diputados y algunas pérdidas a expensas del interbloque de los gobernadores corrieron al massismo del lugar que disfrutó durante los dos primeros años del gobierno de Macri, como árbitro de cada ley. Ese espacio quedó ahora ocupado por Argentina Federal.
Además de los diputados y senadores, en el recinto habrá también invitados especiales, entre los que se cuentan gobernadores – hasta ahora solo 11 mandatarios provinciales confirmaron su presencia – y ex presidentes. La lista de invitados incluye desde la ex presidenta María Estela Martínez de Perón hasta Cristina. Por ahora, el único que confirmó su presencia es el ex presidente Eduardo Duhalde. Se descuenta que Carlos Menem, que tampoco estuvo este miércoles en el Senado, no concurrirá.
El acceso al Palacio también estará restringido para los empleados legislativos y jefes de prensa de los diputados. Las autoridades de la Cámara resolvieron dar asueto a los trabajadores y limitar la entrada al Salón de los Pasos Perdidos, donde este miércoles ya estaba instaladas las vallas que arman el pasillo por el ingresará el Presidente.