Crisis penitenciaria

"Amontonados y no liberados”, la doctrina Ritondo que enmarca el trágico motín

Con esa “preferencia”, el ministro de Seguridad de Vidal justificó hace poco la superpoblación carcelaria, en cuyo contexto se produjeron las muertes en Esteban Echeverría. El antecedente Pergamino.

“Prefiero a los delincuentes amontonados y no liberados”, sostuvo en septiembre pasado el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, al ser consultado sobre la capacidad de las cárceles y comisarías para alojar presos en un contexto de creciente superpoblación. Dos meses después de esas declaraciones, que cosecharon cuestionamientos del ámbito político y judicial, un motín y posterior incendio en la comisaría 3º de Esteban Echeverría causó la muerte de cuatro detenidos.

 

Se trata de la segunda tragedia de estas características durante el gobierno de María Eugenia Vidal. La primera ocurrió en marzo de 2017 en Pergamino, cuando un incendio ocasionado en la comisaría de esa localidad del norte bonaerense provocó la muerte de siete internos. En tanto, en enero de este año, las luces de alarma volvieron a prenderse con un motín con toma de rehenes en una dependencia policial de Merlo.
 

 

 

En su último informe, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) contabilizó la existencia de 45 mil personas detenidas en territorio bonaerense, cifra que representa un 91% de sobrepoblación en institutos penitenciarios y un 197% en comisarías.

 

En mayo pasado, Ritondo y su par de Justicia, Gustavo Ferrari, habían sido convocados a una audiencia convocada por la jueza en lo Contencioso Administrativo Ana Ventura Martínez para buscar una solución a la crisis penitenciaria. Sin embargo, los ministros optaron por ausentarse y derivar el tema a segundas líneas que no llevaron al encuentro plan de gestión alguno. Ya en agosto, Ferrari también se ausentó a una citación de similares características realizada por el magistrado Eduardo Eskenazi.
 

 


Sin un plan concreto a pesar de los sistemáticos requerimientos judiciales y de organismos, Ritondo se enfoca en minimizar la problemática haciendo uso de la doctrina del mal menor: “Prefiero que en un lugar que tiene que haber 15 presos haya 30, pero que esos 15 no estén delinquiendo”, remarcó.

 

En esa línea, trasladó al Poder Judicial la problemática por el hacinamiento: “Si bien tenemos la política de sacar de la calle a la mayor cantidad de delincuentes, nosotros no somos quienes disponemos dónde deben ser alojados, sino la Justicia”. Con esa postura, que marca a su vez la manera en que el Ejecutivo bonaerense encara el tema, la sobrepoblación no solo persiste, sino que sigue sumando episodios trágicos con el ocurrido en las últimas horas en Esteban Echeverría.

 

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