Lejos de revertirse el escenario de crisis, durante la administración de María Eugenia Vidal se alcanzó un “récord de personas detenidas, sobrepoblación, hacinamiento, tortura y muerte”. Así lo detalla la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en su Informe Anual 2018 denominado “El sistema de la crueldad XII, sobre lugares de encierro, políticas de seguridad y niñez en la provincia de Buenos Aires”, el cual fue presentado este viernes en el anexo del Senado bonaerense. Con 45 mil personas detenidas, un 91% de sobrepoblación en cárceles y un 197% en comisarías, estas cifras superan el récord que en materia de hacinamiento carcelario ostentaba la gestión de Carlos Federico Ruckauf.
La presentación de este informe comenzó con un video en el que se denunciaron “las sistemáticas violaciones a los derechos humanos y el colapso del sistema penal que exigen reformas estructurales de manera urgente” en la provincia. Todo ante la atenta mirada adusta del ex secretario de Legal y Técnica vidalista y actual procurador General bonaerense, Julio Conte Grand, sentado en la primera fila del salón donde se desarrolló la actividad, muy cerca del juez más incómodo para Cambiemos: Luís Arias, quien atraviesa por estos días un proceso de jury catalogado como “arbitrario” por la CPM.
Conte Grand, mientras mirada el video de la CPM donde se castigó la política penitenciaria de Vidal. Asiento de por medio, el juez Arias (Foto: AG La Plata).
“El récord de 45 mil personas detenidas en la provincia de Buenos Aires no sólo revela un récord histórico: muestra el vertiginoso crecimiento que tuvo la tasa de encarcelamiento en los últimos dos años. Es la consecuencia de una política criminal que extrema la persecución y captura de los sectores más pobres de nuestra sociedad, avalada y consentida por todos los poderes del Estado y gran parte de la dirigencia política. Aunque no es nueva, sus consecuencias son cada vez más dramáticas”, advirtieron desde la CPM.
Durante 2017 el organismo defensor de los Derechos Humanos registró más de 160 personas que murieron en cárceles provinciales y 22 en comisarías, la mayoría por causas vinculadas a la desatención de la salud. Los casos registrados de tuberculosis crecieron exponencialmente: de 187 en 2016 a 436 en 2017. “Pese al estado sanitario crítico, la Provincia se niega a que la Dirección de Salud Penitenciaria -hoy bajo dependencia del Ministerio de Justicia- pase a depender del Ministerio de Salud”, apuntaron.
“ESTO NO VA”. En rueda de prensa previo a la presentación del informe, el titular de la CPM, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, subrayó: “Lamentablemente con este Gobierno la situación ha empeorado muchísimo, han aumentado las detenciones, ha aumentado también el deterioro edilicio y las condiciones, transformando las cárceles en depósitos humanos, donde nadie puede salir de ahí bien”.
“Mientras no haya políticas sociales adecuadas, esto va a ir empeorando”, advirtió Pérez Esquivel para arremeter: “En lugar de invertir tanto en policías, vigilancia, hay que aplicar políticas sociales y tratar de revertir esta grave situación. La situación de las comisarías también hay que modificarlas y espero que este informe sea visto, analizado y profundizado por las autoridades y también por la sociedad”.
Aunque admitió que el organismo mantiene “relación con el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón”, el presidente de la CPM sostuvo que el hacinamiento, la tortura y las muertes en cárceles y comisarías “es un problema que la Provincia tiene que tomar en su integridad, no es cuestión de poner remiendos en esto. Son políticas estructurales que deben modificarse.
Ante la consulta de Letra P sobre si tuvo alguna incidencia positiva la reforma en el sistema penitenciario anunciada por Vidal hace dos años, Pérez Esquivel subrayó: “Muy pocos los avances. Hay un deterioro muy fuerte en la actualidad y un aumento poblacional que hay que resolver de otra manera porque no es cuestión de construir más cárceles, es cuestión de ver las políticas sociales para reducir los índices. Porque la mayoría de los presos son pobres. Ahora, ¿cómo se resuelve esto? ¿Con más pobreza y represión, más control y más policías? Esto no va”.
MÁS QUE RUCKAUF. Por su parte, el coordinador de la CPM, Roberto Cipriano García, observó que la saturación de los territorios con policías, sumado al reciente anuncio de intervención de las Fuerzas Armadas en asuntos internos “lo que se produce son más violaciones de los Derechos Humanos”.
Y ahondó: “La Policía sigue atrapando a las cadenas delictivas pequeñas, a las más débiles, no al delito complejo. Eso lo que viene provocando es una presión muy fuerte sobre el sistema penal, una prisionalización muy grande, 45 mil personas detenidas tenemos hoy en la provincia de Buenos Aires, un récord absoluto. Tenemos los índices de crecimiento interanual más grandes de la historia de provincia, hasta el momento el récord lo ostentaba Ruckauf, estamos hablando de la crisis 2000-2001. Vidal acaba de superar los índices de Ruckauf. En la prisionalización del año pasado ingresaron 4500 nuevos detenidos al sistema y eso, con las mismas plazas penitenciarias, las mismas plazas en comisarías, genera sobrepoblación, hacinamiento”.
“DISCURSO FALAZ”. Al advertir que “el discurso de la provincia es un discurso falaz”, Roberto Cipriano García aseveró que se trata de “un discurso que dicen que están haciendo una gran transformación en el sistema penitenciario, en la Policía, y la verdad que eso no es cierto. Lo que están haciendo es profundizar un modelo que no es nuevo en la provincia, que son las políticas de mano dura, de sobre-encarcelamiento. Se inicia con Ruckauf. Lo que hace la provincia es meterse en ese callejón sin salida y acrecentar la cantidad de población encerrada. No sólo no ha habido mejoras, sino que se han agravado a pasos agigantados toda esta situación y el contexto”.
Abordado por Letra P sobre la situación que se vive en cárceles en materia de alimentación y condiciones de alojamiento, Cipriano García graficó: “Calculá que tenés 20 mil plazas en las cárceles de la provincia de Buenos Aires y tenés hoy 41 mil personas detenidas, es más del doble de la población que puede albergar ese sistema. En las comisarías tenés mil camastros y 3200 personas alojadas. Entonces, los Institutos de Menores y Centros Cerrados pasa lo mismo: tenés sobrepoblación. No hay forma. Olmos es una cárcel construida para 800 personas. No sólo es vieja, sino que hoy tiene 2600 personas, entonces la instalación eléctrica revienta, las cañerías explotan, las cloacas rebalsan, no puede funcionar el lugar de esa manera”.