La batalla que se libró en el marco de las elecciones internas de la UCR porteña entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau terminó con festejo para el ex embajador. El sector oficialista en el partido, comandado por Enrique Nosiglia y Emiliano Yacobitti, principales padrinos de la carrera electoral del diputado del bloque Social Demócrata, aplastó a la alianza entre Daniel “el Tano” Angelici y Radicales en Cambiemos, alineados con el jefe de Gobierno porteño.
El oficialismo radical, enfrentado al PRO de Rodríguez Larreta, mantuvo la presidencia de las 15 comunas, la mayoría en los delegados comunales y casi el 70% de la representación en la Convención Capital, el órgano que definirá al próximo presidente del partido a nivel local, posiblemente el próximo 19 de diciembre, a cuatro días de que la Convención Nacional elija a sucesor de José Corral como presidente del partido.
Esa fecha, según pudo saber Letra P, sería la elegida por la Mesa Directiva para convocar a los nuevos 135 convencionales a una asamblea en la que se votará al nuevo mandamás del radicalismo capitalino, que rechaza integrarse a Cambiemos a nivel nacional. “No habrá Cambiemos porteño si buscan una UCR mansa”, repiten allegados a Yacobitti.
Con el triunfo del domingo, en el aniversario de la llegada a la Casa Rosada de Raúl Alfonsín, el oficialismo puede imponer su mayoría y elegir las autoridades que desee. Por ahora, los nombres que se barajan para presidir el centenario partido en la Ciudad son, como adelantó Letra P en septiembre, María Maratea y Carlos Macchi, actual vicepresidente primero.
En las costas del radicalismo PRO aún imaginan la posibilidad de arribar a un acuerdo con el nosiglismo para votar a una autoridad “amigable” con el macrismo, con quien se pueda dialogar y transitar la compleja conformación de Cambiemos en el distrito en el que nació el sello PRO.
En su afán por vaciar de poder a Lousteau, el alcalde porteño decidió inmiscuirse en la interna del partido y acordó, meses atrás, una especie de entendimiento con Facundo Suárez Lastra y Jesús Rodríguez, caciques del espacio Radicales en Cambiemos. Rodríguez Larreta, aconsejado por su secretario General, Fernando Straface, y el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, apostó fuerte por este sector, que hace años estaba ausente de la vida política de la UCR local, tras ser expulsados por la conducción actual.
Durante la disputa, el presidente Mauricio Macri bajó la orden de “cuidar” Nosiglia, a quien conoce hace años. El garante fue Angelici, que también mantiene una excelente relación con el histórico operador radical, tal cual quedó demostrado en un evento de socios de Boca Juniors en el que coincidieron, para incrementar la furia de Elisa Carrió, principal aliada de Larreta en la cruzada radical.
El Presidente puso paños fríos a una interna que se preveía feroz, pero su intromisión desató el enojo de la chaqueña, que detectó cómo Macri pedía respetar el reclamo de Coti. Tras un llamado del jefe del Estado, se acordó la lista de unidad para el Comité Nacional y la disputa en cinco de las quince comunas.
Al filo del cierre de listas, el sector de Suárez Lastra decidió romper el acuerdo y retiró la candidatura del actor Luis Brandoni. Al actor le habían ofrecido el cuarto lugar, tras Nosiglia, Rafael Pascual y la angelicista Sandra Ruíz. Finalmente, en los asientos al Comité Nacional quedó evidenciado el acuerdo Nosiglia – Angelici, que adelantó Letra P.
Hubo interna en las comunas 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución), 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita), 13 (Belgrano, Núñez y Colegiales) y 14 (Palermo). En todas triunfó el oficialismo e incluso en el barrio de Palermo, donde Suárez Lastra fue como vocal y perdió 348 a 340.
El sector de Radicales en Cambiemos, al igual que Rodríguez Larreta, quedó golpeado con los resultados porque apuntaba, al menos, a una mayor representación política en la UCR local. Paradójicamente, la interna radical le genera un triunfo a Lousteau, recién afiliado al centenario partido.
El objetivo de Larreta no se agota en quitarle el principal colchón electoral a Lousteau. Sin nombrarlo, durante todo el 2017 trabajó para neutralizarlo. Le quitó aliados, convenció a la cúpula del PRO de privarlo de una interna y abrió la temporada de expulsión de todo aquel funcionario porteño ligado al economista. Sin embargo, la derrota de los radicales PRO se convierte en un revés en la estrategia desplegada por el larretismo.
Angelici, alejado hace años de la cotidianidad partidaria, también sufrió una dura derrota en la Comuna 4, que aglutina los barrios de La Boca, Parque Patricios, Barracas, Nueva Pompeya y donde concentra su poder territorial. Pero su jefe político es Macri y le cumplió: Nosiglia entró derecho a la Convención Nacional y no hubo interna por esos cargos, negociados entre el presidente de Boca Juniors y el ex ministro de Alfonsín.