Más allá de que en la marquesina electoral de este domingo la gobernación se lleva todos los flashes, la verdadera madre de todas las batallas se dará en la Legislatura provincial, que se proyecta como una pieza clave hacia el futuro de la política santafesina, de la gobernabilidad y la disputa de poder político. Además de la elección para suceder al gobernador Omar Perotti, se votará a través del sistema de boleta única de papel para renovar el pleno de sus dos cámaras legislativas: 19 senadores departamentales, y 50 diputados por distrito único.
La Cámara de Diputados y Diputadas se convirtió en una disputa de alta tensión, no sólo por lo pareja que se proyecta sino por todo lo que se juega allí, donde las proyecciones previas ubican a tres fuerzas disputando el primer lugar. La socialista Clara García, secundada por el exintendente santafesino José Corral, del sector pullarista, encabezará la lista de Unidos para cambiar Santa Fe que pretende, no solo tirar del mantel del gobernador Perotti, que encabezará la lista peronista, sino armarle una barricada en la influencia política.
Vale recordar que de las 50 bancas, el que gana al menos por un voto, se queda con 28, es decir, mayoría automática. El resto de los 22 diputados se reparten por sistema D’Hont. Por lo tanto no hay grises en la lucha.
¿Por qué es tan importante lo que se juega en esa cámara? Porque hay una disputa de poder en varios órdenes. En primer lugar porque de ese cuerpo dependerá parte de la gobernabilidad del mandatario. El propio radical Maximiliano Pullaro, una vez que ganó las PASO y se encaminó a ser el próximo gobernador, se enfocó en militar la lista a Diputados. Tener en su bolsillo la mayoría le garantizaría la aprobación de leyes para poner en marcha su plan de gobierno.
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El socialismo mantendrá la presidencia de Diputados en Santa Fe
Pero a la vez, de esa disputa depende la suerte de varios pesos pesados de la política provincial. Uno es el socialista Antonio Bonfatti, que si no logra la mayoría Unidos, difícilmente pueda ingresar por haber quedado en el puesto 14 de la lista. Otro caso es el gobernador que pretende ganar la elección y consagrarse presidente del cuerpo para ser el jefe de la oposición. Si no gana y queda en minoría, su peso político se verá reducido. Es que por más que logre una decena de diputados, la mitad no son perottistas puros y podrían armar su propio bloque.
Lo particular de la elección es que no es un mano a mano entre Unidos y el PJ, sino que se suma la figura de Amalia Granata que quedó en las PASO como la segunda más votada de manera individual detrás del gobernador y tiene posibilidades reales de seguir creciendo. Es decir, una real amenaza para Perotti, pero también para Unidos. Si sale tercera igualmente podría tener un bloque propio probablemente seis o siete diputados, aunque no todos responden a ella.
También juega mucho la enorme atomización en el reparto por D’Hont de la minoría, que son 22 diputados. La lista de Carlos Del Frade de la centroizquierda, del socialista díscolo Rubén Giustiniani, y del libertario Juan Argañaraz, podrían repartirse al menos dos bancas cada uno.
El Senado es otra historia que podría dar vuelta radicalmente, nunca mejor puesta la palabra. Es que, de repetirse los números de las PASO, Unidos encabezados por la UCR, podría quedarse hasta con catorce bancas -doce radicales, un socialista y uno de CREO- y el peronismo solo con cinco de la decena actual. Un cálculo de mínima que hacen en Unidos es que seguro lograrán quedarse con tres departamentos más que los actuales, con lo cual ya se asegurarían una mayoría de diez a nueve. Una tragedia para el PJ que desde 1987 es dueño del cuerpo legislativo conocido por su poderoso arbitraje político.
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Claro que los números cambiarán y se presume que el PJ levante en las generales. Igualmente, de repetirse los mismos resultados y que los ganadores de las internas se queden con todos los votos de sus rivales en las PASO, siete radicales se perfilan para renovar sus bancas sin contratiempos, hay cinco peronistas que la tienen muy complicada, otros tres que quedaron parejos y solo dos se encaminan a lograr su reelección con autoridad.