Sacó la selfie en la oficina de Javier Milei y se propone crecer en una provincia plagada de aliados del Presidente. En la UCR, nadie se sorprende.
Tucumán: Campero quiere jugar, pero choca contra la superpoblación mileísta y el escarnio radical
Mariano Campero en la Cámara de Diputados.
Mariano Campero quedó en el centro de la escena. Luego de la selfie en la Casa Rosada que anticipó la validación al veto de Javier Milei a la reforma previsional, en Tucumán todos siguen de cerca los movimientos del diputado radical que no se va del bloque que conduce Rodrigo de Loredo, pero expone su acercamiento cada vez más claro a “las ideas de la libertad”.
Señalado como uno de los más activos artífices del cambio de postura de cinco diputados radicales que votaron como aliados del oficialismo en la sesión del miércoles, Campero empieza a jugar su suerte en la discusión provincial, con varios frentes abiertos.
Ya creo su propio espacio, Cambia Tucumán, y ahora debe construir una referencia a partir de su sintonía con Milei y Patricia Bullrich en un escenario en el que La Libertad Avanza tendrá su sello oficializado y sus nombres propios peleando por un lugar en las disputas electorales en 2025 y más allá.
El oficialismo, además, tiene varios aliados de peso en Tucumán. El primero es el gobernador peronista Osvaldo Jaldo, que controla un bloque propio en la Cámara de Diputados y se fortalece en la provincia sosteniendo la banca entre la militancia peronista.
Este viernes, el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, avisó que el armado libertario para el año que viene dependerá del Presidente y de sus escuderos designados para defender el sello del oficialismo, que también tendrá su versión tucumana. La Libertad Avanza tendrá su lista propia y el marco de alianzas que se abra a partir de ese espacio será uno de los temas a discutir en el marco de la estrategia nacional y de las disputas territoriales.
En el radicalismo tucumano señalan que fue el propio Catalán quien, días después de la aprobación de la nueva forma de movilidad jubilatoria, reprochó a Campero el voto que finalmente modificó el miércoles. Sin embargo, el posicionamiento del diputado díscolo no sorprende en el partido centenario. Lo cuestionan por “aportar al descrédito de la política”, pero le restan valor de cara al debate interno.
Recuerdan que el diputado Roberto Sánchez, titular de la UCR provincial y último candidato a gobernador del espacio, sacó 200 mil votos más que Campero en 2023 y destacan que el exintendente de Yerba Buena fue el protagonista de la primera derrota ante el bussismo en casi dos décadas. “¿Qué tipo de representación puede tener para plantear el debate?”, señalan en la provincia del Norte grande para dar cuenta de la posición minoritaria del diputado en la conversación tucumana.
Reconociendo el debate, quienes cuestionan a Campero advierten que “lo reprochable” ni siquiera es el voto en contra de la reforma, sino la exposición de un cambio de postura que desnuda otros intereses en el horizonte. “Campero habló en defensa de un proyecto que había sido presentado por el partido y, un par de semanas después, encabezó los discursos por su rechazo”, describen y acusan al diputado de repetir un mensaje que no se condice con el debate actual.
“Echa mano a un discurso antikirchnerista para terminar defendiendo lo mismo que hizo Cristina con el 82% móvil”, espetan y sacan a relucir el pasado todista de Guillermo Francos y Daniel Scioli. Además, destacan que el radical que dice querer crear una alternativa en la provincia vota en sintonía con los diputados de Jaldo.
En medio de todos los reacomodamientos, Campero queda prácticamente afuera de la discusión en el seno de un partido radical que atraviesa un momento de organización interna que abre líneas de debate respecto de los pasos a seguir.
Allí es donde la selfie de Campero cobra un mayor valor para pelear espacios a la derecha del espctro político con otros sectores cercanos al oficialismo como el PRO, la Fuerza Republicana de Ricardo Bussi e incluso algunos sectores del peronismo local. “Todos los que quieran acompañar las ideas del Presidente serán bienvenidos”, dijo el tucumano Catalán en una entrevista que brindó en su provincia, repitiendo uno de los mantras instalados por Milei durante la campaña para el ballotage, donde empezó a chocar de frente con su propia prédica anticasta.
Como lo viene haciendo en el resto del país, el oficialismo acelera el trabajo para reunir las fichas necesarias y oficializar el sello partidario en Tucumán. Con el visto bueno de Karina Milei, y los primos Martín y Lule Menem, los encargados de llevar adelante ese proceso son el diputado provincial José Macome y Matías Sabaté, un abogado cercano a Catalán. En esa primera línea de representantes también se ubica Gonzalo Peñalba, actual delegado del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) para el Norte Grande.
Macome ingresó a la Legislatura tucumana en la boleta de Compromiso PRO Tucumán, pero anunció la creación de un bloque propio que puso en línea con el gobierno libertario. Así descolocó a los principales aliados del mileísmo, que habían dado forma al conglomerado de 14 sellos con los que el libertario peleó en el distrito en la contienda del año pasado.
Si Campero quiere disputar su participación en una eventual alianza con el Presidente, deberá sumarse a ese lote, donde encontrará viejos conocidos. Macome fue parte del Concejo Deliberante de Yerba Buena cuando Campero era intendente de esa ciudad próspera ubicada en las inmediaciones de la capital tucumana.
En ese lote aparece también el bussismo y algunas figuras claves del PRO y Juntos por el Cambio, como la diputada Paula Omodeo, que fue asesora en la Secretaría Legal y Técnica que comandó Carlos Zanini durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y años más tarde fundó el espacio CREO, ligado a la Sociedad Rural tucumana, que se sumó al cambiemismo para pelearle infructuosamente la gobernación a Jaldo.
Omodeo es una de las diputadas que culminará su mandato el año que viene, por lo que su futuro inmediato dependerá del grado de protagonismo que pueda llegar a tener en el debate tucumano. Sus declaraciones públicas y su actividad parlamentaria la ubican en el pelotón de la dirigencia que empujaría por sumarse a una alianza con el oficialismo.