Bienvenidos a las elecciones 2025: el giro radical puso en marcha la estrategia libertaria en las provincias
El viraje boinablanca, funcional a la necesidad electoral del oficialismo y de diputados sin tierra. La vieja política, en modo rehén. Una foto, ¿una alianza?
A la autofoto radical libertaria que tomó el tucumano Mariano Campero, se sumaron el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi, el misionero Martín Arjol y el correntino Federico Tournier. También estuvieron Karina Milei y Martín Menem, principales armadores del oficialismo en el interior del país; y Patricia Bullrich y Luis Petri, integrantes de la fórmula presidencial que militó el radicalismo bajo el paraguas de Juntos por el Cambio y que desde el 10 de diciembre forman parte del gabinete nacional libertario. La presencia sonriente de la ministra en las dos fotos con las que el Gobierno escenificó sus acuerdos en ambas cámaras testimonian la movida.
En ese marco, el encuentro no sólo sirvió para llegar a la votación del miércoles con una mayor tranquilidad para el Ejecutivo, sino que políticamente anticipa un armado en el que al menos una parte del radicalismo buscará un acuerdo con el oficialismo que se juega a suerte o desgracia la conformación del Poder Legislativo para la segunda parte del mandato de Milei.
“El año que viene será La Libertad Avanza contra el gobernador en cada provincia o acordando con el gobernador, pero no creo que se conforme un frente nacional para enfrentar a Milei”, dijo a Letra P Diego Reynoso, director del Laboratorio de Observación de la Opinión Pública de la Universidad de San Andrés en una nota publicada la semana pasada. En ese debate, enlodado, se inscriben los movimientos que este miércoles parecen haber encontrado su desarrollo más acabado.
Una foto para adelantar las elecciones: la reunión del oficialismo con los radicales conversos en la previa a la sesión que validó el veto presidencial.
Uno de los protagonistas secundarios que resulta calve para comprender el cambio de mayorías y minorías en la sesión de este miércoles es el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, con puntos de contacto con al menos dos de los cinco radicales que se reunieron con Milei: su coterráneo Tournier y el misionero Arjol.
El primero acaba de reemplazar a Alfredo Vallejos, que abandonó su cargo para convertirse en ministro de Seguridad en una Corrientes sacudida por la desaparición de Loan Peña. A diferencia del resto de los diputados de la provincia, Tournier es parte de Encuentro Liberal de Corrientes (ELI), un desprendimiento del Partido Liberal que hasta la última elección jugó para el oficialismo correntino, aunque su futuro inmediato está en duda en medio de una reconfiguración general del mapa político en el norte del país.
El movimiento requiere un equilibrio interno que, apoyado en el radicalismo, obliga a Valdés a no perder aliados si es que quiere definir a su sucesor en 2025 y saltar al juego nacional. La llegada de Milei pone una zanahoria a los sectores liberales que Valdés intenta sostener a como dé lugar. Por esa razón, se acerca a la Casa Rosada y, obligado a correr a un ministro con origen liberal para suplantarlo por un hombre de su riñón, decidió un enroque que todavía no parece generarle grandes problemas en el Congreso. Mientras, el otro radical correntino, Manuel Aguirre, más cercano a Ricardo Colombi, votó a favor de revertir el veto. Sofía Brambilla, del PRO aliado al oficialismo provincial, votó en contra.
Afianzado como referente regional, hay quienes también advierten que el juego de Valdés puede haber incidido en el voto de Arjol, el único misionero dentro del bloque radical. Sin embargo, el excandidato a gobernador en tierra colorada tiene una particular situación en su provincia, donde el Frente Renovador de la Concordia (FRC) de Carlos Rovira prepara un cambio de piel y se acerca a la Casa Rosada.
De esa manera, Arjol sabe que para volver a pelear por el poder en Misiones deberá luchar por esa referencia además de, invariablemente, lograr aglutinar a todo el arco no rovirista dentro de un esquema amplio que pueda presentarse como alternativa para romper con un cuarto de siglo de hegemonía en la provincia.
Al igual que Arjol, Campero quiere pelear por la gobernación en 2027 y, en ese marco, siempre jugó a favor de ampliar el espacio no peronista incluyendo a sectores que para el radicalismo tradicionalmente representaron “un límite”. En Tucumán tiene nombre y apellido: Ricardo Bussi, hoy legislador provincial mileísta.
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Mariano Campero y Patricia Bullrich durante la campaña para las elecciones 2023.
En ese plano sostiene una disputa con su compañero de bancada, Roberto Sánchez, extitular de la UCR en la provincia y excandidato a gobernador. Cambia Tucumán es el nombre del nuevo espacio con el que Campero se propone abrir un esquema “afuera del radicalismo”. Sus viejos correligionarios lo acusan, desde el primer momento, de estar decidido a “armar para Milei” a partir de la elección del año que viene.
Campero llegó a su banca luego de formar parte del esquema que acompañó a la hoy ministra Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio. Un ejemplo similar al del cordobés Luis Picat, un deloredista que sorprendió encabezando la lista a la cámara baja en 2023 y que, desde entonces, forma parte del sector del radicalismo más proclive a acercar posiciones con el libertarismo. Posicionado históricamente contra el cordobesismo de Martín Llaryora, y en medio de un debate opositor que en el centro del país también protagonizan el PRO y Luis Juez, Picat fue el único radical cordobés que cambió de opinión respecto de la votación original de la reforma jubilatoria.
Como Rodrigo de Loredo, Picat es originalmente un integrante de Evolución que en un momento decidió alejarse de Martín Lousteau y empezar a acercar posiciones con los sectores dialoguistas del Congreso. Una parábola similar a la del neuquino Pablo Cervi, opositor a Rolando Figueroa y al Movimiento Popular Nequino que protagoniza un minuto a minuto para no perder protagonismo en una provincia que se reseteó políticamente en 2023.
Como el misionero Arjol, Cervi termina su mandato en 2025, por lo que la cercanía con La Libertad Avanza le ofrece una plataforma que aparece más fortalecida que la alicaída UCR local. Como le confesó el entorno del neuquino a este medio, entre sus barajas no descarta una alianza con el partido de Milei en Neuquén para el año próximo.