Provincias Unidas: todo marcha acorde al plan federal, pero Buenos Aires es una incógnita rumbo a 2027
Los gobernadores quieren capitalizar en sus distritos la caída de Milei. Gestión y hechos, el mantra coordinado. El factor bonaerense, talón de Aquiles.
Con todo, y aunque varios felicitaron en privado a Axel Kicillof, la manifestación pública de los mandatarios corrió por los andariveles habituales de quienes dicen querer construir “un camino para no volver a frustrarnos”, como posteó el exgobernador cordobés Juan Schiaretti.
Coreografía federal
Tras la confirmación del triunfo de Fuerza Patria, Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres (Chubut) se expresaron de manera coordinada para resaltar el “claro mensaje” del electorado bonaerense al Gobierno, avisar que “sin gestión, no hay futuro” y subrayar que “la gente no quiere más gritos, quiere hechos”.
Completaron la coreografía que se expresó en las redes sociales Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Claudio Vidal (Santa Cruz), los otros socios del grito federal. Activos, los mandatarios tienen prevista una reunión por Zoom este lunes pasado el mediodía.
En medio de los cálculos para las próximas siete semanas rumbo al 26 de octubre, a los gobernadores no se les escapa que es justamente la provincia de Buenos Aires una asignatura pendiente si, como dijeron a fines de julio cuando lanzaron su frente electoral, quieren pelear en las presidenciales de 2027. Así lo demuestra la magra cosecha en el distrito que reúne al 38% del padrón nacional de los candidatos de Somos Julio Zamora y Pablo Domenichini, a quienes Schiaretti y Pullaro buscaron apuntalar en la campaña.
El balance de Provincias Unidas
Fuentes del primer círculo de confianza de los gobernadores le confiaron a Letra P que el saldo del 7 de septiembre es positivo para Provincias Unidas. “En este marco, vemos una mejor oportunidad para octubre en nuestras provincias. Vamos a ser más competitivos contra La Libertad Avanza en nuestros distritos y vamos a tratar de representar a los que están hartos de los extremos”, señaló uno de los voceros.
“Es todo bueno para Provincias Unidas. La gente fue a votar con el incentivo de castigar al Gobierno”, sumó otra voz federal y analizó que “el votante de Milei se fue y ahora buscará una alternativa, porque claramente no quiere volver al pasado”. La frase repiquetea sobre la búsqueda de posicionar una opción electoral que salga por arriba del laberinto de la polarización.
No obstante, más allá de la calculadora electoral, no ocultan su inquietud por la repercusión del resultado electoral del 7S en la economía. “Preocupa, mucho. Una crisis profunda es grave para la gente que ya está sufriendo y para las provincias y municipios también, obviamente”, apuntan.
“Ningún gobierno puede ser exitoso si las familias no llegan a fin de mes. El verdadero éxito se mide en sueldos que alcancen, en salarios dignos que den tranquilidad en cada hogar. Hay un camino para no volver a frustrarnos.” - Provincias Unidas.
En Provincias Unidas consideran que el resultado de la contienda bonaerense los acerca al objetivo de obtener diez puntos a nivel nacional en octubre. “Nuestra primera meta es lograr diez puntos y un bloque más homogéneo en el Congreso, para luego pararnos sobre eso”, recalcan mirando a futuro y minimizando la cosecha bonaerense de los candidatos de Somos que fueron apoyados de manera parcial por los gobernadores.
“Consiguieron lo esperado, quizás un poco más”, evalúan cerca de otro de los gobernadores respecto de la tercera vía bonaerense que este domingo no logró romper la polarización. Optimistas, creen que “todo se abre a partir de ahora para las opciones no peronistas”.
Los gobernadores y el factor bonaerense
Como contó días atrás Letra P, Pullaro, Llaryora y Scharetti, el eje agroindustrial de Provincias Unidas, previó el declive mileísta y buscó capitalizarlo en tierra bonaerense. La movida no tenía consenso unánime en el armado federal. Ya en el minuto cero, la comunicación oficial difundida la tarde de su fundación en la Casa de Chubut en Buenos Aires puntualizó que Provincias Unidas iba a dejar para más adelante el desafío en el principal distrito del país.
Con todo, el tres veces gobernador cordobés y el santafesino acompañaron en la campaña en la Primera al peronista disidente Zamora y al radical Domenichini en la Tercera. Aunque cerca de los mandatarios hablan de acompañamientos a título personal a partir de vínculos partidarios y relaciones de antaño, el objetivo era poner un pie en la Legislatura bonaerense pensando en lo que viene. Con la chapa puesta, el intendente de Tigre cosechó el 4,23% y el rector de la universidad de Almirante Brown arañó los tres puntos y salió quinto. Los dos quedaron afuera de la Legislatura.
Este resultado es un llamado de atención de la ciudadanía, que le exige al Gobierno nacional más humildad para escuchar al interior que produce, que genera y que trabaja todos los días para sacar el país adelante.
Pese a todo, en Provincias Unidas eligen ver el vaso medio lleno y apuntan a triunfar en sus provincias en octubre, un resultado que no esperaban semanas atrás y que ahora evalúan como muy posible al calor de las encuestas y tras el batacazo peronista en Buenos Aires. En su hoja de ruta, luego vendrán las tareas necesarias para garantizar la reelección de los mandatarios en sus distritos y recién después pensar en el plan presidencial 2027. Habrá que ver si la realidad argentina les da tiempo para tanta planificación.