Voces críticas asumen comisiones clave. Un riojano en Pastoral Social y un obispo villero para Cáritas. Dialoguistas y equilibrio federal en todas las líneas.
El obispo Dante Braida y el papa Francisco en la asamblea sinodal
Obispado de La RiojaLa conformación de la mesa ejecutiva de la Iglesia bergoglista, que desde el viernes encabezará el arzobispo Marcelo Colombo, y la lista de presidentes de comisiones episcopales confirman que los alfiles del papa Francisco se preparan para atravesar la era Javier Milei con una consigna doble: más diálogo con las estructuras del poder y mayor representación federal.
Una primera lectura de la elección de las nuevas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) revela un equilibrio de fuerzas internas en todas sus líneas y la aparición, en primer plano, de obispos con roce político en las coyunturas provinciales y municipales en las que gestionan pastoralmente sus jurisdicciones eclesiásticas.
“Hay una predisposición a dejar la idea de ver la realidad sociopolítica del país con un solo ojo, para verla con los dos. Menos partidaria y más abierta al diálogo con quienes representan el poder de turno”, le dijo a Letra P un prelado que participa de las elecciones episcopales en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, del partido bonaerense de Pilar.
Antes de que la frase pudiera interpretarse como un cuestionamiento a figuras de la gestión eclesiástica anterior identificadas con el kirchnerismo, la fuente se apresuró a aclarar: “Ésta es otra etapa, que requiere que estemos más atentos y contribuir, desde nuestro lugar, a evitar que más gente quede excluida del sistema como consecuencia de ajustes y políticas inhumanas”.
Dos alfiles de Jorge Bergoglio se posicionaron en comisiones episcopales clave en tiempos de políticas sociales escasas desde el Ministerio de Capital Humano, la cartera a cargo de Sandra Pettovello.
El obispo Dante Braida (La Rioja) fue elegido por sus pares para presidir la Comisión Episcopal de Pastoral Social, organismo eclesiástico estratégico para el debate político y con la dirigencia política, tanto oficialista como opositora; y también considerado un espacio de mediación ante conflictos.
Braida figuraba entre los presidenciables para la Iglesia bergogliana en las elecciones eclesiásticas. Como todo riojano nativo o por opción se identifica con el lema de Enrique Angelelli, el obispo mártir de la dictadura militar: "Con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio".
El oriundo de la ciudad santafesina de Reconquista llegó a la Diócesis de La Rioja a fines de 2018, tras ser obispo auxiliar de Mendoza. Sin una identificación política marcada, Braida es considerado un progresista moderado y dialoguista.
La relación de Braida con Ricardo Quintela ha tenido y tiene matices. El obispo y el gobernador resaltan la importancia de trabajar juntos en aspectos como el desarrollo social y la lucha contra la exclusión.
Sin embargo, las diferencias surgen -advirtieron fuentes eclesiásticas- cuando Braida marca posición en temas sensibles, como la pobreza estructural y la protección de los derechos laborales, puntos en los que expresó críticas hacia decisiones del gobierno provincial.
Para hacerse cargo de Cáritas Argentina, el plenario episcopal optó por Gustavo Carrara, el primer cura villero elevado a la dignidad episcopal por Bergoglio. El obispo auxiliar porteño y mano derecha del arzobispo Jorge García Cuerva estará al frente del organismo caritativo de la Iglesia después de un trienio como vicepresidente.
Carrara es uno de los referentes eclesiásticos que más abiertamente objetó el rumbo de tres programas destinados a los sectores más vulnerables que, con la llegada de la administración libertaria, sufrieron recortes, suspensiones, omisiones y demoras: alimentos para los comedores comunitarios, integración sociourbana de las villas y barrios populares y políticas de prevención de adicciones.
“Hay urgencias y es claro que no se puede recortar por los más pobres”, planteó y reclamó “una presencia inteligente y necesaria del Estado, porque el narcotráfico va avanzando, mata personas en concreto e hipoteca la vida de niños y adolescentes".
Más allá de sus posiciones críticas, dentro de la Iglesia bergogliana consideran que el tridente Colombo, Braida y Carrara puede dar buenos resultados para abrir instancias de diálogo y buscar consensos en materia social con la administración mileísta.
A estos tres, las fuentes suman a un cuarto mosquetero: el arzobispo Jorge Lozano (San Juan), quien presidió Pastoral Social en otros tiempos y ahora fue elegido para encabezar la Comisión Episcopal de Comunicación.
Fuentes eclesiásticas indicaron a Letra P que el cuarteto puede ser fundamental para dialogar con las autoridades libertarias, organizar la eventual visita del papa y esperar a Bergoglio en un contexto “más amigable y no de tanta confrontación”, acorde a un acontecimiento de esa magnitud religiosa, política y social.