La relación entre Mauricio Macri y Federico Angelini, su protegido en Santa Fe, no parece ser la sinfonía de otros tiempos. Aunque cerca suyo lo nieguen, el exdiputado suma gestos que denotan un resquebrajamiento en su vínculo con el expresidente y un acercamiento al ala pactista que lidera Patricia Bullrich. Macri, por su parte, pegó donde duele.
El vínculo entre La Piba y el Calabrés está virtualmente roto. En el medio de esa disputa quedó Angelini, cuya única terminal política siempre fue Macri pero que consiguió un cargo nacional tras haber quedado fuera de todo -acompañó a Carolina Losada en la fórmula para la gobernación de Santa Fe y perdió- gracias a Bullrich: buscó ser secretario de Seguridad Interior, pero se conformó con la subsecretaría de Intervención Federal. Algo es algo.
Macri, se sabe, nunca aprobó el desembarco de Bullrich -ni de ningún otro funcionario- en el gobierno de Javier Milei. Cree que, al haberse cortado solos, socavaron al PRO en la mesa de negociación con La Libertad Avanza. Fue el primer dato que hizo pensar que algo había cambiado entre el expresidente y su delegado santafesino.
Dónde está parado Federico Angelini
Hoy por hoy, y aunque lo niegue su entorno, Angelini está virando en sus lealtades y se enrola en la tribu pactista que lidera Bullrich. Fuentes consultadas por Letra P aseguran que lo hace porque cree que la fuerza que encabeza el Presidente es el futuro y está convencido de que el PRO debe confluir en un acuerdo de gobierno con LLA: “Federico está más mileísta que Karina Milei”, dice uno de sus detractores internos que igual dialoga con él.
Macri, por el contrario, no quiere una fusión con La Libertad Avanza y así lo dice en cada una de sus reuniones. Pretende apoyar al Presidente legislativamente sin que el PRO pierda su identidad.
Hay también una razón práctica. Angelini no solo es funcionario del gobierno, sino que es funcionario de una Bullrich que no tolera que sus dependientes saquen el pie del plato. Por eso, por ejemplo, se fue Sebastián García de Luca de su cargo cuando no quiso firmar el documento impulsado por su jefa apoyando a Milei en su disputa con el gobernador chubutense Nacho Torres. Angelini sí lo firmó. Fue otro gesto que marcó su alejamiento del expresidente, quien no apoyó la movida.
La respuesta de Mauricio Macri
Ese alejamiento de Angelini no fue gratuito: Macri validó las aspiraciones de Gisela Scaglia de disputarle a Angelini la conducción del PRO santafesino y avisó que no se metería en la interna. Es la primera vez que el expresidente le suelta la mano al actual funcionario de Seguridad y lo deja solo en una pelea que se avecina difícil.
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Lucas Incicco, Gisela Scaglia, Mauricio Macri y Germán Mastrocola en un encuentro reciente.
Las razones de Macri se pueden intuir: por un lado, a pocas semanas de asumir formalmente la presidencia del PRO nacional y con la idea de no firmar un acuerdo de cogobierno con Milei, no podría permitirse tener a un bullrichista pactista como referente de la franquicia santafesina de su partido.
Por otro lado, Scaglia viene sumando figuras heridas por Angelini en los últimos años que refuerzan sus activos. No autorizarla a competir o apoyar a quien la enfrente es una jugada riesgosa, más aún con Horacio Rodriguez Larreta y su idea de formar un nuevo partido rondando el gobierno santafesino.
Como si fuera poco, Maximiliano Pullaro puso todo a disposición de su vicegobernadora para la disputa. Enfrentarse a Scaglia es también enfrentarse al gobernador.
La disputa por el PRO santafesino entre Federico Angelini y Gisela Scaglia
Así las cosas, cerca del expresidente surgió la versión de que Angelini haría frente a la interna del PRO local -organizadas para septiembre- lo mismo que Bullrich frente a la disputa nacional: correrse y dejarles el sello a sus adversarios, Scaglia y Macri respectivamente.
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Federico Angelini y Patricia Bullrich.
En Santa Fe lo desmienten. Un ladero de Angelini avisó que propondrán a Cristian Cunha para seguir al frente del partido: “No nos van a tomar el partido por asalto, que se lo ganen con los votos. Si Gisela hubiese tenido generosidad y hubiese logrado más cosas para el PRO, hoy sería indiscutible”. Todavía subsiste en el angelinismo la bronca por lo que creen que son pocos lugares que obtuvieron en el gabinete de Pullaro. La interlocutora, designada por Pullaro, había sido la propia Scaglia.
En el ecosistema que rodea a la vicegobernadora están envalentonados por el aval de Macri, pero tampoco ven que Angelini se corra. No temen una disputa directa, aunque creen que al final del camino habrá unidad. Eso sí: no están dispuestos a ceder la presidencia en un hipotético acuerdo.
Los misiles de Federico Angelini que pegan dentro de Unidos
Con ese telón de fondo, Angelini salió a pegarle al socialismo en lo que -explicó su entorno- fue una respuesta a las críticas por los episodios de agentes federales pidiendo el documento a personas que caminaban por la calle. Enfrente, la lectura fue otra: creen que buscan tensionar para forzar más lugares en el gabinete.
A eso se le sumó la conferencia de prensa en la que Bullrich y Angelini anunciaron una baja en los homicidios en Rosario sin funcionarios provinciales, justo cuando las críticas por la baja presencia de fuerzas federales en la zona se multiplican. La relación entre los funcionarios de seguridad nacionales y provinciales no pasa por su mejor momento.
Esa estrategia de tensionar puede verse apuntalada por otra amenaza: romper Unidos para Cambiar Santa Fe y que el PRO –o el sector de Angelini– haga una alianza con La Libertad Avanza. Por eso hay tanta tensión en torno a la disputa por la presidencia del macrismo santafesino. Lo resumió un ladero de Scaglia: “Para amenazar con eso necesitan la lapicera, por eso no ceden el control del partido”.