TRANSICIÓN 2023 | SANTA FE

Federico Angelini, en el ojo de la tormenta que azota al PRO santafesino

El diputado, cercano a Macri y armador de Bullrich, suma derrotas. Divisionismo en un partido que perdió terreno. La respuesta del angelinismo y el ascenso de Scaglia.

El cisma en el PRO no podía llegar en un peor momento para su filial santafesina. El acuerdo que Mauricio Macri y Patricia Bullrich sellaron con Javier Milei aporta leña al fuego de una interna que comienza a tener como parteaguas a Federico Angelini -uno de los dirigentes más cercanos al expresidente-. El sector del diputado nacional conduce institucionalmente al PRO en Santa Fe, pero enfrenta la resistencia de las otras dos tribus del partido de los globos, quienes empiezan a empujar el liderazgo emergente de la vicegobernadora electa, Gisela Scaglia.

La legitimidad de Scaglia puertas adentro para disputar la conducción del partido tampoco es potente, su sector no es el más numeroso. Sin embargo, tiene ciertas características a su favor que la posicionan. En primer lugar, es la vicegobernadora electa, es decir que ostenta el cargo más alto al que el PRO llegó en la política santafesina. Por otro lado, Pullaro negocia vía su compañera de fórmula los lugares en el gabinete para el PRO. No solo eso, el gobernador electo le abre el juego político, la tiene en consideración y le dio un lugar en su mesa chica.

La génesis

La crisis se incuba hace rato y no tiene que ver con la súbita alianza que los halcones sellaron con el candidato libertario de cara al ballotage -que según un dirigente local “es como elegir entre Drácula y Jason de Martes 13”-, aunque esta sume al estado de revulsión. Los cuestionamientos que ya existían a la conducción de Angelini -ejercida por su ladero Cristian Cunha, presidente del partido- se multiplicaron luego de su derrota como compañero de fórmula de Carolina Losada y el posterior fracaso de Bullrich, de quién Angelini fue su principal armador en el interior.

“No supo gestionar el partido”, dice una figura autorizada que todavía elige el off the record, y pasa a enumerar dirigentes con los que, sostiene, Angelini se peleó: Anita Martínez, Roy López Molina, Gabriel Chumpitaz, la propia Scaglia. Esas peleas fueron la génesis de las divisiones que partieron al macrismo santafesino en tres: el PRO puro de Angelini, el PRO+ que responde a Martinez y el PRO Evolución, de Chumpitaz y Scaglia. “La victoria maquilla, pero perdió en 2021, perdió con Losada, perdió con Bullrich, y quedó expuesto”, apunta.

Incluso, en las tribus opuestas a Angelini del PRO lo señalan por el acuerdo que gestó Unidos para Cambiar Santa Fe, la coalición provincial que le permitió al no peronismo volver al gobierno. “El PRO es el partido que menos tiene y encima se permitió que el socialismo apoye a (el gobernador cordobés Juan) Schiaretti, que en Santa Fe sacó diez puntos que eran de Patricia”, señala una fuente, que se enrola entre los que ven “reconfiguración del PRO hacia Scaglia”, a quien no son pocos los que le agradecen el gesto de “llamar y preocuparse por los que se quedan sin trabajo”.

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Angelini con Bullrich en una parada de la campaña electoral.

Angelini con Bullrich en una parada de la campaña electoral.

Pullaro, el equilibrista

El ruido también se traslada a la coalición. La rosca por el gabinete tensionó la relación entre Angelini y Maximiliano Pullaro, que venía ya dañada por las negociaciones que no llegaron a buen puerto antes del cierre de listas. En el círculo íntimo del diputado macrista sostenían que si cada tribu socialista tendrá un ministerio, justo sería que la misma lógica se aplicase con los sectores que componen la interna del PRO, a quien Pullaro le otorgó un solo ministerio -Trabajo- y puso a un dirigente que responde a Scaglia -Roald “Coco” Báscolo-.

Esa disputa por la integración de la primera línea del gabinete escaló hasta una conversación en la que Pullaro le enrostró a Cunha la oferta hecha antes del cierre de listas -tres ministerios, tres diputados, la candidatura a intendente de Rosario y la vicegobernación- y que el sector de Angelini rechazó para cerrar con Losada. Las versiones de ese tenso cruce no varían en cuanto al contenido, pero sí en cuanto al contexto: algunos dicen que se dio en la Patoneta, durante una de las últimas visitas de Bullrich a la provincia. Poético.

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Lo cierto es que Pullaro dispuso de lugares en el gabinete para el sector de Angelini -por ejemplo, suena Renata Ghilotti para la Secretaría de Transporte-, pero antes dio una muestra de autoridad: mandó a decir que reconocía a Scaglia, su compañera de fórmula, como nueva jefa del PRO y que ella gestionaría los lugares para el macrismo en el gabinete.

“Fuimos a una interna, ellos eligieron a Losada y Gisela vino con nosotros, ganamos y le dijimos a nuestra referente que ordene su partido sin maltratar ni discriminar”, justifican en el pullarismo. “Peor hubiese sido que los compremos de a uno para desempoderarlos”.

En el ecosistema del gobernador electo sostienen que Pullaro no quiere jugar en una interna ajena: “Confiamos en Gisela, pero es imprudente meterse”. El gobernador electo suma gestos para no detonar el vínculo: a la apertura de su gabinete, le sumó la presencia en el búnker del macrismo santafesino el domingo a la noche, cuando se conoció la derrota. Fue acompañado de José Goity, futuro ministro de Educación, y del intendente de Roldán, Daniel Escalante. En el angelinismo valoraron el gesto y la predisposición para la campaña nacional.

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Federico Angelini y Gisela Scaglia, protagonistas de la rosca del PRO para el gabinete de Maximiliano Pullaro.

Federico Angelini y Gisela Scaglia, protagonistas de la rosca del PRO para el gabinete de Maximiliano Pullaro.

Sobre llovido, mojado

“Todos putean pero nadie activa, nadie va pueblo por pueblo, que es el laburo que nosotros hicimos”, sostiene una figura cercana a Angelini, que reconoce que Scaglia “ahora tiene una posición más fuerte” y “es la única que tiene la cabeza para recorrer la provincia, por algo estuvo tantos años con nosotros”. La misma fuente le baja el tono al ruido interno y se enfoca en que, por primera vez, el PRO será parte de la gestión provincial y municipal: “Eso nos interesa más allá de la rosca partidaria, medirnos, ver quién rinde laburando”.

Como si el río no estuviese ya revuelto, apareció el acuerdo de Macri y Bullrich con Milei, otra variable que aporta a la división de los mismos bandos. Angelini es miembro de la mesa más chica del expresidente, por lo que se descuenta que formará parte del plan trazado junto al candidato libertario. En los otros espacios, si bien aún reina el hermetismo, son más proclives a la postura de neutralidad que encarna Horacio Rodríguez Larreta. Condimentos que le ponen picante a una interna que recién se dirimirá cuando se venzan los mandatos partidarios, dentro de un año.

Federico Angelini, Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia, momento de definiciones.
bullrich agito el fantasma del fraude y pidio fiscalizar para milei con un cuchillo entre los dientes

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