LA QUINTA PATA

La Argentina de Javier Milei, un paria mundial

Uno de los favoritos para las elecciones 2023 asimila –sincericida– a Biden, Lula y otros líderes con "excrementos". Embajadas y empresas extranjeras, alerta.

Uno de los secretos del éxito de la nueva ultraderecha en muchos países es la capacidad de sus principales exponentes de bombardear a la opinión pública con eslóganes agresivos y altisonantes, lanzados a una velocidad tal que es difícil seguirles el ritmo. Es lo que ocurrió esta semana con el cruce entre Javier Milei y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que quedó en la simple reiteración de una frase conocida del candidato presidencial, una respuesta del mandatario colombiano y una contrarréplica del primero. Eso, sin embargo, tuvo como fuente una sorprendente entrevista brindada a una emisora del país hermano, cuyo contenido pasó mayormente desapercibido y constituye el anticipo de lo que sería la Argentina en el caso de una eventual –a esta altura, probable– administración de La Libertad Avanza (LLA) a partir del 10 de diciembre: un paria mundial.

El fenómeno Milei y sus imprudentes definiciones sobre política internacional ya hicieron que su canciller designada, la economista Diana Mondino, haya recibido llamados y pedidos de aclaraciones de 17 embajadas extranjeras. Algunas se alarman por sus excesos, su falta de consistencia política, el espectro del conflicto social que suscita y las dedicatorias de triunfo a sus "hijos de cuatro patas"; otras lo imaginan moderándose en caso de llegar a la Casa Rosada y se ilusionan con la posibilidad de que termine el ciclo peronista. El hombre divide aguas.

En tanto, grandes empresas extrajeras con intereses en nuestro país consultan a especialistas en riesgo político sobre las implicancias de una dolarización, pero, todavía más, sobre si existe peligro de ingobernabilidad y de estallido social.

Letra P ha advertido sobre los peligros que suponen para la vigencia del pluralismo y la salud de la democracia y ha reclamado que las principales referencias políticas se definan de cara a un eventual ballotage. Esas definiciones, de hecho, comenzaron a llegar pronto de un modo decepcionante, aunque poco sorprendente. Mauricio Macri juega a dos puntas y se ofrece para armarle una coalición de gobierno ex post, el cordobesista Martín Llaryora se dice neutral, el peronista santafesino Omar Perottise insinúa como un posible apoyo y los radicales Maximiliano Pullaroy Martín Tetaz, directamente como fans agazapados; habrá que ver quiénes siguen. A ninguno de ellos les espanta que la parte considerable de la sociedad argentina que se define como progresista, de izquierda, socialista, peronista o directamente kirchnerista esté compuesta por "gente de mierda" a la que se debe "aplastar". Eligen verlo como a un freak gobernable –Macri dixit–.

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Los mencionados y quienes vengan, además de casi un tercio de la ciudadanía, prefieren mirar al Milei histriónico e hipertécnico en sus comentarios económicos: si no se le entiende, debe ser porque sabe un montón

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La polémica mediática con Petro, un socialista que fue guerrillero del M19 colombiano, fue solo la punta del témpano.

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En la entrevista, la referencia de Milei no ya al socialismo en general, sino a los socialistas en particular –lo que incluye a Hipólito Yrigoyen, algo que, si se enteraran, horrorizaría a Pullaro y a Tetaz–, fue la siguiente:

"¿Qué es, en el fondo, un socialista? Es excremento humano, que básicamente, por no querer soportar el brillo de otro ser humano, está dispuesto a que todos estén en la miseria (…). Ser socialista, en el fondo, es una enfermedad del espíritu, una enfermedad del alma. Son malas personas, esa es la realidad".

Ante eso reaccionó Petro.

En la entrevista, el periodista Julián Parra, conductor del programa Nocturna RCN, de Radio Cadena Nacional, se deshace en elogios a quien califica como "uno de los economistas más importantes de la región, un hombre polémico, si se quiere, con un estilo, pero, ante todo, un hombre sincero". Eso debe haber hecho sentirse cómodo al minarquista, quien, en plena madrugada argentina y un poco adormilado, le dio rienda suelta a su lengua.

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–Me decía usted que Argentina entró al siglo XX como la principal potencia económica y, sin embargo, hoy está en los niveles de Haití y del Congo (…). ¿Qué les pasa a los argentinos? ¿Les faltan acaso neuronas? ¿Por qué eligen a un Néstor Kirchner? ¿Por qué eligen a una Cristina Fernández de Kirchner? ¿Por qué eligen a un Macri? ¿Por qué eligen a un Alberto Fernández?– preguntó el obsequioso Parra.

–En 1916, con la llegada de la Unión Cívica Radical, comandada en aquel momento por Hipólito Yrigoyen, Argentina comenzó a abrazar las ideas del socialismo y, cuando vos abrazás el socialismo, lo que te ocurre es que cada vez te va a ir peor. Argentina ya no es un país de personas cultas (…). La mitad de los argentinos no entiende lo que lee (…). Cada vez que se va avanzando en los años, se van haciendo las mediciones del coeficiente intelectual promedio y la Argentina, digamos, ya cayó debajo del nivel cien. La verdadera enfermedad argentina se llama socialismo– respondió el entrevistado.

Lo que sigue es Javier Milei en sus propias palabras.

  • "Después de la caída del muro de Berlín, en 1989 se arma el Foro de San Pablo y la intención del Foro de San Pablo era crear la Unión Soviética Latinoamericana. Eso es un plan muy concreto".
  • "Nos han llenado de presidentes del Foro de San Pablo, como Pepe Mujica y Tabaré (Vázquez) en Uruguay, el caso de (Michelle) Bachelet en Chile, el de Kirchner y Alberto Fernández en Argentina, el caso de (Luiz Inácio) Lula (da Silva) y de Dilma Rousseff en Brasil; el de (Andrés Manuel) López Obrador en México... Son personas que buscan instalar la Unión Soviética Latinoamericana".
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  • Joe "Biden es un presidente de izquierda. Así que, digamos, o sea no sorprende que esté poniendo en jaque además a la primera potencia mundial. El propio Biden es una amenaza a los valores de Occidente", explicó en clave de la "batalla cultural" que, entre otros, proponen como fundante de la nueva derecha gurúes como el argentino Agustín Laje.
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Ah, el papa Francisco es el representante de "El Maligno" en la Tierra.

A ver…

El Frente Amplio podría volver al poder en las elecciones del año que viene y, si no fuera así, la tradición política de Uruguay hace que semejante ataque a expresidentes democráticos –sobre todo a uno que ha muerto– cae francamente mal en todo el sistema político.

En Chile, Gabriel Boric, un progresista que cogobierna con partidarios y partidarias de Bachelet, tiene mandato hasta 2026 y Lula da Silva, hasta el último día de ese mismo año.

López Obrador no podrá ir por la reelección en los comicios del 2 de junio de 2024, pero su partido, Morena, es amplio favorito para obtener un nuevo mandato.

Mientras, Petro sigue en Bogotá, Luis Arce continuará en Bolivia hasta 2025 y la correísta Luisa González tiene chances de imponerse en el ballotage ecuatoriano de octubre.

En caso de ganar las próximas elecciones, Milei, que considera "excrementos" a todos y a todas quienes se acaba de mencionar, debería convivir con esas compañías "rojas" desde el 10 de diciembre.

Lo mismo cabe decir de Biden, quien gobernará, por lo menos, hasta el 20 de enero de 2025, y eso si no lograra la reelección frente a, se supone, Donald Trumpa quien Milei añora–, quien comenzará un calvario judicial por su intento de golpe de Estado en marzo, justo un día antes del supermartes de las primarias republicanas.

Sin Mercosur, sin Brasil, sin China, sin BRICS, sin los Estados Unidos de esa "amenaza" llamada Biden y sin la Unión Soviética Latinoamericana, ¿cuál sería el destino de la Argentina que no fuera el de un paria mundial?

Además, el minarquista anunció que Argentina abandonaría el Mercosur –destino descollante de las exportaciones industriales– y que dejaría sin efecto el ingreso al grupo BRICS porque allí no solo está el Brasil rojo, sino también China y él no hace "tratos con comunistas".

Brasil, claro, es el principal socio comercial del país y China, el segundo, además de constituir un fuerte acreedor y fuente de valiosas inversiones que serían imposibles por mecanismos de mercado cuando el riesgo argentino vuela por encima de los 2.000 puntos básicos.

Entonces, sin Mercosur, sin Brasil, sin China, sin BRICS, sin los Estados Unidos de esa "amenaza" llamada Biden y sin la Unión Soviética Latinoamericana, ¿cuál sería el destino de la Argentina que no fuera el de un paria mundial?

Además, ¿entrarán en la definición de "excremento" de Milei el socialista español Pedro Sánchez, el socialdemócrata alemán Olaf Scholz y el socioliberal francés Emmanuel Macron?

Finalmente, ¿qué solución económica podría darse la frágil y dependiente Argentina en un contexto tal de aislamiento?

Quien quiera oír que oiga.

Martín Tetaz y Mauricio Macri.
El gobernador Perotti viajará a India en plena campaña

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