AFINIDADES PELIGROSAS

Copycat: Javier Milei quiere ser Donald Trump

Las últimas noticias volvieron a reunirlos. La aventura del estadounidense terminó mal. La del argentino podría comenzar el 10 de diciembre. El espejo brasileño.

"En una jornada histórica, Donald Trump se convirtió este jueves en el primer ex presidente de Estados Unidos en ser registrado con una ficha de prontuario, que incluyó su fotografía (la que integra la imagen compuesta que ilustra esta nota), en una prisión en el estado de Georgia", inicia la crónica de La Nación sobre el encarcelamiento -fugaz, porque fue liberado bajo fianza 20 minutos después- del exmandatario. Mientras eso sucedía, en Buenos Aires, pero en un escenario muy gringo, Javier Milei volvía a trumpearse con una proclama que lo emparentaba con el instigador de la guerra comercial con China. "Nosotros no vamos a alinearnos con comunistas", avisó el candidato ultraderechista que, como el magante estadounidense, posa para las fotos bajando apenas el mentón, poniendo en primer plano su raro peinado revuelto y pegando sus pupilas color cielo al borde superior de sus ojos para configurar una mirada desafiante.

Las coincidencias estéticas son, claro, lo de menos, aunque se sabe: la política se hace con palabras y con hechos, pero nadie puede dudar, en el mundo 3.0, del poder de la imagen en tanto transmisora de mensajes.

Durante su presidencia, Trump fomentó una nueva bipolaridad global a partir de la reconstrucción de la antinomia capitalismo-comunismo y alentó una nueva guerra fría, pero librada en el campo de los negocios. La nueva Unión Soviética fue China, el gigante socialista que emergió como seria amenaza a la hegemonía global estadounidense.

Milei, contra el ingreso al BRICS

La incorporación de la Argentina a los BRICS, el grupo de las economías emergentes del sur planetario, puso de punta los pelos de la derecha dura argentina, históricamente crítica de la carga ideológica del kirchnerismo pero dominada por sus propios fundamentalismos.

A la advertencia de Milei, que reiteró que sus aliados serán, de llegar al poder, Estados Unidos e Israel, se sumó Patricia Bullrich. La candidata presidencial de Juntos por el Cambio avisó que, en caso de acceder la Casa Rosada, cancelará la membresía. "El Presidente comprometió a la Argentina a la entrada a los BRICS mientras se desarrolla la invasión a Ucrania y junto al ingreso de Irán, país con el que la Argentina tiene una herida profunda abierta por los ataques en nuestro territorio. Argentina, bajo nuestro gobierno, no va a estar” en ese bloque, avisó.

Patricia Bullrich rechazó el ingreso de la Argentina a los BRICS y Cafiero pidió "no ideologizar"

El oficialismo reaccionó y aprovechó para polarizar con Milei, la decisión que guía la campaña y ayudó a enfocar el discurso proselitista del ministro candidato Sergio Massa, deshilachado en el camino a las PASO.

Desde el ámbito institucional, el canciller Santiago Cafiero asoció explícitamente a Milei con Trump. Dijo que el candidato de La Libertad Avanza está "retomando la tríada de la política exterior que -en la era del último republicano que habitó la Casa Blanca- se guiaba por el libreto que escribía" el estadounidense y que -dijo- los exmandatarios Jair Bolsonaro y Mauricio Macri "llevaban a la práctica". "Ahora -abundó Cafiero-, Milei está retomando eso y llevándolo a un nivel distinto, pero con la misma lógica".

Aunque sin nombrar a su rival "anarcocapitalista", Massa interpeló a la audiencia de alta alcurnia empresarial que lo escuchaba en el Council of the Americas. "Les pido que, a la hora de discutir el futuro del país, por lo menos hagan la cuenta del almacenero, porque vienen y les dicen 'dolarización', 'rompemos con Brasil', 'rompemos con China', 'rompemos con India'… ¿Y a quién le vamos a vender? ¿Ustedes conocen quiénes encabezan la balanza comercial de las exportaciones argentinas? Por favor, les pido por lo menos la defensa de sus propias actividades, de sus mercados (…). Lo que viene es la destrucción de su propio capital", alertó.

Creer o reventar, los planetas se alinearon en las últimas horas. La imagen de Trump bajando apenas el mentón, poniendo en primer plano su raro peinado revuelto y pegando sus pupilas color cielo al borde superior de sus ojos recorre el mundo y recuerda cómo terminó su aventura en la Casa Blanca: con el desconocimiento del resultado electoral que lo sacaba del poder, con un asalto de sus tropas militantes al Capitolio y, finalmente, en la cárcel.

(Bonus track: si de golpes de la ultraderecha despechada y espejos en los que se mira su versión argenta se trata, la historia reciente del continente ofrece, también, la bonita página brasileña, escrita el 8 de enero de este año, en Brasilia, por hordas bolsonaristas que coparon y destruyeron los edificios de la presidencia, el Congreso y la Corte apenas una semana después de la asunción de Lula)

Javier Milei desafía a Jorge Bergoglio
trump, biden, argentina y el irresistible encanto de la ultraderecha

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