De mínima, el dilema garantiza una discusión ardua. Milei empezó el último jueves a prepararla y ordenó hacer cuentas al secretario de Hacienda, Carlos Guberman. El funcionario determinó que el costo de los proyectos de la oposición es de 1,8% del PIB, 12 mil millones de dólares, aunque sólo 1,3 corresponde al aumento de jubilaciones de 7,2% y al del bono (a 115 mil pesos). La aritmética incluye cálculos actuariales que muchos diputados quieren revisar.
Con un poco de creatividad, el resto de los gastos son fáciles de cubrir con otras partidas. La moratoria sólo insume el 0,2% del PIB y la emergencia en Discapacidad, el 0,3%. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, para actualizar las prestaciones sólo se necesita 277.349 millones de pesos, la tercera parte del superávit fiscal primario de abril anunciado por Toto Caputo.
Los números de Javier Milei
La visita de Guberman a Diputados, en la tarde del jueves, fue una muestra de la preocupación de Milei por los desafíos legislativos. Vetar eventuales leyes sobre jubilaciones y discapacidad puede obligar a una incómoda sesión para reconsiderar los temas poco antes de las elecciones legislativas.
Durante su visita a AmCham, Menem fue sincero: mostró preocupación por la reacción del Congreso después del cierre de listas, cuando muchos aliados puedan no quedar conformes con los que les haya tocado.
Al menos hasta el 10 de diciembre, el riojano no puede garantizar un tercio de los votos, necesario para que la oposición no maneje la agenda a control remoto. El año pasado, cuando se debatió jubilaciones y presupuesto universitario (un tema que vuelve al ruedo legislativo), si no lograba sostener el veto, Milei tenía la decisión de presentarse a la Justicia para explicar que no podía pagar.
No se imagina yendo a Tribunales en plena campaña. Es por eso que en la charla de Guberman y Menem surgió la posibilidad de anunciar un aumento del bono jubilatorio y de las prestaciones por discapacidad que solape el debate legislativo. Son las cuentas que harán este fin de semana.
¿Sobran espías?
La oposición tiene en la mira la renovada la SIDE, que este año ya tuvo tres ampliaciones presupuestarias y lleva gastados 80 mil millones de pesos. La inversión no tiene fundamento para la oposición, porque no convence el plan de acción del organismo presentado en noviembre, cuyos principales fragmentos detalló Letra P.
El documento del jefe de los espías, Sergio Neiffert, omitió la doctrina, el marco teórico que usa la SIDE para fundamentar sus acciones. Entonces, todo vale. Mucho más al haberse se incluido objetivos tan ambiguos, como evitar la "erosión" del gobierno. El jueves, la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia se reunirá para definir una respuesta al jefe de los espías, a quien nadie toma muy en serio. Por el organigrama que envió, la oposición prefiere escuchar a su segundo, Diego Kravetz.
La pelea será después de la sesión del miércoles, en un recinto de la cámara baja que está partido en dos: oficialismo y aliados (UCR, PRO y partidos provinciales) por un lado; y por otro la oposición dura (Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia Para Siempre y la izquierda). Estos últimos pueden reunir una mayoría si no tienen fisuras y lo intentarán el miércoles. La expectativa de sus referentes es que está vez tendrán cuórum, porque sin la AGN en el temario, nadie puede quejarse.
El bloque de Córdoba pagó el costo en la provincia de haber boicoteado el último intento de subir jubilaciones. La UCR definirá el martes si pisa el recinto. El PRO, por ahora, mantiene su compromiso de no dar cuórum, pero con la sesión iniciada el bloque tendrá un comportamiento anárquico e impredecible.
La coalición opositora tiene una hoja de ruta, si hay cuórum. Para jubilaciones hay 14 dictámenes, divididos en dos: aumentos (y bono) y moratoria o eventuales reemplazos por otras medidas. Hay un preacuerdo para que se voten los dictámenes de Nicolás Massot (Encuentro Federal), con modificaciones que contienen a UP, que insistirá en moratoria, sin chances de prosperar.
Se busca plata
La oposición aún debe definir si se sostienen las fuentes de financiamiento que propuso Massot, que incluyen propuestas como eliminar la exención de IVA para directores de empresas, cobrar Ganancias a sociedades de garantías recíprocas, nacionalizar centros de recaudación automotor y usar el ahorro por intereses al FMI.
En cuanto a Discapacidad, el diputado Daniel Arroyo (UP) tiene confianza en que prospere casi en su totalidad su despacho, que incluye indexación de prestaciones, con retroactividad a 2023. También se crea una pensión no contributiva por discapacidad para protección social, con un haber equivalente al 70% de la jubilación mínima. Sólo se cortaría el beneficio si perciben ingresos equivalentes a dos salarios mínimos. El dictamen se completa con un aporte a personas mayores de 70 años.
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Victoria Villarruel y José Mayans, durante el debate de Ficha limpia.
UCR y PRO tienen despachos acotados a indexar prestaciones y un pedido al Gobierno para que defina un aumento. Si hay cuórum, de mínima, los aliados podrían dejar alguna marca de qué harán ante eventuales vetos. La sesión medirá el aceite de la elección de la provincia de Buenos Aires, en la que los aliados del Congreso negocian con LLA.
Cristian Ritondo cerró un acuerdo para poblar con gente suya las listas de septiembre y entregar la de octubre. El radicalismo no termina de acordar y amenaza con nóminas propias donde tiene votos. Mauricio Macri hace su juego: invitó a intendentes afines a salir de un pacto con Milei. Manuel Passaglia (San Nicolás) es el primero en dar el salto, aunque los amarillos lo desconocen. En el resto de las provincias, el PRO quedó a la defensiva tras la derrota en la ciudad. Los libertarios se animan más y juegan a tener participación en las listas de octubre.
En la sesión, además, habrá otra disputa para destrabar el caso $Libra, con la sorpresa de que la oposición tiene para ofrecer: un planteo reglamentario para armar de nuevo la integración y quedarse con la mayoría que no reunieron cuando se conformó. Menem está dispuesto a patear el tablero para evitarlo, sobre todo después de que el fiscal Eduardo Taiano pida un cruce de llamadas entre Milei y la hermana.
AGN, cerca de un acuerdo
La semana legislativa empezará el martes con una tensa reunión de la Comisión de Defensa, que tendrá la visita del ministro Luis Petri. Deberá responder preguntas sobre la compra de aviones, la intención de Argentina de asociarse a la OTAN, justo cuando Rusia se niega a una tregua con Ucrania; y la pretensión de ampliar la edad del servicio militar voluntario.
Un rato antes, en la comisión de Legislación Penal, el diputado Fernando Carbajal, del bloque Democracia Para Siempre (de Facundo Manes), expondrá un proyecto para mandar presos a quienes tengan doble condena penal. El exjuez entiende que si prospera sería un símil a ficha limpia. El PRO lo niega: sostiene que un preso puede ser candidato y ya ocurrió en Misiones.
En Diputados hay otra negociación en ciernes por la AGN: el oficialismo cedería a la pretensión de UP en el Senado y aceptaría que el proyecto para definir la nueva integración del organismo contemple cuatro miembros por cámara. Tres serían para el peronismo y el resto se lo repartirán UCR, PRO, La Libertad Avanza, partidos provinciales y peronismo disidente.
Villarruel, sin destino
El Senado dejó stand by el debate para ampliar la Corte Suprema y desnudó la interna: Karina Milei habilitó el inicio de la negociación y Santiago Caputo movió piezas para bloquearla. La disputa seguirá cuando haya que elegir los nuevos candidatos a cortesanos.
En el duelo interno, el senador Juan Carlos Pagotto fue el emisario de la hermana del Presidente, a través de Lule Menem; y al asesor estrella lo representó el jefe de la bancada LLA, Ezequiel Atauche. El debate volverá recién después de las elecciones.
La cámara alta sigue en estado de conmoción por la errática conducción de Victoria Villarruel, quien en esta semana no atendió a su aún secretario administrativo, Emilio Viramonte. El cordobés anunció su renuncia, que debe ser tratada en el pleno. No se presentó aún en su oficina.
La vice renovó su círculo íntimo, casi como si hubiera asumido de nuevo. Echó a todos los referentes de la juventud, tiene nuevo vocero y nombró como jefe de asesores al consultor Mario Russo; y como subdirector de Control de Auditoría y Gestión del Senado a Juan Manuel Gestoso Presas, un exteniente acusado de destruir libros del Hospital Militar de Salta durante la última dictadura.
Villarruel cumplió con el gremio legislativo y dispuso 250 recategorizaciones. Y revalidó su alianza con UP, con el aumento de lugares en las comisiones bicamerales, algunas de ellas de control que pueden complicar a Milei en temas como deuda externa y su relación con la justicia. No es una preocupación de la vicepresidenta. Tiene otras urgencias.