Para aliviar los conflictos que afronta en el Senado, Victoria Villarruel cumplió el pacto que tenía con Unión por la Patria (UP) para cederle más lugares en comisiones. A través de una resolución, el peronismo sumó poder en las de control, como la de seguimiento de deuda y la de implementación del Código Procesal Penal.
A través del decreto presidencial 41, este jueves la vicepresidenta completó la integración de comisiones y UP resultó el más favorecido. Este fue su acuerdo que la titular del Senado tuvo con la bancada más numerosa para nombrar el último 7 de mayo al secretario administrativo, Emilio Viramonte Olmos, quien renunció intempestivamente el último viernes, molesto porque todavía no le delegaron las facultades.
Aun así, Villarruel quiere cumplir su parte. La semana pasada recategorizó a 250 personas que trabajan en la cámara alta. Y este jueves mejoró la posición de UP en comisiones que le permitirán hacerle sentir el rigor a Javier Milei. En la bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y de Pago de la Deuda en el Exterior, la senadora Lucila Crexell (Provincias Unidas), le dejó su cupo al peronismo, que se quedó con seis de los diez lugares reservados para el Senado.
Con estos números, el jefe de UP, José Mayans, podrá sostener la presidencia de la comisión que debe monitorear la negociación con el FMI. Es la misma que visitó Luis Caputo en 2018, no terminó bien y ocasionó que el ahora ministro de Economía no quiera volver a pisar el Congreso.
Las concesiones de Victoria Villarruel
En la disposición, Villarruel favoreció a UP en la comisión bicameral especial de monitoreo e implementación del Código Procesal Penal federal, donde el peronismo tendrá cuatro de los ocho integrantes por el Senado y se quedaría con la presidencia, a través de María Florencia López.
Esta comisión tiene que seguir de cerca el inicio del sistema acusatorio en las provincias. La próxima en implementarlo es la Ciudad de Buenos Aires, desde el 11 de agosto. La kirchnerista Anabel Fernández Sagasti es una de las más estudiosas de este tema y será otra de las vocales.
Otra comisión bicameral de control que tendrá mucha presencia peronista será la de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, Las Tecnologías de Las Telecomunicaciones y la Digitalización, que es nada menos la que podría evaluar eventuales cambios en el mercado de las Tics, como es el intento de Clarín para comprar Telefónica. UP se quedó con cuatro de los ocho representantes por el Senado.
Estas negociaciones fueron monitoreadas por Agustín Giustinian, secretario parlamentario del Senado y uno de los fieles asesores de Villarruel, además de quien tiene diálogo cotidiano con Mayans. Fue parte de las conversaciones iniciadas en marzo para lograr el nombramiento de Viramonte Olmos, quien sigue en el cargo hasta que no se trate su renuncia.
El nuevo Senado
Como explicó Letra P, Villarruel removió todo su equipo de asesores la última semana, con el nombramiento como jefe de asesores de Mario Russo, un consultor que sigue sus pasos desde el año pasado. Viramonte Olmos quedó relegado: sus funciones las cumple su segundo, Francisco Funes, aunque las resoluciones son firmadas por la vicepresidenta.
Este miércoles se conoció la resolución 306, por la cual Villarruel nombró como subdirector de Control de Auditoría y Gestión del Senado a Juan Manuel Gestoso Presas, un exteniente que ocupó la jefatura de compañía de inteligencia 5 durante la última dictadura militar. En 2008, el nuevo funcionario legislativo fue acusado de destruir libros del Hospital Militar de Salta.
La semana pasada, Villarruel dispuso decenas de ascensos y nombramientos y armó megaestructuras, como la de la dirección de Asuntos Jurídicos. La vicepresidenta quiere un relanzamiento del Senado. Y necesita de la ayuda de UP.