El Presidente tropieza en la oscuridad del Karinagate. Vocerías blue, riff de fallidos, interna dantesca y el gran dilema: dónde amputar para salvar a la reina.
Javier Milei gusta de compararse con Aarón y a su hermana Karina Milei, El Jefe, con Moisés. Sin embargo, dado el modo en que se golpea con las paredes del despacho oscuro que lo cerca, debería pensarse en realidad como el faraón del Éxodo, sometido a la plaga de las tinieblas.
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"Jehová dijo a Moisés: 'Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe'. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto por tres días. Ninguno vio a su prójimo ni nadie se levantó de su lugar en tres días, mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones". Éxodo, 10:21-23
En efecto, el Presidente no ve hasta dónde puede llegar el escándalo de las coimas, no sabe qué cabezas cortar para frenar la saga y no atina a ensayar ninguna explicación que no lo deje peor parado que antes de darla.
Conforme pasan los días y se amontonan los presagios, el golpe al corazón ultraderechista que constituye el Karinagate pone cada vez más en crisis su precario esquema del poder, basado en un núcleo minúsculo que no tiene inserción propia en ningún factor de influencia real y, para peor, estáen guerra consigo mismo.
El esquema de poder de Javier Milei, en crisis
Si el jefe de Estado debiera entregar a la dama, mentada con malicia en estos días como la secretaria general de Recaudación de la Presidencia, ¿qué recurso retendría en sus manos? ¿El del otro vértice de lo que hace un tiempo se conocía como "triángulo de hierro", Santiago Caputo, cuya tensión con el dispositivo karinista ya es un escándalo público? ¿El de la incorporación al centro de comando de Guillermo Francos, más un articulador que un operador de peso?
Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caupto, los lados del ex triángulo de hierro.
Esas preguntas se imponen, provisionalmente, en el análisis del escándalo de las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y explican que el riesgo país, medida suprema de la confianza o desconfianza del mercado financiero, haya trepado este martes a 829 puntos básicos, el lugar en el que estaba cuatro meses y 14.000 millones de dólares de deuda atrás.
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La evolución del riesgo país desde el estallido del Karinagate: cae la confianza del mercado en el gobierno de Javier Milei (fuentes: Ámbito Financiero y Rava Bursátil).
¿Para qué sirvió, al final, el "rescate" del FMI?
La confusión avanza por el escándalo de Karina Milei
Manuel Adorni no aparece en los lugares que solía frecuentar y, por alguna razón, Milei elige como voceros oficiosos a hombres que alegan trabajar de periodistas. ¿Teme que la realidad desautorice cualquier declaración de su portavoz oficial al punto de que lo termine convirtiendo en un fusible?
En tanto, el oficialismo lanza fuegos de artificio que estallan a cinco centímetros del suelo: el anuncio de una auditoría que probablemente encuentre que todo en la ANDIS ha sido impecable y la idea de trasladar ese ente al Ministerio de Salud, área manchada por el caso del fentanilo contaminado que, pese a sus casi cien muertes, ha quedado penosamente opacado en la agenda por el Karinagate. Aunque necesita soltar lastre, Mario Lugonesevitó comparecer ante la Cámara de Diputados, que lo había citado para determinar si está en condiciones de deslindar responsabilidades.
Las mentiras compartidas de Javier Milei y la Suizo Argentina
Por otro lado, alguien demasiado perspicaz o demasiado torpe –ya se sabrá– le aconsejó al Presidente que hiciera suya nada menos que la versión de la droguería Suizo Argentina, la empresa señalada como intermediaria de los sobornos, cuyo comunicado oficial difundió o promocionó –da lo mismo– en su propia cuenta de Instagram.
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Javier Milei compartió el comunicado de la droguería Suizo Argentna en su cuenta de Instagram.
En el texto, la firma da cuenta de su trayectoria centenaria, proclama su integridad y transparencia y dice apegarse a "un estricto Código de Ética".
"Frente a las circunstancias que son de público conocimiento", sigue, apelando al mismo eufemismo con el que el Gobierno defenestró a Diego Spagnuolo, "la empresa, sus directivos y accionistas se encuentran a derecho y a plena disposición de los organismos de contralor, así como de cualquier poder del Estado a fin de brindar toda la información de utilidad que permita esclarecer los hechos bajo investigación". Mentira.
Mentira de la droguería y, por extensión, mentira del mandatario, que, además de comunicadores, también usa como vocera a una firma acusada de intermediar coimas y de morder porcentajes. ¿De qué buena fe habla ese comunicado si Jonathan Kovalivker, poseedor del 21% del paquete accionario de la firma, inicialmente se voló de donde lo buscaba la Policía de la Ciudad, vació tres cajas fuertes en su domicilio y se presentó ante la Justicia recién el lunes para entregar su celular que, dijo, se había apagado el fin de semana y no podía encender por no recordar la clave?
Al hacer suya la versión de Suizo Argentina, Milei se arroja sobre una granada, algo que no sorprende si se recuerda, como reveló La Nación, que entre el año pasado y el actual los contratos de la droguería con el Estado nacional crecieron 2.678% hasta totalizar 108.299 millones de pesos, unos 80 millones de dólares al cambio de este martes.
El dilema de Javier Milei: dónde cortar la gangrena
Si Milei se ubica, así, en un lugar discursivamente peligroso, lo mismo cabe señalar sobre sus cavilaciones acerca de a qué altura debería amputar el miembro para detener la gangrena.
"Ya demostré que no dudo ni dudaré en echar a cualquiera que pudiera estar en algo raro. Y sin importar el rango, ¿eh? Pero a cualquiera, con una única excepción: mi hermana Karina" (sic), le dijo a Luis Majul en una entrevista apenas velada por un off the record de fantasía. ¿Y si El Jefe estuviera "en algo raro"?
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A Spagnuolo ya lo arrojó por la ventana, pero la apertura del teléfono del extitular de la ANDIS por parte de los peritos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) arrojó que algunos chats fueron borrados; según versiones, los que tenía con su examigo y exdefendido Javier Milei. ¿Contubernio en curso o backup que el abogado penalista desvió a otro lugar como prenda de cambio futura o, en su defecto, como parte de un eventual acuerdo de delación premiada con la Justicia?
La investigación avanza con esos y otros procedimientos a pesar de los escollos que imponen los futuros imputados. Además, sobra la gente con motivos para hablar, tanto implicada y deseosa de zafar como dolida por haberse quedado fuera del reparto.
Lule Menem, de las sombras a la luz del escándalo.
En la Casa Rosada se afirma que no le soltarán la mano, pero ¿sería posible hacer otra cosa, al menos por ahora? De hecho, eso está condicionado al devenir de los días y las semanas porque Milei está dispuesto a todo con tal de salvar a su hermana, como quedó claro en la frase confusa, casi autoincriminatoria, que le dictó a Majul.
Si el mandatario entregara al subsecretario de Gestión Institucional de la Presidencia, ¿qué garantías tendría de no tener que cortar pronto más arriba? "Yo soy Lule", se le atribuye haber dicho a la secretaria general ante los primeros conatos de rebeldía de Spagnuolo.
Los psicólogos que escuchan a Milei en estos días se están haciendo una panzada. "Los kirchneristas están molestos porque les estamos afanando los choreos", señaló el lunes en Junín, como quien se apropia de un botín preexistente.
Embed - La polémica frase de Milei para abrir la campaña: “Estamos afanando los choreos”
Enemigos íntimos
Dado que camina en la oscuridad, que no sabe qué sorpresas le deparará una investigación judicial que queda demasiado lejos del alcance de su brazo, que no sabe qué esperar de Spagnuolo, que teme por la cantidad de bocas que podrían abrirse, que no decide qué hacer con Lule Menem y que ni siquiera tiene idea de si la marea subirá hasta el cuello de Karina o hasta el suyo propio, la situación de Milei es delicada y sobre llovido, mojado: la interna luce catastrófica.
¿Podría Santiago Caputo salir ileso y reforzado, libre de rivales, cuando quien no lo señala como fogonero directo del escándalo al menos susurra que supo de los audios meses atrás y que su SIDE no hizo nada por sacarlos del mercado?
Otro Menem, Martín, mandado a espiar, al parecer tocó el timbre. Por error de su titular o de un community manager, una cuenta de Twitter que se le atribuyó respondió un posteo como si fuera el mismísimo presidente de la Cámara de Diputados.
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Desde ella, cabe aclarar que desconocida por el entrepreneur riojano, también se afirmó que "al Presidente le va a ir bien a pesar del bobo" de Caputo.
¿Qué clase de gobierno saldrá de semejante desmadre, un enchastre hecho de tres pecados: el ético de la corrupción, el fiscal del gasto público inflado y el moral del desfalco a personas que, en lugar de ajuste, merecen asistencia?