PROVINCIAS URGIDAS

Gobernadores en campaña: toda la carne en el asador para definir en las urnas su relación con Javier Milei

Con distintas estrategias salieron a dar la cara en la pelea por el nuevo Congreso. Provincialización nacionalizada y la armadura legislativa.

En un contexto marcado por la tensión entre la Casa Rosada y las provincias, los gobernadores se pondrán al frente del sprint final de la campaña hacia las elecciones que renovarán la mitad del Congreso. Todos asumieron ese rol desde el primer momento porque saben que, con las bancas, cada uno de ellos se juega el futuro de su relación con Javier Milei.

El Presidente es la cara de la campaña de La Libertad Avanza en todo el país. Protagoniza los spot y empapela con su cara las ciudades buscando la mímesis en cada uno de sus postulantes locales, inclusive en los distritos de los gobernadores con los que tejió alianzas, Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza), que cedieron su protagonismo en ese plano.

La situación obligó al resto de los mandatarios provinciales a salir a jugar con fuerza al territorio, ante el riesgo doble que representa una derrota en el turno electoral de octubre: el triunfo libertario implicará la proyección de referentes que en 2027 podrían representar una amenaza concreta para la continuidad de sus proyectos provinciales.

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La contienda del domingo 26, elección que pone en juego 24 bancas en el Senado y 127 en Diputados, terminará de dar forma a la armadura legislativa con la que los gobernadores saldran a dar pelea para sostener su poder de negociación con el Presidente. Para defenderse cuando haga falta y para atacar cuando resulte necesario.

Provincias Unidas, gobernabilidad para todos

Dadores de gobernabilidad durante la etapa naciente de la gestión libertaria, el conjunto de gobernadores no peronistas que Milei alguna vez consideró sus aliados golpearon la mesa en 2025 ante la estrategia de la Casa Rosada, que plantó listas en todas las provincias del país. La manifestación de ese enojo, que se sumó a los recortes presupuestarios y al corrimiento del Gobierno de algunas áreas centrales para las administraciones nacionales, se expresó en el Congreso.

Cuando las tropas provinciales empezaron a cuestionar las políticas libertarias y le corrieron el cuerpo al apoyo legislativo, la Casa Rosada no pudo avanzar más con ninguno de sus proyectos. Con todo, la postura no fue la una sola. Las negociaciones siguieron y algunos debates encontraron matices para arribar a acuerdos que beneficiaron a ambas partes. En los grandes temas como la Emergencia en Discapacidad o el Financiamiento Universitario, el quiebre quedó en el centro de la escena.

Provincias Unidas
Los seis gobernadores de Provincias Unidas y Juan Schiaretti en Puerto Madryn.

Los seis gobernadores de Provincias Unidas y Juan Schiaretti en Puerto Madryn.

La expresión más clara de esa puesta la corporizan los seis gobernadores que integran Provincias Unidas. Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gustavo Valdés (Corrientes) y Carlos Sadir (Jujuy) se metieron a los codazos a terciar en la polarización entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria. Nacionalizaron las campañas provinciales y mandaron a la cancha a jugadores centrales como la vicegobernadora Gisela Scaglia (Santa Fe), su par de Chubut Gustavo Menna, y en Córdoba al tres veces gobernador Juan Schiaretti.

La Patagonia estratégica

Afuera de Provincias Unidas, en la Patagonia norte Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén) pusieron también a sus principales laderos al frente de las listas provinciales. También ellos tomaron el protagonismo de la campaña.

Al comando de dos de las ocho provincias que ponen en juego sus asientos en el Senado, ambos eligieron tomar el camino inverso al asumido por sus pares de PU que quieren poner un Presidente en 2027. La dupla patagónica se refugió en sus discusiones provinciales para enfrentar a los armados peronista y libertario que los atacan desde dos frentes y cruzan acusaciones. Para Fuerza Patria, son “funcionales” a la Casa Rosada. Para LLA, “kirchneristas”.

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Con distinta suerte encararon una campaña marcada por los reclamos a la Casa Rosada y el anticipo de un tira y afloje que se intensificará después de las elecciones. Ellos esperan con la pelota bajo la suela. Saben que más allá de los votos administran parte de los territorios que, de la mano de Vaca Muerta, el mundo entero ubica entre los más estratégicos del país.

El peronismo territorial

Si bien ninguno tomó el rol protagónico que asumió el tucumano Osvaldo Jaldo, primer candidato en la lista de su provincia, los gobernadores peronistas salieron a comerse el territorio para marcar las diferencias con La Libertad Avanza, que en la mayoría de las provincias carece de figuras fuertes, más allá del propio Milei.

Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa) y Ricardo Quintela (La Rioja) conjugan el estilo que les permite hacer base en la gestión provincial, pero elevando el tono para posicionarse a la cabeza de una alternativa de ruptura con el modelo libertario de cara a 2027. Le votaron todo en contra en el Congreso y ponen a jugar ese elemento en la campaña frente a la multiplicidad de nuevas opcoines opositoras que se suman a la oferta.

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Ricardo Quintela, Axel Kicillof, GIldo Insfrán y Sergio Ziliotto, el bloque de gobernadores peronistas que desde el minuto cero salieron al cruce de la gestión de Javier Milei.

Ricardo Quintela, Axel Kicillof, GIldo Insfrán y Sergio Ziliotto, el bloque de gobernadores peronistas que desde el minuto cero salieron al cruce de la gestión de Javier Milei.

La falta de liderazgo nacional en el peronismo se expresa en ese bloque de gobernadores de modo casi absurdo. Ese grupo irá a las elecciones con cinco sellos distintos, aunque todos contarán con el aparato del PJ a su disposición. Lo mismo hará Raúl Jalil en Catamarca, que si bien empuja a sus candidatos desde la boleta de Fuerza Patria, en alianza con su socia K Lucía Corpacci, puede que el discurso opositor le quede un poco más incómodo.

En Tierra del Fuego, el forjista Gustavo Melella también pide ser contado entre los opositores destacados. El radical Gerardo Zamora también se suma a ese lote, aunque su principal preocupación parece ser ordenar la transición en su provincia, que el 26 de octubre también elegirá gobernador.

Las mil formas del dialoguismo

En lo que concierne a lo estrictamente electoral, en el otro extremo de Jaldo está Claudio Poggi, que directamente se declaró prescindente de la contienda, aunque metió a gente de su riñón en la lista libertaria e hizo estallar el mileísmo de San Luis. El mandatario puntano es el extremo de los jefes dialoguistas que abre el juego a expresiones liberales dentro de sus propios armados, aunque se presentan como garantía ante la ciudadanía de su provincia.

Gustavo Sáenz (Salta) o la campaña misionerista que concentra el exgobernador Oscar Herrera Ahuad en su distrito, son ejemplos a los que se puede sumar el sanjuanino Marcelo Orrego, que hasta último momento evaluó una alianza con el sello violeta, que finalmente se truncó.

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