A pesar de que el armador oficial de La Libertad Avanza en Córdoba, Gabriel Bornoroni, inscribió la alianza para competir en las elecciones municipales de Río Cuarto del 23 de junio, el asesor de Javier Milei, Santiago Caputo, tomó la decisión final: no habrá una lista oficial del espacio.
La expectativa había comenzado a crecer cuando el estacionero, que tiene la banca de Karina Milei y Martín Menem, inició conversaciones con el empresario y corredor de rally Gastón González.
El detalle es que no descartó la posibilidad del debut hasta último momento y dejó expuesta la interna de cúpula en el asiento del poder en Buenos Aires.
La interna en el despacho de Javier Milei
El mundillo de la política de la ciudad imperial jamás creyó en la postulación de González porque hace tiempo que no reside de manera permanente en el bastión. "Buenos Aires-Francia; Francia-Buenos Aires", comentaban la hoja de ruta habitual del piloto.
El vínculo social débil de González y las encuestas que no lograban demostrar un derrame expectable del fenómeno que expresó el Presidente explican la decisión que expone diferencias de criterio en las vías para la construcción partidaria libertaria.
Por un lado, quedó expuesta la visión de Caputo, conservadora y ajustada al marketing. Por el otro, la de Karina Milei y Menem, con una determinación de empezar a ponerle punto final a la anarquía.
Bornoroni fue ganando espacios de poder gracias al buen concepto que la dupla tiene de él. No obstante, esta bendición para nada despreciable mostró una red más compleja con motivo de la elección riocuartense.
Gabriel Bornoroni, sin permiso para jugar en Río Cuarto
En el único turno electoral del año, Bornoroni no tendrá la oportunidad de iniciar el trabajo de tenía como objetivo mostrar una nueva etapa de madurez política, más allá de los epítetos anticasta de Milei.
A nivel local, demostró la red difusa de LLA en la provincia con candidaturas del espectro que dicen no necesitar bendición, como el caso del presidente del Partido Libertario de Río Cuarto, Mario Lamberghini.
También reflejó escaso diálogo entre las figuras pioneras, por caso, con la presidenta del MID, la diputada Cecilia Ibáñez, que decidió jugar con la peronista díscola, Adriana Nazario.
Gabriel Bornoroni - María Cecilia Ibañez.png
Otros tiempos: Gabriel Bornoroni y Cecilia Ibáñez.
La determinación "de arriba" sobre la elección en Río Cuarto ratifica un problema que se observó en el maratónico 2023 electoral. Milei no apadrinó candidaturas y quienes se presentaron invocando su nombre e ideas compusieron un enorme collage de fracasos cuando el ahora mandatario no estuvo al tope de la boleta. Caputo no quiere un traspié, más allá de la apuesta tradicional por la competencia, tan arraigada en la vida de los partidos políticos.
Karina Milei y Martín Menem ya demostraron que desean abandonar el trabajo silvestre. Convivirá por ahora una mirada corta en la que se impone el "ganar o ganar" y la avanzada que atiende no sólo un criterio electoral, sino también las relaciones políticas propias del territorio.
Así quedó demostrado, por ejemplo, con la avanzada en la ciudad de Buenos Aires de Jorge Macri y, antes, en la Córdoba de Martín Llaryora. No fue causal la elección de estos distritos para empezar a armar por parte de la secretaria General de Presidencia.