Aunque no desdeñe apelaciones al corazón albirrojo de la pampa gringa, la UCR desafiará al peronismo de Río Cuarto con una alianza que se espeja en dos de los conceptos reputados en la provincia mediterránea: el Partido Cordobés, que impulsa Martín Llaryora; y la proclama anticasta con la que Javier Milei logró masivas adhesiones entre los desencantados con la política.
El candidato Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile, el radical más codiciado de los últimos meses, serán los referentes de una amalgama en la que conviven outsiders -como profesionales independientes y deportistas- y dirigencia con reconocible trayecto político.
Presentado formalmente como Primero Río Cuarto, el frente incluye a antiguos socios de Juntos por el Cambio, como el Frente Cívico y la Coalición Cívica. También, combina sellos locales de corte progresista, como Riocuartenses por la Ciudad y Respeto, con fuerzas de derecha, como Encuentro Vecinal y Nos. Esta última agrupación tienen como referencias nacionales al carapintada Juan José Gómez Centurión y a la exdiputada antiaborto Cynthia Hotton.
Adiós Juntos por Río Cuarto
Con insistencia, operadores boinablanca refieren al combinado como Partido Riocuartense, al que definen como evolución del caduco Juntos por Río Cuarto, que mantiene representación en el Concejo Deliberante pero no existirá en los centros de votación del 23 de junio.
Así será por la ausencia del PRO, partido que ha mantenido un sinuoso trayecto, que podría derivar incluso en una presentación de candidatos propios sobre el cierre del plazo, previsto para el 6 de mayo venidero.
El nombre que encabeza las especulaciones es Manuel Betorz, hoy tribuno de cuentas de la ciudad y referente local de Laura Rodríguez Machado.
Precisamente, la diputada es sindicada como la impulsora de un acuerdo con el peronismo. Bajo paraguas de aquel Partido Cordobés, al que ya se integraron dirigentes amarillos, el pacto no impactaría en el armado que encabeza Guillermo de Rivas, el candidato oficialista. Más bien se pensaría para restar votos del espectro cambiemista a Parodi.
“Es una cuestión provincial. Los dirigentes locales quieren jugar con Gonzalo, pero desde arriba hay otro interés. De todos modos, nosotros no precisamos al PRO para nuestro partido riocuartense. Hace seis meses descartamos ser Juntos por el Cambio”, afirman desde el entorno del candidato radical.
Los reparos de Javier Milei
La unidad de las facciones radicales lleva bastante menos de medio año. Las internas realizadas en septiembre no resultaron tan decisivas como se esperaba. Desde aquel momento, mientras Parodi hilvanaba acuerdos sobre el tablero local, Abrile siguió un camino con muchos guiños que nunca devinieron en volantazo.
Tanteado por las dos corrientes que representarán al peronismo, el médico terapista estuvo cerca de cerrar un acuerdo con La Libertad Avanza al fin del verano. Deseosos de un nombre con predicamento y votos propios, libertarios cordobeses sostuvieron negociaciones que se proyectaron a Buenos Aires.
Fieles al juego de ambigüedades para pescar desde cualquier orilla, los operadores más cercanos a Javier Milei permitieron un avance de las conversaciones en las que primaba el caudal electoral de quien podría representar al Presidente en la primera elección desde su asunción.
Avanzado ya marzo, las mismas voces despreciaron cualquier acuerdo. Señalaron, como condición terminante, la filiación radical del excandidato a intendente en 2020.
La reconocida aversión del minarquista por la UCR no explica en su totalidad la decisión. Por aquel entonces LLA ya vivía un proceso de reconfiguración en Córdoba, del que emergería Gabriel Bornoroni como líder del espacio en desmedro de antiguos vocingleros del espacio.
La unión de la UCR
Aunque afirman que nunca cortaron el diálogo, los equipos de Parodi y Abrile ponen los mojones del acuerdo en distintas hojas del calendario. No obstante, remarcan que toda charla tuvo como basamento la identidad radical de ambos y el reparto de lugares en la lista de concejales según los resultados de las internas.
Desde la próxima semana, inicio oficial de la actividad proselitista, el médico oficiará como jefe de campaña del concejal. Además de mostrarse juntos, aquel mantendrá una profusa actividad en redes. “No queremos perder un solo voto de los que sacó en la interna”, dicen cerca de éste.
Ambos serán flanqueados por reconocidos boinablanca, como Carlos Ordóñez, concejal y exsecretario de Gobierno, junto a figuras que dan sustento a la idea de un armado transversal.
Entre ellas destacan Analía Brizzio, empresaria agropecuaria y dirigente del Centro Empresario, Comercial, Industrial de Río Cuarto y los exfutbolistas Luis Di Santo y Matías Dutto, históricos goleadores en la liga de la ciudad imperial.
También renombran a Ana Vasquetto. Productora rural, exvocal de la Sociedad Rural de Río Cuarto, también es docente universitaria, veterinaria, empresaria y propietaria de una fábrica de alimento balanceado.
Y cómo no, habrá lugar para referentes de la iglesia evangélica, otra similitud con las listas de De Rivas y Adriana Nazario, postulantes de un peronismo al que ni las intervenciones del gobernador Llaryora lograron unificar.