Empoderada, El Jefe quiere negociar con los gobernadores, tomar el control de la SIDE y definir las vacantes judiciales. Santiago Caputo, bajo la lupa.
A algunos jueces y fiscales ya les llegó la noticia. Karina Milei empezó a pedir las nóminas de los candidatos a ocupar los cargos vacantes en la Justicia. Quiere revisarlos personalmente “uno por uno” y conocerlos antes de dar el visto bueno final para que los pliegos lleguen al Senado. Se trata del 33% del fuero federal.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
En los pasillos de Comodoro Py también se dice que la hermana de Javier Milei va por la SIDE. Tanto la Justicia como los servicios de inteligencia estaban, hasta ahora, bajo el control de Santiago Caputo. Pero El Jefe se siente empoderada por el resultado de las elecciones del 26 de octubre y les hizo saber a sus colaboradores más cercanos que avanzará sobre las dos áreas.
En el karinismo también se habla de otros cambios que marcarían un nuevo orden en el gobierno de Milei. Además del nombramiento de Manuel Adorni en la Jefatura de Gabinete y la asunción de Diego Santilli en el Ministerio del Interior, la secretaria general de la Presidencia busca imprimirle una nueva lógica a la relación con los gobernadores, con acuerdos de largo plazo que garanticen un apoyo estable a las reformas de fondo que promete implementar su hermano.
El vínculo con las provincias estaba, hasta ahora, a cargo de Guillermo Francos y también, de Caputo. El exjefe de Gabinete pasó a despedirse de su equipo en la Casa Rosada esta semana. Se emocionó. Milei no le agradeció su trabajo en público ni lo saludó en privado, a pesar de que los unía una relación de casi dos décadas, de sus tiempos compartidos en el grupo Eurnekian. El vínculo quedó dañado.
En su renuncia, el exministro coordinador dejó trascender que estaba harto de las operaciones que buscaban limar su poder. De algunas usinas de Gobierno habían salido rumores que indicaban que, después de las elecciones, Caputo se haría cargo de un megaministerio que abarcaba desde Obras Públicas hasta Interior, Transporte y Justicia. Prácticamente una Jefatura de Gabinete paralela, que manejaría todos los resortes de poder. Milei nunca lo desmintió. Por el contrario, el Presidente habló de darle a Caputo una función “central” en el Gabinete.
Por entonces, circulaban encuestas que mostraban un panorama complicado para la tropa libertaria. Los números que manejaba Caputo pronosticaban una derrota en la provincia de Buenos Aires y un escenario parejo en Córdoba y en Santa Fe, además de derrotas en provincias como Neuquén. Eso significaba el fracaso de la estrategia diseñada por Karina y los primos Martín y Lule Menem, de desembarco libertario con listas propias en todas las provincias.
El día después de la victoria
El panorama cambió en las horas previas a la elección. A oídos del Gobierno llegaron otras encuestas. El peronismo tenía los números que finalmente mostraron las urnas. El viernes 24, Sebastián Galmarini, cuñado de Sergio Massa, ya sabía que la diferencia en la provincia de Buenos Aires se había achicado a tres puntos y la tendencia seguía. El ala karinista se enteró mediante interlocutores comunes. El sábado, Milei le dijo a Martín Menem que seguiría al frente de la Cámara de Diputados. El domingo, el Presidente apareció radiante en la escuela en la que le tocó votar.
Después de las elecciones, llegó el tiempo del pase de facturas internas. El lunes, Karina se levantó victoriosa. Dijo que su estrategia había consistido en atravesar “tres meses de camino de espinas” para conseguir dos años de paz duradera, mientras que la propuesta de Caputo implicaba la ecuación inversa. Unos meses de paz y dos años de extorsión a manos de los gobernadores. Puso al asesor bajo la lupa: mandó a “revisar todo” lo que tenía a su cargo, desde los estudios de opinión pública hasta las decisiones de campaña. ¿Hubo algún error que se haya generado adrede? “Hay que ver”.
Otros libertarios ponen paños fríos y advierten que los Menem están cobrando una cuenta pendiente por el escándalo de las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Siempre apuntaron contra Caputo por la filtración de los audios de Diego Spagnuolo. Ahora llegó el momento de la revancha.
“Paremos un poco, todos tenían los mismos números. Nadie serio le daba más de 35 puntos a La Libertad Avanza a nivel nacional. Hubo un efecto de los últimos días que nos sorprendió a todos. A Milei también”, dice un dirigente que recorre el territorio. Muchos libertarios no quieren que la sangre llegue al río. Remarcan que la estrategia de Caputo fue acertada en la polarización con el kirchnerismo y llaman a ser medidos y a no envalentonarse en la victoria.
El Presidente volvió a mediar para la paz. El fin de semana pasado recibió a Caputo en Olivos y ratificó la vigencia del “triángulo de hierro”. Lo mandó a trabajar “codo a codo” con Santilli y con Adorni, por encima de cualquier cargo formal. En el caputismo dicen que fue el asesor quien sugirió el nombre del Colorado para Interior.
Martín Menem seguirá a cargo de la Cámara de Diputados. Con los gobernadores hablará Santilli y la gestión estará a cargo de Adorni. En definitiva, toda la política estará bajo el control de la hermana del Presidente. “En realidad, Karina siempre tuvo la última palabra. Pero había mucha superposición de órdenes, estaba Francos, se metía Santiago, ahora queda todo mucho más claro. Manda ella”, apunta un libertario de buena con la secretaria general.
En el karinismo hablan de “una nueva lógica” en la negociación con los gobernadores. Aseguran que “se terminó el tiempo del toma y daca” y que ya no habrá conversaciones tema por tema, como sucedió históricamente. No más promesas de rutas y rotondas a cambio de votos.
Es curioso, los gobernadores se quejan de que no recibieron nada. Martín Menem dice que Caputo les dio de más. La lógica fue efectiva hasta comienzos de este año, cuando estalló el escándalo $LIBRA y los mandatarios empezaron a tomar distancia. Después llegaron las elecciones provinciales, con la decisión de los Menem de enfrentarlos en las elecciones locales, que generó la ruptura de los acuerdos en el Congreso.
Como sea, ese tipo de diálogo se terminó. Karina buscará cerrar acuerdos más profundos que no obliguen al Gobierno a negociar cada vez que quiera llevar una ley al recinto. Sellar una sociedad más duradera. ¿Será posible? Dicen que habrá zanahorias, resolución de los problemas que se arrastran desde hace años, como lo que sucede, por ejemplo, con los déficits de 13 cajas jubilatorias que son un dolor de cabeza para las provincias.
A cambio esperan apoyos explícitos. Si no, en vez de zanahoria, “habrá palo”. Los libertarios dicen que los gobernadores ya saben de qué se trata. Con las listas violetas que plantó en todas las provincias, Karina hizo perder a casi todos en las elecciones nacionales. Los casos más resonantes fueron los de Córdoba y Santa Fe. Al cordobesismo no le alcanzó ni con Juan Schiaretti en la boleta para vencer a un ignoto Gonzalo Roca. El candidato libertario no levantaba en las encuestas, pero bastó con que Milei viajara a Córdoba y le alzara la mano para dar vuelta los números. ¿Pasaría lo mismo en una elección provincial?
Hay fuentes libertarias que advierten que hay que tener cuidado con esa lectura. “Cuando juegan la elección propia, los gobernadores ponen en marcha una maquinaria y te pasan por arriba. Quedó demostrado en todas las elecciones provinciales”, advierte un dirigente que padeció la campaña en una elección local con la boleta violeta.
Por lo pronto, Santilli ya arrancó las conversaciones con los gobernadores. El Presidente le dio confianza y lo mandó a reportar todo a Karina. Los mandatarios se mostraron bien predispuestos para acompañar. Llegan con la guardia baja después del 26 de octubre, pero quieren ver resultados concretos.
La Justicia y la SIDE, en la mira de Karina Milei
Además de la relación con los gobernadores, Karina busca arrebatarle a Caputo el control de la SIDE y la relación con los jueces que el asesor controla vía el secretario de Justicia, Sebastián Amerio. En línea con lo que hizo el excanciller Gerardo Werthein, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, también anunció antes de las elecciones que dejaría su cargo.
La secretaria general de la Presidencia quiere poner en Justicia a una persona de su confianza, que todavía no definió. Le pidió a Cúneo que demore su salida y empezó a mirar los pliegos de los jueces que deberá aprobar el Senado. Hasta ahora, Amerio conducía esa negociación con el peronismo. Nadie lo notificó sobre posibles cambios.
No queda claro en qué lugar quedaría Caputo si Karina avanzara en todas las áreas que anuncian. Puertas adentro, en algunos despachos advierten que no es tiempo de volver a sobregirarse en la interna. Nunca se sabe cómo puede volver.