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CFK en Rosario: el único intendente, detector de metales y Lali, la música para la resistencia anti-Milei

Diez mil personas y solo un alcalde fueron a ver a la expresidenta. El celoso operativo de seguridad para invitados y un hit que levantó a la barra cristinista.

El intendente solitario

A diferencia de otras épocas, no hubo un gran desfile de referentes del peronismo santafesino en el sector reservado para dirigentes e invitados especiales. De hecho, un solo intendente justicialista dio el presente: Carlos De Grandis, alcalde de Puerto General San Martín, una localidad ubicada en el corazón del cordón industrial, a la vera del Río Paraná, donde están las terminales portuarias más importantes de la zona.

De Grandis es el intendente santafesino que más años lleva en su cargo: fue electo por primera vez en 2001. Esa experiencia lo transforma en una voz escuchada dentro del partido, a pesar de liderar una localidad pequeña. Por eso, fue quien tomó la voz cantante el año pasado en una cena que dirigentes del PJ santafesino compartieron con el entonces candidato Sergio Massa. No fue lo único: De Grandis recibió al tigrense en su ciudad, en plena campaña, cuando intentó insuflar ánimos a una estructura que venía golpeada por una fuerte derrota en el plano local.

Lali Espósito, la elegida por la barra cristinista

La música tuvo protagonismo en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Rosario, conocida popularmente como La Siberia. En la previa sonaron canciones de Q´ Lokura y Emilia Mernes, pero sin dudas la que levantó al público es “Fanático”, el último hit de Lali Espósito con el que se plantó ante los mordaces comentarios que le dirigió el presidente Javier Milei. Es la banda de sonido elegida para la resistencia cristinista: fue el tema que sonó cuando CFK subió al escenario y cuando terminó su discurso. En ambas oportunidades, se la vio bailando y cantando.

Los condimentos de un clásico acto peronista también tuvieron lugar. Los bombos, los repiques y las trompetas -con insignias del Arroyo Seco Athletic Club- empezaron a sonar cerca de la hora en la que la expresidenta subió al escenario y acompañaron cada vez que el público quiso agitar alguno de los clásicos cantitos de la barra cristinista. Solo uno fue vetado por la flamante presidenta del PJ: “Milei, basura, vos sos la dictadura”. En cambio, pidió que suene “traigan al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de idea, lleva las banderas de Evita y Perón”. Sonríe Guillermo Moreno.

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Celosa seguridad

Un detalle que llamó la atención a periodistas e invitados, quienes tenían acceso especial a sendos corralitos, fue el celoso operativo de seguridad que tuvieron que atravesar para llegar a sus lugares designados. Un primer control que chequeaba que quien pase tenga la pulsera correspondiente -verde para invitados, blanca para periodistas-, un segundo cacheo que incluía detector de metales y un tercer control donde se pedía mostrar lo que había en bolsos y mochilas.

En los corralitos, la presencia del personal de seguridad fue masiva, siempre atentos a que nadie salga de su lugar -incluso el público que por el fuerte calor buscaba apartarse de la multitud- y con los referentes del operativo comunicados entre sí con handies. Todos quienes trabajaron en el operativo estuvieron identificados con remeras blancas del Encuentro Nacional de Salud y no se trataba de personal contratado en su mayoría, sino militantes -algunos tatuajes los delataban- que repartían su atención entre sus deberes y la atención que querían prestarle al discurso de CFK.

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El celoso operativo de seguridad en el acto de CFK estuvo a cargo de militantes, identificados con la remera del Encuentro Nacional de Salud.

El celoso operativo de seguridad en el acto de CFK estuvo a cargo de militantes, identificados con la remera del Encuentro Nacional de Salud.

La Plata conducción

La organización del evento, en su décimo primera edición, estuvo a cargo de la franquicia santafesina de La Cámpora -con Florencia Carignano al frente- y del ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak, oriundo de La Plata. Así se explicaba que, a las obvias camisetas de Central y Newell´s que proliferaban en el público, se les sumasen prendas de Estudiantes y Gimnasia de La Plata -bastante raras de ver en Rosario- usadas tanto por el personal de la organización como por el de seguridad.

Hasta CFK tuvo calor

El cambio de horario del acto -estaba anunciado a media tarde pero se corrió para el mediodía- expuso a los más de diez mil asistentes a una espera al rayo del picante sol que pegaba a orillas del Río Paraná. Las soluciones que encontraron los militantes fueron variadas: abanicos improvisados, banderas usadas como sombrillas, y hasta algunos temerarios se escabulleron debajo del palco de prensa, que estaba atiborrado de gente, para tener algo de sombra.

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Sombreros o banderas, todo sirvió para refugiarse del sol cuando hablaba CFK.

Sombreros o banderas, todo sirvió para refugiarse del sol cuando hablaba CFK.

Al ser un Encuentro Nacional de Salud, médicos y enfermeros sobraban, sin embargo tuvieron bastante trabajo para atender a cada uno de los asistentes que acusó recibo del asfixiante calor. Se pudo ver también a altos dirigentes de La Cámpora Santa Fe repartiendo agua a cuatro manos entre el público, apretado contra la valla como fans en un recital. Hasta CFK tomó nota, antes de cerrar su discurso: “Hace mucho calor, no se olviden que soy pingüina”, dijo entre risas. Como siempre sucede en Rosario, algunos lo tomaron para el lado futbolístico.

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