El ministro de Transportey candidato a diputado nacional Diego Giuliano fue el anfitrión de una larga mesa de dirigentes, legisladores e intendentes del peronismo santafesino que se reunieron para consolidar el apoyo a la candidatura presidencial de Sergio Massa y repasar los pasos en falso que los llevaron a la dura derrota en la provincia de Santa Fe. Lineamientos para la logística territorial, algunos trapitos al sol y el 22-O como fecha clave.
En principio, la cena en el piso 13 del Ministerio de Economía estaba preparada para unos 50 participantes y se fue ampliando hasta llegar a más de 70 comensales, entre los que se destacaron el candidato a diputado y jefe de bloque de Unión por la Patria de la Cámara Baja, Germán Martínez -que luego acompañó a Agustín Rossi al debate en TN-, su compañera de la lista y titular de Migraciones, Florencia Carignano, el senador y ex candidato a gobernador Marcelo Lewandowski, y legisladores nacionales.
Además, casi la totalidad intendentes y presidentes comunales como Roldiver Santacroce de Funes, Pablo Corsalini de Pérez y Amadeo Vallejos de Reconquista, los tres reelectos. La presencia perottista fue escasa, apenas el concejal santafesino Ignacio Martínez Kertz y el senador provincial Alcides Calvo, pero, por ejemplo, el ladero del gobernador y actual diputado Roberto Mirabella no asistió.
El mensaje fue unívoco: la prioridad ahora es que Massa sea presidente, después del 22 de octubre se vendrá el pase de facturas. Lewandowski fue uno de los que marcó la necesidad de analizar la reestructuración y de que cada uno diga lo que tenga para decir, pero aclaró que será una vez que pase la “urgencia de las elecciones nacionales”.
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Igualmente, algo de catarsis se hizo en la extensa lista de oradores. Por ejemplo, tras la última tanda de tira de asado, Carlos De Grandis, intendente de Puerto General San Martín, largó un picante mensaje con evidente malestar por el pobrísimo proceso electoral santafesino, desde los desencuentros del cierre de listas y la campaña, hasta los resultados.
Cuando servían el flan de postre, ingresó el ministro y candidato Massa que saludó uno por uno, sonrió y envió un mensaje para que militen el territorio y no lo dejen a pata como sucedió en algunas localidades de Buenos Aires. Eso coincide con lo que les pidió durante el fin de semana a algunos de los participantes del encuentro para que se cuelguen al hombro la campaña nacional y lo eleven, el 22 de octubre, a la suma de 32 puntos, once por encima de los que el PJ consiguió en las primarias en la Bota.
Hay una idea dando vueltas que es ofrecerle al titular de Economía la organización de un acto para al menos 2 mil personas en un salón de eventos de Rosario, donde acudan también empresarios. Por ahora se transmitió la intención y pidieron que le confirmen el día que le permita su agenda para organizarlo.
En un momento Massa dijo estar al tanto del malestar que había generado su comentario por la mañana, tras el acto en Pilar, en el interior de la provincia de Santa Fe, acerca de un eventual cargo de gabinete para Omar Perotti. Su afirmación probablemente haya sido para superar rápidamente la preguntas, pero prendió en la calentura de toda la dirigencia presente en Economía por entender que se premiaba a quien consideran el mariscal de la derrota. Para aclarar los tantos dijo que en realidad todos aquellos que trabajen tendrán las puertas abiertas.
