Horas después, ese mismo martes por la noche, la tendencia en el colegio electoral presagiaba que Donald Trump se consagraría nuevamente presidente de los Estados Unidos con promesas de aumento de aranceles a los productos importados, protección a la industria y el trabajo estadounidenses. También, con un discurso radicalizado y articulado con la derecha global, que en Argentina tiene como intérprete a Javier Milei.
El Presidente salió fortalecido del triunfo arrasador de su socio estadounidense, aunque ya llevaba algunas semanas de recuperación en la opinión pública local, impulsada principalmente por la estabilidad cambiaria y la baja sostenida de la inflación. Está eufórico. Sin embargo, esa tarde, en Avellaneda, CFK comparó el plan económico de Milei con un yogur: “Todos sabemos que se vence”.
CFK, otra vuelta
La expresidenta volvió al ruedo con todo, con una jugada que lleva meses de preparación y con la convicción de que el modelo económico de Milei, tarde o temprano, terminará en un fracaso como las anteriores experiencias argentinas en las que reinó la bicicleta financiera. Piensa que, ante la debacle, la sociedad irá a buscar un modelo económico antagónico. Pero también un liderazgo fuerte como el suyo.
Con esa línea de análisis, Cristina se puso al frente de la nueva organización peronista, que tuvo como primera jugada institucional la toma de la presidencia del Partido Justicialista nacional, en paralelo al despliegue político y territorial que ya empezó a mostrar. Esta semana, tuvo tres apariciones en la provincia de Buenos Aires. El martes, en Avellaneda, y el viernes, en Lomas de Zamora y Lanús. Habrá más.
La expresidenta tiene previsto sostener las visitas al conurbano bonaerense y no descarta viajar al interior del país. Mantendrá los encuentros cara a cara y las rondas de charla. Quiere escuchar directamente las demandas ciudadanas. Una línea similar a la de la campaña que hizo en 2017, cuando gobernaba Macri, y fundó Unidad Ciudadana.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CFKArgentina/status/1853900336823480430&partner=&hide_thread=false
Por ahora, tiene en la mira el armado de las listas legislativas 2025. Eso también fue tema de conversación con los empresarios durante la visita a Avellaneda. “Coincidimos con Cristina en que tenemos que hacer un trabajo fuerte para que los representantes que tengamos el año que viene en el Congreso no se den vuelta y terminen votando con el Gobierno”, le contó a Letra P uno de los asistentes a la visita, que fue organizada por el Movimiento Productivo 25 de Mayo a pedido del equipo de la expresidenta. No quieren más traiciones.
A CFK le obsesiona el tema de la representación parlamentaria. Hace un mes, apuntó todos sus cañones contra los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, que hicieron su aporte en el Congreso para que Milei pudiera blindar el veto a la ley de financiamiento universitario. Habló de “transfuguismo político”. Lo mismo había hecho con los senadores Carlos Camau Espínola y Edgardo Kueider cuando se sancionó la ley ómnibus. Ambos ingresaron con la boleta del Frente de Todos y votaron con Milei.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CFKArgentina/status/1844376931669529085&partner=&hide_thread=false
Ahora, la expresidenta quiere controlar el armado de las listas 2025 para consolidar una oposición dura en el Congreso. “Hay que trabajar desde ahora para armar una alianza estratégica que, dentro de las reglas democráticas, le ponga un freno a la política económica”, coincidieron los empresarios en la charla. Acordaron pasar a la acción en el plano político en la articulación con otros sectores productivos y de la sociedad civil.
Cristina dice que el peronismo tiene que usar los próximos meses para elaborar propuestas para ser alternativa de Gobierno. Ella misma sentó las bases del plan en el documento que publicó en febrero con críticas al modelo económico del oficialismo. Piensa que hay trazar líneas claras para evitar los desacuerdos de 2019. En caso de éxito electoral, será a todo o nada, como Milei. “El próximo gobierno peronista tiene que tener un DNU más grande que el de Federico Sturzenegger", dijo Wado de Pedro esta semana.
La caída de los moderados
La mayoría de los analistas políticos coincide en que la caída de acciones de los moderados a nivel global quedó cristalizada por el triunfo de Trump frente a Kamala Harris. “A mí me gustaba la propuesta de Horacio Rodríguez Larreta, me parecía la más razonable, lógica, pero está lejísimos, lamentablemente, de lo que la sociedad quiere. Hay que construir algo de lo cual nos avergoncemos un poquito, pero que sea realista, porque si no, no se recupera. Esa es la paradoja. Dejen de ser tan moderados, porque con eso no se llega”, le dijo Eduardo Fidanza, analista político y de opinión pública a Jorge Fontevecchia.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/mfontevecchiaok/status/1854885507223720012&partner=&hide_thread=false
En la misma línea habla el politólogo Andrés Malamud, que explica por qué Milei y Cristina dominan la escena. “Vivimos en un mundo muy desconcertante. Los lideres que te ofrecen una visión ordenadora del mundo te facilitan la vida. Cristina y Milei simplifican la información, son nítidos en lo que transmiten”, le dice a Letra P.
Bajo esa lupa, pierden terreno las opciones de la avenida del medio. “Los radicales complejizan mucho la información. Martín Lousteau es brillante, pero no es para este momento”, grafica Malamud. En esa encerrona están atrapados otros dirigentes que proponen miradas moderadas. Emilio Monzó, exponente de ese club por excelencia, dijo con honestidad brutal en Radio Con Vos: "Hoy no tenemos votos”.
Eso parece haber analizado también Ricardo Quintela, el gobernador que se lanzó a disputarle la presidencia del PJ a Cristina, pero que quedó afuera de la carrera por cuestiones legales. Como publicó este portal, el riojano les anunció a los suyos que se dedicará a armar una línea interna dentro del peronismo que pueda discutirle a Cristina desde adentro, pero no romperá el partido ni se dedicará a hacer anticristinismo.
El gobernador cree que no hay margen para aventuras rupturistas ni propuestas por fuera del partido, como las que proponen Miguel Ángel Pichetto, Florencio Randazzo o Juan Schiaretti. “La tercera vía no existe. Hay que disputar adentro”, sentencia uno de los integrantes del espacio “Federales, un grito de corazón”.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CFKArgentina/status/1854972702248902806&partner=&hide_thread=false
En la otra vereda, algo parecido le pasa a Mauricio Macri, condenado - al menos por ahora - a aliarse con Milei. “Ahora la competencia política es de dos, Milei y Cristina”, le dijo Mora Jozami, directora de la consultora Casa Tres a Fontevecchia. Jozami fue coordinadora de opinión pública de Jefatura de Gabinete durante el gobierno de Cambiemos y participa de la elaboración de los informes de la Fundación Pensar.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CasaTres3/status/1853765806359724219&partner=&hide_thread=false
Según la consultora Casa Tres, la reaparición de Cristina profundizó la polarización. La expresidenta es la principal referente de la oposición, con 32 puntos. Eso lleva al peronismo a la clásica encerrona que Alberto Fernández verbalizó en 2019 con la fase “con Cristina no alcanza, sin Cristina no se puede”. En el Instituto Patria dicen que eso no será un problema en 2025, porque la legislativa es una elección “de pisos y no de techos”, y solo la exmandataria podría garantizar 32 puntos de piso a nivel nacional. Pero en la provincia de Buenos Aires, el número crece y llega hasta los 40 puntos, según la consultora.
La batalla bonaerense
El peronismo de la provincia de Buenos Aires está abocado al análisis del escenario 2025 con conversaciones que pasan debajo del radar, pero incluyen hasta una posible reforma electoral en ese distrito. Axel Kicillof conversó sobre ese tema en la reunión que tuvo con Sergio Massa el viernes de la semana pasada, en San Fernando, de la que participaron colaboradores estrechos del gobernador y referentes del Frente Renovador.
Durante el encuentro, Massa y Kicillof pusieron sobre la mesa un menú diverso de temas de negociación, que deberían resolverse antes de que termine el año legislativo. Las conversaciones incluyen desde la cobertura de vacantes en la Corte Suprema de Justicia bonaerense hasta la adopción de la boleta única de papel, la reelección indefinida de los intendentes y el paquete económico que forman el Presupuesto 2025, el endeudamiento y una reforma impositiva.
Pero el corazón de la discusión está en los posibles cambios a la ley 5109, que rige los temas electorales de la provincia. El peronismo quiere aprovechar la ola de cambio que impulsó el gobierno nacional con la boleta única de papel para hacerse más fuerte en la polarización con Milei en el principal distrito del país.
El análisis muestra que el reparto de bancas que hoy marca la norma en su artículo 13 tiene una sobrerrepresentación del interior de la provincia en detrimento del conurbano, donde viven dos tercios de los electores y donde el peronismo tiene su principal fortaleza electoral. Para modificar el reparto de bancas por sección electoral basta con un acuerdo político del peronismo con algún aliado circunstancial y los votos de la mayoría. En la interna, eso requiere un entendimiento entre Kicillof, Cristina y Massa.
Todo está bajo análisis conjunto. A pesar de las internas, el PJ tiene claro que, si quiere ser alternativa para 2027, tiene que alzarse con un triunfo en unidad en las elecciones legislativas.