TODOS CONTRA TODOS

Schiaretti rompe el hielo con el FdT y deja picando un scrum de gobernadores

El mandatario cordobés recibió a Capitanich, tras un año sin visitantes peronistas en su despacho. Protocolo, buenos modales y una reunión regional en proceso.

CÓRDOBA (Corresponsalía) “Visita de cortesía”. Con esas palabras definió el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, el encuentro que lo reunió este martes después de mucho tiempo con su par cordobés, Juan Schiaretti, que volvió a recibir a un referente del Frente de Todos (FdT) en el Centro Cívico después de casi un año. El carácter protocolar atribuido al encuentro también por el Ejecutivo local no evita el impacto de una foto inesperada en el marco del atribulado universo peronista y deja picando un eventual camino de diálogo entre los variopintos caciques justicialistas del norte y el centro del país.

 

El gobernador de Chaco realizó este martes una pequeña gira por Córdoba en la que también visitó al villamariense Martín Gill, que lo recibió junto a su par de Villa Nueva, Natalio Graglia. Luego, en plan de gestión, visitó la planta que la fábrica de tractores Pauny tiene en la localidad de Las Varillas y la que la firma Keller Motos posee en Córdoba capital; y firmó convenios y acuerdos relacionados puntualmente con asuntos referidos a su provincia. Más tarde, fue el momento de visitar a Schiaretti. "Corresponde como colega visitarlo y agradezco que tenga la referencia de recibirme”, dijo en la previa.

 

Si bien el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner llegó a Córdoba en su carácter de gobernador, se trata de uno de los dirigentes nacionales más importantes entre los mandatarios que se encolumnan con el FdT, algo que le da a su llegada una lectura particular, sobre todo teniendo en cuenta los últimos movimientos que marcan la agenda política que busca proyectarse desde Córdoba. El propio Gill lo presentó como “un referente clave de nuestro espacio a nivel nacional”, seguramente refiriéndose al peronismo, pero también reafirmando su postura en pos de la unidad dentro del esquema nacional. De hecho, ese llamado a la unidad es algo constante en la agenda política del villamariense, que la semana pasada también recibió, entre abrazos y sonrisas, al gobernador Schiaretti. Como contó Letra P, la hipótesis de secundar al intendente capitalino Martín Llaryora en la fórmula para pelear la gobernación en 2023 es una carta que se baraja en el entorno de Gill.

 

“Esto es unidad en la diversidad. En la sociedad democrática, en una democracia pluralista, es bueno, sano y legítimo que existan diversas opiniones. No creo en la uniformidad, ni en la homogeneidad discursiva. Creo en la heterogeneidad y en el respeto a las ideas del otro. El consenso no se construye con bravuconadas ni peleas, sino con el enorme esfuerzo de lograr coincidencias”, señaló el chaqueño, que dialogó con su par cordobés sobre cuestiones relacionadas con la gestión y sobre “miradas respecto de la situación actual”. Entre ellas, según asumió el visitante, se intercambiaron “opiniones sobre el sistema previsional, porque existen 12 provincias que transfieren sus cajas y 12 que no, entre las que están Chaco y Córdoba”.

 

“¡Gracias por recibirme, Juan! Los gobernadores de la República Argentina trabajamos por un país que progrese, que genere empleo, que desarrolle actividad productiva y más obras de infraestructura”, escribió en su cuenta de Twitter, tras la visita al Centro Cívico cordobés.

 

En el gobierno provincial destacaron que los mandatarios “acordaron la necesidad de potenciar las regiones productivas del país y de articular políticas comunes entre las regiones Norte y Centro” y “conversaron sobre la importancia del desarrollo de la conectividad, desde el punto de vista del sistema de aeronavegación y de intercambio de información”. Este viernes está prevista una reunión de los gobernadores de las provincias del Norte Grande en Salta, mientras que la Región Centro tiene un encuentro agendado para el próximo lunes 11, en el que se darán cita Schiaretti, el albertista gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el perottista mandatario de Santa Fe, Omar Perotti.

 

En lo estrictamente político, Capitanich anticipó que se conversó sobre una posible cumbre entre los mandatarios de ambas regiones, aunque reconoció que los acuerdos estuvieron más relacionados con la gestión que con las lecturas coyunturales compartidas. "Tanto Juan como yo y todos los gobernadores queremos que la Argentina progrese, que haya empleo y que haya obras de infraestructura. Fue una charla con mucho respeto en la que él me manifestó su posición, que es la que manifiesta públicamente", explicó el chaqueño. "Schiaretti nunca dice una cosa y hace otra, sino muy por el contrario: lo que piensa, lo expone", reconoció. 

 

La última vez que Schiaretti recibió a una figura del Frente de Todos en el Centro Cívico fue en abril de 2021. Quien estuvo en la misma mesa a la que este martes se sentó Capitanich fue Gabriel Katopodis, el ministro de Obras Públicas, que había llegado en plan de gestión pero también anticipó un enfrentamiento electoral que rápidamente iba a desarrollarse entre las diferentes vertientes del peronismo mediterráneo. De hecho, de esa reunión también participaron el entonces senador Carlos Caserio, la diputada Gabriela Estévez y Gill, por aquellos tiempos secretario de Obras Públicas.  

 

Luego, las relaciones del máximo referente del peronismo cordobés y las espadas (no cordobesas) del Frente de Todos entraron en un freezer que sólo se descongeló parcialmente con la única visita que el presidente Alberto Fernández realizó a la provincia, allá por junio del año pasado. El resto es historia conocida.

 

“Schiaretti recibió a Capitanich como lo hizo con los demás gobernadores”, fue la frase que dejaron escapar del hermetismo gubernamental cordobés, casi a modo de explicación de un acto que debería ser comprendido con la naturalidad que había propuesto el invitado apenas unas horas antes. También filtraron que la reunión había sido solicitada por el chaqueño. Desde que Fernández ingresó a la Casa Rosada, el riojano Ricardo Quintela había sido el único gobernador peronista recibido por Schiaretti en el Centro Cívico del Bicentenario, en enero de 2020.

 

La foto de Schiaretti con Capitanich también rompe el derrotero de imágenes que venían insinuando un acercamiento cada vez mayor del cordobés hacia el arco opositor representado en Juntos por el Cambio, sobre todo después de las elecciones legislativas del año pasado.

 

La visita del jujeño Gerardo Morales fue la primera que sirvió para sazonar la idea de un “arrime”, que luego se fortaleció con la llegada de Facundo Manes a la Casa de Gobierno provincial. Este último gesto enojó a varios radicales y también generó algún tipo de resquemor entre algunos peronistas. “Por qué Schiaretti recibe a un diputado bonaerense radical en El Panal. No tiene mucho sentido”, había comentado un legislador oficialista en la semana siguiente a la visita del neurocirujano a Córdoba. La llegada de “Coqui” calma las aguas, también en esa dirección.

 

Javier Milei
Alejandro Finocchiaro, del PRO, en la presidencia de la Comisión de Educación. 

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