Matías Montoto es el hombre elegido por Juan Schiaretti para enfrentar a Carlos Caserio en la interna del PJ en el departamento Punilla. No es una disputa más dentro de la puja que se dará en el peronismo cordobés en las elecciones partidarias del 27 de marzo. Se trata del pago chico del principal referente en la provincia del Frente de Todos (FdT), el hermano menor, a veces rebelde y a veces aliado, del hegemónico justicialismo schiarettista. Intendente de Huerta Grande, una localidad de poco más de 6.000 habitantes, Montoto afirma que lo que está en juego es "una forma de hacer política”. “Nos estamos jugando en un cambio generacional, una nueva manera de pensar las cosas y un estilo de conducción”, asegura a Letra P y apunta a su principal competidor, que “hace 30 años ha cercado el partido y no ha dejado entrar a nadie”.
“Nosotros pensamos en la gente participando desde una idea más amplia. A nosotros no nos importa si no cantan la marcha peronista, queremos convocar a los vecinalistas y a los independientes para que cada vez más se sumen a la actividad política”, dice Montoto y, en esa dirección, toma las críticas de Caserio, de quien fue un aliado a comienzos de su gestión como intendente de la localidad ubicada a casi 70 kilómetros de la capital provincial.
“Mis diferencias con Caserio empezaron a los dos o tres años de comenzada la gestión, cuando el partido empezó a funcionar como una pyme familiar”, dice el candidato del oficialismo en la interna de Punilla ratificando una idea que molestó, y mucho, al sector más cercano al Frente de Todos. De hecho, en el comunicado con el que Mariana Caserio y Miguel Maldonado abandonaron el bloque de Hacemos por Córdoba en la Legislatura se advierte sobre “expresiones públicas que se han trasladado al ámbito de lo personal”.
Mensaje. Schiaretti apuesta a Montoto para destronar a Caserio.
Montoto niega esa acusación pero reitera el concepto como la base de una realidad sobre la cual pretende operar un cambio. “Son casi todos empleados, hoy hacen política prometiendo y dando puestos de trabajo, no lo hacen proyectando expectativas de crecimiento. No es nada personal con nadie. Es un debate ideológico. Tengo otra forma de hacer política”, afirma.
Según él mismo lo señala, Montoto será candidato a presidir el PJ en Punilla por un pedido expreso de Schiaretti. El tridente que se completa con los referentes no peronistas de las dos ciudades más importantes del valle serrano, Esteban Avilés (Carlos Paz) y Gabriel Musso (Cosquín), es otro de los señalamientos del caserismo, que reivindica la identidad peronista del partido y busca el alineamiento del PJ cordobés con la conducción nacional en manos del presidente Alberto Fernández.
“Es imposible alinearse con un Gobierno que no es federal y que piensa solamente en los ciudadanos que viven en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano”, dice Montoto en sintonía con el planteo cordobesista más clásico, que se fue radicalizando desde las elecciones de medio término de 2021.
“El interior del interior le está pagando los servicios a los porteños y con eso no nos podemos poner de acuerdo. Nosotros siempre estuvimos con el gobierno provincial, desde un primer momento. Caserio y su equipo se fueron con el kirchnerismo cuando durante muchísimo tiempo plantearon que había que defender a la provincia. Él sabrá por qué lo hizo”, espeta el hombre que puede dar el zarpazo y poner en manos del schiarettismo la conducción de uno de los departamentos más importantes de la provincia, una de las perlas más disputadas en la interna del PJ.