ELECCIONES 2023

Seducción federal y una vela a Manes, el plan de Schiaretti más allá de CFK

El cordobesismo desconfía del renunciamiento de la vice y ajusta una gira para vender proyección nacional. Porfía centrista y apuesta por el amigo radical.

 

 

Para el diputado Carlos Gutiérrez, una de las espadas políticas y discursivas del schiarettismo a nivel nacional, cuando se habla de procesos judiciales “no hay que mezclar”. “La mejor manera de que exista una justicia independiente es que no haya una lectura política de estos fallos, nos gusten o no nos gusten”. Esa lectura homogeiniza al peronismo cordobés, que asegura no estar “ni triste, ni contento” con la condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos que la Justicia le impuso a Cristina.

 

En las filas del cordobesismo no confían mucho en la palabra de la vicepresidenta. “No sabemos si esto va a ser definitivo o es una nueva estrategia de Cristina para mover el árbol y que el kirchnerismo reaccione, pero a nosotros no cambia nada”, afirman en el entorno del gobernador.

 

Si bien reconoce que un renunciamiento sin vuelta atrás “podría tener cierto tipo de impacto”, Topo Rodríguez, el diputado bonaerense que preside el Interbloque Federal en la Cámara baja, advierte que “si bien es muy probable que Cristina cumpla con su palabra, el espacio quedaría colgando de una brocha si un día aparece un operativo clamor que la vuelva a poner en carrera”. Por esa razón, asegura que no es conveniente “tomar esa variable como relevante para tomar decisiones”. “De lo contrario estaríamos yendo atrás de lo que sucede en el Frente de Todos”, afirma el legislador que lidera la bancada que coordina acciones con el schiarettismo en Diputados y que en 2019 ya intentó construir una alternativa centrista detrás de  la candidatura de Roberto Lavagna.

 

“Nos fue mal electoralmente, pero eso nos permitió ir poniendo algunos mojones en el Congreso que no fueron menores. Hoy tenemos que profundizar ese camino, ya no en el plano legislativo, sino en la construcción de una alternativa política que le proponga al electorado un programa y un camino que pueda representar nuestras convicciones respecto del rumbo que debe tomar la Argentina, independientemente a lo que haga el kirchnerismo”, afirma. Ahí aparece Schiaretti.

 

El titular del Interbloque Federal ve al cordobés liderando un armado que convoque a diferentes sectores del peronismo, pero también a actores gravitantes del campo social, gremial y empresario. Despejada la idea de algún tipo de tracción con sectores que se descuelguen del kirchnerismo, advierte que el naciente espacio tampoco tendría mucho que dialogar con el macrismo más duro, aunque sí con sectores del radicalismo, en quienes reconoce una “afinidad en los temas institucionales, productivos y sociales”. Si hay que ponerle un nombre a eso, Rodríguez tira el nombre que el schiarettismo repite de memoria: Facundo Manes.

 

En las usinas que pergeñan la proyección nacional de Schiaretti comparten esa preferencia por el neurocirujano que esta semana volvió a pedir un escape a “las viejas divisiones que nos tienen bloqueados”. “Hay que persistir en la construcción de una alternativa que pueda terciar entre los polos de la grieta, que llame a la reflexión a todos aquellos dirigentes que, de uno y otro lado, ven una carpa rota, donde se cuela agua por todos lados y tienen un montón de otros problemas pero todavía prefieren quedarse ahí y no definen avanzar. Nosotros vamos a seguir en ese camino”, aseguran en Córdoba. Entre líneas, hay un llamado no solo a Manes sino también a aquellos sectores del peronismo de las provincias que por lo bajo exponen sus diferencias con el kirchnerismo, pero “no se animan a sacar los pies del plato”.

 

“Este lunes había una movilización de La Cámpora y Cristina no lo iba a frenar, entonces parece que su renunciamiento no se verifica en la realidad. Mientras, muchos gobernadores empiezan a darse cuenta de que ese barco ya no los contiene más. Por lo tanto, van a empezar a buscar nuevos horizontes”, señalan en el entorno de Schiaretti. Por eso, planifican un plan de seducción federal que se intensificará en las próximas semanas con una mayor presencia del cordobés en medios nacionales y reuniones con sectores del quehacer político nacional, que se combinarán con su habitual gira de gestión provincial en donde el debate sobre el futuro de la Argentina irá ganando cada vez más lugar en sus discursos y en el de su alfil cordobés, Martín Llaryora.

 

“Hay que plantear un programa para el país de los próximos 15 años y lograr conformar un equipo que pueda demostrar experiencia de gobierno, juventud, conocimiento del federalismo y claridad en torno a los desafíos que se vienen para la Argentina”, dice Topo Rodríguez a Letra P y se anima a proponer un foro de discusión de políticas federales que, en los próximos tres meses, permita ir abriendo el espacio para el despliegue de los debates y las propuestas.

 

Como repiten aquellos que buscan correrse de la disputa entre extremos, incluso quienes participan de las coaliciones que protagonizan la polarización, la idea es poder alcanzar un “diálogo interpartidario entre diferentes fuerzas políticas que no necesariamente se tenga que plasmar en una alianza electoral, pero sí crear un ámbito de debate” que vaya alimentando ese sueño en el que el mediocampismo se siente fortalecido y parece decidido a ir por todo.

 

Horacio Rosatti se pone al frente del cambio de procedimiento penal federal. (NA)
La fiscal general de Santa Fe María Cecilia Vranicich.

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