El gobernador Axel Kicillof comunicó este martes que la provincia de Buenos Aires libera la vacunación a mayores de 50 años, al personal de la salud, la educación y la seguridad y a bonaerenses de entre 18 y 49 años con enfermedades preexistentes. Vacunar, vacunar y vacunar fue la premisa número uno del gobierno provincial y uno de los principales motores pensados para la campaña. Con la llegada masiva de vacunas, está alcanzando ese objetivo aún antes de lo previsto, tanto que su impacto en el humor social corre el riesgo haberse disipado a la hora de las urnas. Por eso, la administración del Frente de Todos comienza a enfocarse en el segundo objetivo: reactivar la economía y poner plata en el bolsillo de la gente.
El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, lo dejó claro en una entrevista concedida en el mes de abril a Letra P: “Que la gente nos vote o no dependerá de que seamos capaces de tres cosas: minimizar la cantidad de contagios y de muertes, avanzar sostenidamente en el plan de vacunación y ponerle un maguito en el bolsillo a la gente”. Con el avance a un ritmo acelerado de la vacunación, el oficialismo confía en que, para el momento de las PASO y más aún para las elecciones generales, la población de la provincia va a estar vacunada.
Sin embrago, este adelantamiento, claramente positivo para el gobierno provincial, que espera evitar una tercera ola y baje considerablemente la cantidad de contagios y fallecimientos, podría generar que el éxito del plan de vacunación no tenga el impacto esperado en lo electoral. “Para septiembre, la mayoría va a estar vacunada, el impacto va a haber pasado y todos los cañones van a estar apuntando a la economía”, señala a Letra P un miembro del gabinete.
“Con la vacuna no alcanza”, repiten en La Plata, aunque reconocen que, sin la vacuna, hubiera sido impensable un buen desempeño electoral. La preocupación pasa ahora por la economía. “Cuando la gente comience a relajarse con la pandemia, porque está vacunada y los casos bajen, van a aflorar más fuertemente los problemas económicos”, apunta un referente del Frente de Todos, que, advierte, serán también el próximo caballito de batalla de la oposición.
En el gobierno provincial lo saben y por eso buscan, como dijo Bianco, “ponerle un manguito en el bolsillo a la gente”. Sin embrago, son conscientes de que las principales medidas para acomodar la economía domestica dependen del gobierno nacional. Es en gran parte por eso que Kicillof se involucra constantemente en las decisiones económicas del presidente Alberto Fernández y su gabinete, como ocurrió con los aumentos de tarifas y el freno a las exportaciones de la carne para bajar los precios. “Cualquier medida en materia económica del gobierno nacional impacta fuerte en la provincia, especialmente en el conurbano; por eso, los esfuerzos tienen que estar coordinados”, marcan en La Plata.
El gobernador espera para los próximos meses el impacto de medidas nacionales como la baja al impuesto a las Ganancias, que, estima, dará un impulso al consumo; y especialmente el control de precios y una baja en los niveles de inflación, además de programas puntuales que traigan alivio.
Para sumar a la mejora en el poder adquisitivo, la provincia tiene un resorte propio: reabrirá la discusión salarial con los gremios estatales (docentes, administración pública central, médicos y judiciales). Los sindicatos de la educación y el de la planta judicial ya fueron convocados a la mesa técnico salarial para este miércoles 30 de junio. En esa línea va la Casa Rosada: como adelantó Letra P, la administración nacional tiene una estrategia similar para enmendar el error de cálculo inicial, incluso para el sector privado.
Además, en La Plata esperan que el impulso a la obra pública, tanto nacional como provincial, no solo genere el impacto de la mejora por sí misma, sino también en la generación de empleo. El mismo efecto se busca con la reactivación de los planes de vivienda que impulsa Jorge Ferraresi desde el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Territorial de la Nación.
Para reforzar el interior, donde Kicillof se juega la madre de todas las batallas –dar vuelta la relación de fuerzas del Senado bonaerense– desde Tandil, distrito clave en la Quinta sección electoral, el gobernador anunció el Plan Bonaerense de Desarrollo Rural, una batería de medidas económicas y productivas por 172 mil millones de pesos destinadas al sector rural.