Con su asistencia presencial a la inauguración de un nuevo edificio del Hospital de Niños de La Plata, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se subió este lunes al tren sanitario de la campaña del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y desde esa tribuna pidió, paradoja mediante, dejar "la vacunación y la pandemia afuera de la disputa política”. Enseguida, prometió: “Vamos a vacunar a cada argentino y a cada argentina y vamos a volver a ser felices”. La jefa política del mandatario bonaerense se acopló y empujó, así, el convoy que Kicillof aceleró el pasado viernes, cuando anunció el inicio de nueva etapa en la que espera mostrar resultados de su gestión de la pandemia y dar buenas noticias en el camino hacia las urnas.
Una vez más, CFK eligió un escenario con el mandatario bonaerense para presentarse en público. Con su presencia, reforzó el discurso del gobernador y exhibió una clara muestra de apoyo a su principal ahijado político. Kicillof busca mostrar resultados concretos del trabajo que vienen llevado adelante hace meses, especialmente en lo sanitario y particularmente en cuanto a la vacunación. Siempre y cuando la pandemia lo permita y no estalle una tercera ola en medio de la campaña electoral, espera anunciar paulatinamente los objetivos alcanzados e ir dejando atrás los anuncios de restricciones para abrirse a una nueva etapa.
El mensaje de CFK fue claro y le dio más volumen al que viene predicando el gobernador. "No podemos seguir discutiendo y envenenando a la gente con que la vacuna tal no sirve; en nombre de tanta gente que no se vacunó y hoy ya no está y sus familiares la lloran, en nombre de los trabajadores de la salud, por favor dejemos a la vacuna y a la pandemia afuera de la disputa política", expresó la vicepresidenta. "Ayudemos a la verdadera libertad cuando estemos todos vacunados y podamos hacer lo que queremos", subrayó y evaluó que "debería haber un acuerdo tácito de la sociedad para hacerles caso a los médicos".
Kicillof fue en la misma línea. Le reclamó a la oposición que "deje de sembrar odio por los canales de televisión" y desafió: "Si quieren actuar en forma responsable, consigan vacunas o anótense como voluntarios”. Así, ambos mandatarios pusieron en eje el tema que más les interesa y en el cual finalmente pueden mostrar resultados: la vacuna.
A diferencia de la semana para el olvido que tuvo el gobierno nacional, Kicillof cerró el viernes con anuncios importantes: la firma de un nuevo contrato para la compra de cinco millones de vacunas con el laboratorio CanSino, la vuelta a la presencialidad de las clases en todos sus niveles y la liberación de la vacunación para mayores de 60 años, ya sin necesidad de un turno. El contraste fue evidente: Alberto Fernández esquivó anuncios respecto a las restricciones y el ministro de Economía de Cristina dio buenas noticias.
La provincia de Buenos Aires viene alcanzando diferentes objetivos. A algunos de ellos, el gobierno bonaerense los llama “hitos”. Entre los ya cumplidos se encuentra la vacunación de todo el personal de salud y de los mayores de 70 años primero y de 60, después. Las próximas estaciones del tren sanitario de campaña son la vacunación de todas las personas con comorbilidades de 18 a 59 años de edad, la inoculación del personal docente y no docente y la aplicación de la vacuna al personal de seguridad. Con la gran cantidad de dosis que llegaron en las últimas semanas y las que está previsto que lleguen en las próximas, el gobierno provincial cree que el cumplimiento de esas metas no está lejos. Actualmente, alrededor del 70% de las personas de 18 a 59 años con comorbilidades está vacunado, el 68% del personal docente y no docente y el 58% del personal de seguridad. Este lunes, la provincia superará las cinco millones de personas vacunadas con al menos una dosis.
Kicillof logró, además, que Buenos Aires fuera la primera jurisdicción del país en anunciar la firma de contratos para la adquisición de vacunas; un hecho importante para contrarrestar las críticas de la oposición, que asegura que “no hay vacunas” y que “se negoció mal” su compra. Hasta ahora, ningún gobernador de la oposición pudo mostrar resultados en esa materia. El próximo "hito" que espera la gobernación bonaerense, además de continuar con las negociaciones para obtener más dosis, es la llegada de esas vacunas, hecho que está atado a diferentes factores, como las aprobaciones locales, la disponibilidad de las mismas y las trabas internacionales, por lo que de momento nadie se anima a dar fechas.
En las últimas horas, el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard, fue claro: de cara a las elecciones legislativas, "la clave será contarle a la gente hacia dónde está yendo la provincia de Buenos Aires y cómo será el mañana con el horizonte puesto en vacunación y reactivación económica".
Detrás de la vacunación, la estrategia de la campaña electoral estará justamente en la reactivación económica o, como el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, le dijo recientemente a Letra P, “ponerle un manguito en el bolsillo a la gente”. El tercer eje será la inversión en obra pública, pero primero está la vacuna. De eso nadie tiene dudas.