Florencio Randazzo parece estar remando en un mar de dulce de leche. La repavimentación de la avenida del medio -o construcción de una tercera vía, como eligen definir algunos para gambetear el recuerdo del fracaso preelectoral de 2019- que adelantó Analía Argento en este medio se le está haciendo cuesta arriba en el principal distrito electoral del país. Le faltan dirigentes que lo acompañen. De aquella legión bonaerense de 2017 que comandaba junto a su jefe de campaña, un tal Alberto Fernández, no quedó casi nada. Todos encontraron cobijo en el generoso y amplísimo Frente de Todos. La caza en otros cotos, como el peronismo PRO y el vecinalismo, tampoco viene dándole resultados. Pero aún le queda margen y confía en poder dar vuelta la taba, si el tiempo y la grieta lo acompañan.
Su esperanza parece estar depositada en la agudización de esa grieta en la que podría caer la porción del electorado arrepentida de haber votado a Mauricio Macri pero que, al mismo tiempo, está desencantada con la actual gestión, que camina torcida por propias deficiencias y el vendaval de la pandemia.
Ramal que para, ramal que cierra. Esa tercera vía está muerta antes de nacer. Un conocedor de la rosca bonaerense usa la famosa frase del más famoso de los Carlos de la política argentina para ironizar sobre la suerte del exministro de Interior y Transporte de CFK. Se refiere a la interrupción de la construcción del liderazgo tras la derrota de 2017, algo que muchos dirigentes que lo siguieron le facturan al chivilcoyano.
Entre quienes le critican salirse de la escena pública, un dirigente importante con quien mantiene vínculo aún le reprocha su ausencia durante la campaña de 2019, momento en que Randazzo estaba en Europa, ocupando su tiempo en charlas y clases en universidades. Aquel mismo y otros dirigentes del peronismo no K le critican, también, que haya apoyado a Fernández meses después, cuando junto al por entonces candidato recorrió distritos de la Cuarta sección, donde supo ser amo y señor. En aquel momento, octubre de 2019, AF le abrió la puerta: “Florencio es ministeriable”, lo entusiasmó, pero la convocatoria nunca llegó.
Los que ya no están
En la inesperada jugada de CFK en 2019, cuando ungió a Fernández como candidato al cual acompañar, se explica, en parte, la dificultad del Flaco para construir la publicitada tercera vía en el principal distrito electoral del país. De todos aquellos que eligió en 2017 como referentes en las listas de aspirantes a cargos legislativos para las ocho secciones electorales de Buenos Aires, apenas le queda un puñado de soldados sin territorio.
A la reconversión de su exjefe de campaña en Presidente le siguió la fuga masiva de dirigentes no kirchneristas, convocados por AF para darle amplitud y volumen a la alianza que representa e intenta conducir junto a la accionista mayoritaria. ¿Quiénes son y dónde están los referentes elegidos por Randazzo (por AF) para la elección de hace cuatro años? Repasemos.
En la Primera sección, Fernando Moreira encabezó la lista de postulantes al Senado. Hoy es intendente de San Martín, el distrito que dejó Gabriel Katopodis (exaliado de Randazzo) al asumir al frente del poderoso Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Moreira responde al ministro nacional, vaso comunicante del primer mandatario -junto a Zabaleta (otro exaliado de Randazzo) y Ferraresi- con la dirigencia peronista de peso en el conurbano de los millones de votos.
Fernando “Chino” Navarro es otro de los activos que la aventura randazzista perdió en el camino y que hoy juega de titular en el equipo oficialista de la política nacional. El actual secretario de Relaciones Parlamentarias e Institucionales de la Jefatura de Gabinete de ministros fue la voz cantante del randazzismo antimacrista en la Tercera sección, encabezando la lista de aspirantes a diputados.
En la Quinta, fue primero en la tira de postulantes al Senado por Cumplir la exLeona Inés Arrondo, actual secretaria de Deportes de la Nación. En la Sexta, que elegía representantes a la Cámara baja, el Flaco eligió a Alejandro Dichiara. Con un magro 6,8% de los votos, el montermoseño ni figuró, pero dos años después arrasó en las urnas representando al Frente de Todos y se convirtió en intendente con el apoyo de más del 66% de los votantes.
Oriundo de Azul y durante mucho tiempo vocero de Randazzo, la lista de aspirantes a senadores de Cumplir de la Séptima fue encabezada por Mario Caputo, quien ya había ocupado una banca en Diputados. En la Octava, el PJ-Cumplir sacó 5,07% de los votos. Estuvo representado por Gustavo “el tío” Di Marzio, referente del Movimiento Evita, hoy dentro del FdT, y por Guillermo Justo Chaves, actual jefe de Gabinete de la Cancillería argentina.
Coterráneo y leal, el chivilcoyano Ariel Franetovich lideró la lista de candidatos en la Cuarta sección y hoy hace campaña por Randazzo. Le debe mucho. Llegó a la intendencia en 2003, cuando el exministro de Interior y Transporte era jefe de Gabinete bonaerense durante la gobernación de Felipe Solá. Luego fue diputado y, más tarde, Randazzo se lo llevó a la Nación. “Florencio está muy activo”, dice Franetovich, y afirma que “hay mucha demanda” de dirigentes “desencantados con el FdT” que piden su comandancia.
De mayor a menor
El Flaco de Chivilcoy viene recorriendo el espinel bonaerense sin suerte. Los encuentros que mantuvo con el peronismo PRO que encarnan Joaquín de la Torre, Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó no pasan de coqueteo preelectoral. El exintendente de San Miguel amaga con abandonar el barco de JxC si la exgobernadora no es candidata por la provincia debido a que eso -una mudanza de Vidal y el consecuente desembarco de Santilli en la provincia- le obtura su Plan 2023, pero dirigentes de la cocina PRO están seguros de que jamás sacará los pies del plato. Junto a Pichetto lanzó Peronismo Republicano, un ensayo que para muchos solo responde a la estrategia de ensanchamiento de la base electoral que pregona el cambiemismo. Monzó está en la misma, pero lo dice: competirá por adentro.
Randazzo tampoco tuvo suerte con el vecinalismo organizado que propone una postura equidistante de los extremos de la grieta, al que tributan intendentes, exintendentes y otros dirigentes con poder territorial en el interior. Carlos Bevilaqua (Villarino), mentor de la movida, tiene vínculo estrecho con Sergio Massa. Su hija María Fernanda, actual diputada del FdT, tiene chances de competir para buscar la reelección representando al mismo frente. Arturo Rojas (Necochea) ya avisó que está afuera de cualquier pelea que lo desconcentre de su pago chico.
El exintendente de Mar del Plata Gustavo Pulti sí está jugado al negocio de Randazzo. Errado el primer tiro con los dueños de los votos, en las últimas semanas intentó arrimarle al vecinalismo sin tierra, representado en un puñado de dirigentes que en la madre de todas las batallas no mueven el amperímetro.