En sus oficinas aseguran con vehemencia que la decisión no está tomada. Pero dentro del macrismo porteño sus amigos y seguidores dan por descontado que el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, se calzará el traje de candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Admiten que la última palabra la tendrá el alcalde Horacio Rodríguez Larreta cuando cierre su estrategia electoral para este año. Sin embargo, una escudería de funcionarios porteños ya trabaja desde principio de año en territorio bonaerense para la eventual candidatura del actual vicejefe y ministro de Seguridad porteño.
En el Plan Canje que sueña Rodríguez Larreta -que incluye el enroque de Santilli con María Eugenia Vidal-, una silla en la Cámara de Diputados en representación de la provincia sería para “El Colorado” la plataforma de lanzamiento para competir en 2023 por el premio mayor, la gobernación. La movida genera expectativa en despachos municipales del conurbano y, particularmente, bronca en el de Vicente López: Jorge Macri no quiere “foráneos” y ya avisó que competirá por la gobernación.
Al igual que su jefe político, Santilli funciona con un esquema radial donde todos sus colaboradores más cercanos responden a él. En ese anillo está el vicepresidente primero de la Legislatura Porteña, Agustín Forchieri. Junto al ministro de Gobierno, Bruno Screnci, y el jefe de Gabinete de la cartera de Seguridad, Gustavo Coria, es una de las voces más importantes dentro de un equipo reducido y la más determinante desde el legislativo, en donde Santilli tuvo una banca entre 2003 y 2009 hasta llegar a presidir el bloque macrista.
Screnci Silva está al frente de esa cartera desde fines de 2015. Es uno de los históricos colaboradores de Santilli e integra el Ejecutivo desde que la fórmula Larreta - Santilli ganó las elecciones para suceder a Mauricio Macri al frente de la administración porteña. Coria también goza de la máxima confianza de Santilli, pero hasta diciembre de 2018 presidió la Coordinación Ecológica del Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), la empresa pública que pertenece al estado porteño y al bonaerense. Fue promovido al cargo por Santilli con acuerdo de la entonces gobernadora bonaerense Vidal y durante los años que estuvo en ese puesto pudo forjar su presencia en el conurbano bonaerense.
Ahora, tiene la misión de convivir con el secretario de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, pero durante los años que comandó la CEAMSE pudo tejer vínculos directos con todos los caciques comunales peronistas, radicales y macristas de los tres cordones del conurbano. En la actualidad, Coria es una ventana directa de Santilli para el plan de desembarcar en el territorio electoral más grande del país, cuando casi toda su carrera política la construyó en la Ciudad.
En las entrañas de la CEAMSE no sólo hay redes de Santilli que llegan a los intendentes. También hay otras que se conectan con el fútbol, a través del vicepresidente de la empresa y titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. En el macrismo apuntan que existe un muy buen vínculo entre el exfutbolista y Santilli, que comenzó a partir de la relación que el vicejefe porteño forjó con el líder camionero Hugo Moyano cuando estuvo al frente del ministerio de Ambiente y Espacio Público. Tapia fue yerno de Moyano, actualmente la relación entre ambos no es la mejor, pero ninguno de los dos perdió el buen trato con “El Colorado”, que carga en sus espaldas una larga intervención política en River, el club de sus amores y también de sus roscas.
De ese armado deportivo también se suma una segunda línea que reporta a Forchieri, Screnci y Coria: el exlegislador porteño José Luis Acevedo. Concluyó su segundo mandato en 2019, pero en River fue defensor del socio y antes formó parte de la gestión comunal de Macri como subsecretario de Fortalecimiento Familiar. Los memoriosos lo recuerdan como parte de la temible Unidad de Control del Espacio Público (UCEP), encargada hace una década de realizar operativos ilegales para desalojar en forma violenta a personas en situación de calle.
El team incluye a su hermano Gustavo Acevedo, director General de Articulación Territorial de la cartera porteña de Gobierno que conduce Screnci. A ellos se suma Fernando “El Turco” Elías, vicepresidente del Banco Ciudad, y otro de los primeros funcionarios del PRO cuando Macri llegó al gobierno porteño en diciembre de 2007. Primero fue director de la Corporación Puerto Madero, pero después entró a la secretaría de Higiene Urbana, una de las papas calientes de la administración por el manejo del millonario contrato de recolección de la basura, que estaba en manos del ministerio que por entonces conducía Santilli, pero en un momento fue virtualmente intervenido por Edgardo Cenzón, un hombre de estrecha confianza de Macri.
El vicejefe porteño prefiere olvidar esos vaivenes originarios en el PRO. Quizás por eso los Acevedo y Elías no pierden el afecto del Colorado, pero juegan en segundo plano en un equipo de máxima confianza que teje contactos contrarreloj desde sus oficinas porteñas en toda la provincia. Todos aguardan la señal final para blanquear sus movidas, que depende de Rodríguez Larreta y del rol electoral que finalmente elija Vidal.