El plan de Máximo Kirchner para el Partido Justicialista (PJ) bonaerense, el aparato que conducirá a partir de mayo, contiene objetivos inmediatos, pero también a mediano y largo plazos. Buscará transformar el sello en órgano aglutinador del peronismo de Buenos Aires y, con su unción como líder del espacio, otorgarse a sí mismo el rol formal de articulador de la política provincial. Está convencido de que el partido será la herramienta que le permitirá terminar de afirmarse como el conductor y el enlace con todos los actores que estén bajo ese enorme paraguas, desde el gobernador y las organizaciones sociales hasta los intendentes. La confección de las listas de aspirantes para las elecciones de medio término es el primer mojón de ese proyecto, que continuará con la rediscusión de la institucionalidad del partido para transformarlo en una usina de pensamiento que proyecte el futuro de la provincia en todas sus dimensiones.
El jefe de La Cámpora juega en todos los frentes. Conduce, en alianza con Sergio Massa, la marcha de la Cámara de Diputados de la Nación; dialoga con los dirigentes nacionales de la oposición en temas como las PASO o futuros acuerdos con el FMI y hasta es una voz de peso en la política económica que diseña el ministro Martín Guzmán, pero, para él, su rol de articulador de la política en la provincia de Buenos Aires es central y, para eso, considera fundamental al PJ.
Un estrecho colaborador del diputado que ofició de mediador en la búsqueda de acuerdos para la confección de la lista del partido le dijo a Letra P que el primer objetivo de Kirchner es atender la coyuntura y ser protagonista en el manejo de la crisis actual aceitando el vínculo entre el gobernador y los intendentes, una relación siempre compleja. Al mismo tiempo, intentará contener a todo el arco peronista, incluyendo al sindicalismo. “Máximo sabe que, primero, hay que ordenar la desconducción política y, a partir de ahí, construir lo que viene; para eso, el PJ es una buena herramienta”, sostuvo la fuente.
Según el entorno de Kirchner, le allana el camino el hecho de que no haya una jefatura política que ordene en territorio bonaerense. Ensimismado en la gestión y no afecto a la rosca, Kicillof nunca ocupó ese rol. Tampoco ganaron ese espacio los intendentes, que, luego de la derrota electoral, “fracasaron en el intento de conducir” el peronismo con “el experimento Menéndez-Gray” y sus presidencias rotativas. “La lógica endogámica de los jefes comunales no los deja ver más allá de su ombligo”, criticó una fuente que suele participar de las charlas entre las máximas figuras de la agrupación K.
La intendenta Mayra Mendoza (Quilmes) significó el primer desembarco de La Cámpora al frente de un distrito de la poderosa Tercera sección electoral. La jefa comunal y futura secretaria de la Mujer del PJ explicó a Letra P el proyecto de MK para el partido. “Máximo -dijo- piensa un PJ enfocado en resolver las problemáticas centrales que tienen la provincia y la Nación, por ejemplo, la reestructuración de la deuda, la salida de la crisis económica que generó la pandemia sumada a los cuatro años de macrismo y la recuperación del partido como espacio clave de discusión de los proyectos estratégicos y de desarrollo de la Argentina que se viene. No es momento de roscas ni cafés inconducentes, sino de poner al partido a formar cuadros y a ser partícipes activos en la discusión profunda sobre el país que queremos construir”.
Aunque no lo digan públicamente, la confección de las listas de postulantes seccionales y para el Congreso forma parte del estratégico desembarco. Será en el ámbito del PJ donde terminen de definirse las listas a través de la Junta Electoral partidaria. “Tener la manija del PJ es tener la lapicera para las listas”, afirmó a este medio un importante dirigente del conurbano. Kirchner también quiere rediscutir la institucionalidad del Partido. Uno de los miembros fundacionales de La Cámpora explicó que el diputado tiene una mirada global donde enmarca cada una de sus acciones. En esa línea, considera que, en un contexto de post pandemia, el mundo comenzará a rediscutir las instituciones, entre ellas, los partidos políticos. Quiere un partido renovado, activo y dinámico, para lo cual pondrá en funcionamiento diversas comisiones, entre ellas, la de Acción Política, que presidiría el tigrense Julio Zamora.