Pedro Dantas asumió en 2011 como intendente del municipio de Campo Grande, en el Alto Valle rionegrino, de la mano de Miguel Ángel Pichetto. Después de dos mandatos en esa pequeña localidad que no alcanza los 10 mil habitantes, coqueteó con el designado ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, para ganarse un lugar en la lista al Congreso de 2019. Pasada esa instancia y en el llano, fue contenido por el senador nacional Martín Doñate, que lo cobijó en la Cámara alta y lo ubicó en la sede de ANSES de Cipolletti. Ese es el periplo político de quien será el nuevo diputado nacional por Río Negro cuando el roquense renuncie a su banca para ocupar la cartera judicial. De la ortodoxia pejotista al kirchnerismo duro, con pocas escalas, Dantas completó todo el espectro interno del Partido Justicialista (PJ) y ocupará un lugar estratégico.
Su carrera política comenzó en 2003, cuando el entonces intendente peronista Ariel Rivero (también jefe comunal en estos días) lo convocó para ocupar el área de Deportes del pintoresco distrito rionegrino, ubicado en el límite provincial con San Patricio del Chañar (Neuquén), que tiene en la fruticultura su principal fuente laboral. Rivero, como contó Letra P, es uno de los dirigentes peronistas más cercanos a Pichetto, que alimenta una fluida relación con el exsenador y hasta llegó a la vicegobernación en los días posteriores a la muerte de Carlos Soria, que provocó un corrimiento de autoridades durante un período bastante extendido.
Cumplida su función en el área deportiva de la comuna, Dantas piloteó la Secretaría de Gobierno e incrementó la confianza con su antecesor y, años después, también sucesor, a la par de su identificación con Pichetto. “Es una muy buena persona”, dice el actual intendente de Campo Grande a Letra P. “Cumplirá un rol satisfactorio como diputado, seguro vamos a estar representados con un hombre comprometido”, entiende Rivero.
Dantas, pegado a Rivero y muy cerca de Miguel Pichetto.
Para el mentor de Dantas, llega al Congreso un representante de los intendentes más relegados en Río Negro. Sin importar la buena relación con Alberto Weretilneck, encuentra "una oportunidad" para las comunas más pequeñas, sin tanto peso electoral como Viedma, Cipolletti, General Roca o San Carlos de Bariloche. "Seguro ayudará a los intendentes", resaltó.
En los dos períodos de Dantas como jefe comunal, mientras se apuntalaban las candidaturas de Pichetto a gobernador en 2015 y de Soria en 2019, concretó una gestión destacada por los vecinos, con un perfil conciliador y un interesante despliegue de obra pública. Así se valió de un renombre por fueras de las fronteras locales.
Dantas, junto a Rivero y a Soria.
Después del triunfo de María Emilia Soria en las elecciones intermedias de 2017, cuando los hijos de “El Gringo” empezaron a recorrer la provincia, no dudó en acercárseles. Pasados los comicios provinciales y nacionales, con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia en 2019, le tocó esperar en el llano. El que lo convocó fue Doñate, que sumaba volumen al armado provincial con el respaldo de un sector moderado del PJ. El premio consuelo no fue para nada despreciable en términos concretos: Dantas obtuvo un lugar como asesor en el Senado.
“Hoy no tengo nada que ver con Pichetto, estoy más cerca del senador Doñate que de Pichetto”, le dijo al diario La Mañana de Cipolletti, en alusión a su arribo al Congreso tras el salto al macrismo del actual Auditor General de la Nación. Justamente en Cipolletti, el kilómetro cero de Juntos Somos Río Negro (JSRN), lo tiene a Dantas como titular de la UDAI ANSES, un lugar estratégico para La Cámpora Río Negro. Será solo por unos días más, hasta que se haga efectiva la renuncia de Soria a su banca en el Congreso y el exintendente grandese ponga un pie en la escala más importante de su derrotero político jurando como diputado en el parlamento nacional hasta diciembre de 2023.