Pablo Farías se siente cómodo en la presidencia de la Cámara de Diputados. Cree que logró sostener el equilibrio de fuerzas en la Legislatura provincial tras el cimbronazo que significó para la política santafesina la muerte del exgobernador Miguel Lifschitz, y que sus pares se lo reconocen. En ese lugar, recuperó la centralidad y la visibilidad en la rosca local que tenía cuando era el ministro de Gobierno en la última gestión frentista y se entusiasma con los resultados electorales que dejó noviembre.
-¿El PS está más cerca de la oposición nacional que del oficialismo?
-Sí, claramente. El oficialismo nacional está lejos de ser una opción válida para la Argentina, tiene muchos problemas de gestión y de interpretación de las principales demandas y apuesta al enfrentamiento y no sale de esa lógica. De hecho hace mucho tiempo que nos posicionamos como una alternativa.
-¿Cómo se mueve el PS a futuro ante estos reacomodamientos de la política nacional?
-Primero tenemos que recuperar mayor presencia a nivel nacional con identidad propia. Que hoy haya dos diputados socialistas en vez de uno fortalece, más en una coyuntura como la de la Cámara baja donde nadie tiene asegurada a priori una mayoría, entonces la opinión de los bloques minoritarios tiene un gran protagonismo. Segundo, siempre estamos atento a la construcción de alternativas frentistas, de coaliciones para buscar una salida superadora de la grieta.
-¿Eso implica no estar en JxC, pero sí que están dispuestos a buscar otras alianzas?
-Sí, la prioridad es recuperar la identidad partidaria y buscar alianzas posibles para salir de la situación que tenemos.
-Que el radicalismo, en sus distintas vertientes, tenga un papel más preponderante en JxC, ¿hace más tolerable esas búsquedas de alternativas?
-Es cierto que es más fácil dialogar con dirigentes con los que compartimos durante 12 años el gobierno, ahora eso no quiere decir que vayamos camino a sumarnos a JxC. Vamos a apostar a la construcción de un frente local con identidad propia y con dirigentes en los que coincidamos centralmente en un programa de gobierno. Para el socialismo, después de ser parte de la coalición de gobierno durante 12 años en la provincia, presentarnos de nuevo y hacer una propuesta significa hacernos cargo de esos 12 años, de los aciertos y las cosas que nos salieron bien pero también de los errores. Y ahí hay que apuntar en el momento de plantearnos las candidaturas.
«La prioridad es recuperar la identidad partidaria y buscar alianzas posibles para salir de la situación que tenemos»
-¿El PS tiene en Clara García a la candidata a gobernar la provincia en 2023?
-Sí, mostró en muy poco tiempo que podía sintetizar en ella todo el proyecto de un espacio político muy importante. Supo cargarse, en un momento tremendamente difícil de su vida, el legado de Miguel y de todo lo que fueron los gobiernos del Frente Progresista. Pero además, el resultado que obtuvo en los 130 mil votos, que es una buena marca para Santa Fe, hace que hoy nadie discuta que Clara es una referencia para la política provincial.
-¿Cómo quedó la relación con Maximiliano Pullaro tras su paso a JxC?
-Es muy buena y, más allá de las diferencias en cuanto la decisión electoral que tomó este año, sigue habiendo muchos entendimientos en la sanción de proyectos. Salvo alguna cuestión excepcional, votamos de la misma manera los bloques y funcionamos así en las comisiones.
-La ley de conectividad fue una excepción.
-Sí, porque el suyo es un bloque que quedó fuertemente vinculado a su representación en el Senado, que pretendía que el proyecto volviera a esa cámara. Nosotros, en cambio, encontramos una nueva forma en el diálogo con el Ejecutivo, que abrió el abanico de posibilidades para poder darle la sanción definitiva.
-¿Cómo lee ese cambio de actitud del gobierno provincial?
-Creo que es adecuado y lamentamos que se haya perdido casi la mitad del mandato de gobierno. La salida a la situación que hoy atraviesa la Argentina está en el diálogo y en la concertación política.
-¿Hay un reseteo de Omar Perotti con los senadores?
-Algo de eso puede estar pasando. Cuando se votó el Presupuesto, hubo algún reacomodamiento de los bloques un poco distinto a como venía dándose hasta acá.
-En una entrevista con Letra P, Roberto Mirabella habló de una relación particular con usted y dijo que el peronismo y el PS deberían acercarse.
-En términos personales tengo muy buen diálogo con él como con la mayoría de los dirigentes políticos en la provincia. Pero una cosa es el diálogo y otro es encontrarnos juntos en un proyecto político. Eso hoy me parece imposible.
-En mayo se renuevan las autoridades de la Cámara. ¿Su intención es renovar la presidencia?
-Sí. A mí me eligieron pocos días después de la muerte de Miguel (Lifschitz) entendiendo que podía darse continuidad a una de las características más importante que él tenía, que es la de mantener los equilibrios y darle protagonismo a todas las fuerzas políticas. Mientras sigue esa idea yo estoy totalmente predispuesto y además seguimos siendo el bloque mayoritario en la Cámara y no vemos ninguna cuestión que indique que tenemos que cambiar eso.
-¿Qué modificaciones pretenden para el Presupuesto 2022 que envió el gobernador?
-Hubo varios planteos al ministro (Walter Agosto): hablamos mucho sobre la necesidad de que cumplan con deudas actuales, hay un atraso importante del gobierno provincial en el envío de fondos a los gobiernos locales, esa fue una de las exigencias y en ese sentido, ya sobre el presupuesto, algunos reclamos tienen que ver con los fondos que van a municipios y comunas como el Plan Incluir, que para el año que viene tiene previsto el mismo presupuesto sin reconocer la inflación del 2021. También hubo un planteo respecto al endeudamiento de la provincia y cuantos recursos hay en las cuentas oficiales, en los plazos fijos que se contrastó con informe del Banco Central y se discutió bastante sobre esto. El ministro tiene una visión distinta de la que tenemos los bloques de la oposición sobre cómo administrar ese presupuesto. Tener existencias detenidas de recursos sin darle uso no es de buena técnica.
-¿Es un presupuesto conservador?
-Es una administración conservadora del presupuesto.
