El senador nacional santafesino Roberto Mirabella cambiará de cámara y, desde el 10 de diciembre, será diputado. En diálogo con Letra P, la mano derecha del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, no da vueltas, admite que el Frente de Todos (FdT) sufrió un “retroceso electoral” a nivel nacional y evita hablar de fracaso a la hora de analizar la performance en la provincia. Pasado el enfrentamiento interno, consigna que el levantamiento de una bandera blanca con Agustín Rossi y la vicegobernadora Alejandra Rodenas “depende de ellos”. Por último, alienta un acercamiento con el socialismo que impida el crecimiento del radicalismo y Juntos por el Cambio.
-El PJ perdió las dos bancas en el Senado, primera vez que ocurre desde 1983. ¿Es un fracaso?
-Fracaso es una palabra fuerte. Es una derrota electoral donde hay muchas cosas para escuchar. Tuvimos una buena performance en el distinto más grande de la provincia, Rosario; ganamos en otro grande, San Lorenzo, y en otros lugares de la provincia. En el interior no nos fue bien. Las elecciones son un mecanismo para elegir a los que gobiernan. Eso no significa ni la legitimidad a los elegidos para el resto del mandato ni un fracaso para los que pierden. La performance electoral que hicimos es la mejor en las de medio término de los últimos 20 años. Nunca habíamos alcanzado el 32%. A nivel local, perdimos siete comunas, pero ganamos 58. Hay muchas cosas para ajustar, hubo una gran influencia de los medios de Buenos Aires y discutimos todo el escenario electoral en función de la agenda de Buenos Aires.
-Perotti admitió que la elección se nacionalizó. ¿No funcionó la estrategia de provincializarla?
-Los medios y la agenda de Buenos Aires influyeron más. Nuestra agenda de Santa Fe no es la misma que la de Corrientes, Jujuy, Mendoza... Tenemos otra realidad. No se trata de provincializar, sino de trabajar la agenda de Santa Fe y llevarla a los lugares de decisión del Congreso, no al revés.
-¿Para el perottismo era más importante ganar las PASO que la general?
-No, las cosas se fueron desarrollando de esa manera. En ningún momento buscamos tener una disputa. Eso se produce por otras razones, pero no porque lo hayamos buscado nosotros. Siempre construimos para consolidar el modelo de gestión que estamos llevando adelante en la provincia. Nunca lo hicimos pensando en la interna.
-¿Y ahora qué pasa con los derrotados en septiembre?
-El que encabezó una lista (Eduardo Toniolli) va a ser diputado nacional. Con él trabajamos juntos en toda la campaña y seguramente vamos a estar trabajando juntos en el Congreso.
-¿Y con Rossi y Rodenas?
-La actitud que quieran tomar depende de ellos, no de nosotros. Decidieron participar de la interna. Nosotros nunca buscamos eso. Tendrías que preguntarles a ellos.
-Hizo una gran elección en el Gran Rosario. ¿Para qué está Marcelo Lewandowski?
-Una de las novedades importantes de este proceso electoral es la consolidación de Lewandowski como un dirigente del peronismo a nivel local, departamental y provincial. Es una novedad importante la aparición de nuevos dirigentes, como Marcelo, en Rosario de (Lisandro) Cavatorta y en Santa Fe Jorgelina Mudallel. Es importante que el peronismo pueda ir generando una nueva camada dirigencial que pueda pensar la provincia en el largo plazo.
Fotos: Vanesa Fresno
-¿Cuál es el futuro político de Perotti?
-Está atado a la gestión gubernamental que haga en la provincia. Tiene que estar enfocado hoy en hacer lo mejor que pueda en el gobierno en materia de administración pública, obra, de todas las políticas públicas para sostener la producción, la inversión y el empleo, y que le pueda dejar al sucesor una provincia mejor que la que él encontró. Esto será un plafón para su futuro político, sea donde sea, pero estamos concentrados en consolidar un proyecto político en Santa Fe, no en otro lado.
-Hay reacomodamientos en la Legislatura. ¿Debería haber un acercamiento entre el Ejecutivo y el socialismo que contenga los intereses de ambos?
-Debería ser así. El peronismo y el socialismo deberían acercarse. Con Pablo Farías hay diálogo permanente, tengo una excelente relación con él. Hay mucho diálogo con dos referencias importantísimas que tiene el Frente Progresista, que son los intendentes de Santa Fe (Emilio Jatón) y Rosario (Pablo Javkin). Hay una relación muy estrecha. Se trabajan todos los temas de manera conjunta y la mayor transferencia de recursos a los municipios es a Santa Fe y Rosario. Quizás con el Poder Legislativo de la provincia sea un poco más complicado, pero con el presidente del cuerpo hay una excelente relación.
-¿Podrían acompañarlo en una hipotética continuidad como presidente?
-No quiero meterme ahí porque no estoy más en la Cámara de Diputados de la provincia.
-¿El ministro de Gobierno Roberto Sukerman está afuera de la gestión?
-No sabe, no contesta.
-Perotti anunció cambios. ¿El gabinete que se viene debería ser con más espacio para el perottismo luego de haber vencido en la interna?
-El gobernador tiene que tener el mejor equipo para gobernar y gestionar, no preguntamos de donde vienen, preguntamos a donde van en todo caso. Yo hago la analogía con el fútbol, el técnico siempre trata de poner en la cancha a los mejores jugadores y si algo no funciona cambia y prueba otro esquema. No hay que dramatizar y el gobernador tiene la libertad, porque fue elegido él, no sus ministros, de armar el mejor equipo que a él le parezca para gobernar.
-¿Estar concentrados en la gestión implica desatender lo que pasa en el FdT a nivel nacional?
-No, porque somos parte de un espacio político nacional, pero no es el proyecto nacional de Santa Fe, es al revés. Es Santa Fe en el proyecto nacional, cada uno desde nuestras provincias hace su aporte. Por eso no me gusta cuando la agenda la definen en Buenos Aires, porque cada uno tiene una realidad distinta. No es que somos un país aparte, tenemos nuestra impronta, características, idiosincrasia.
«No me gusta cuando la agenda la definen en Buenos Aires, porque cada provincia tiene una realidad distinta»
-¿La Casa Rosada ahora debería recostarse más sobre el peso de los gobernadores?
-Con el cambio que hubo y haber puesto un gobernador como jefe de Gabinete (Juan Manzur), eso ya se empezó a dar a partir de septiembre. Se empezó a ver alguna sintonía más estrecha, pero siempre hubo buen diálogo con todos los ministros nacionales. La agenda nacional está atravesada por algunos temas de fondo, que tienen que ver con la inflación, la disparidad del tipo de cambio, la pobreza, el acuerdo con el Fondo, donde tenemos en el corto plazo vencimientos que son incumplibles. Por otro lado, vamos a necesitar una mesa de acuerdos políticos nacionales porque nadie tiene mayoría propia en el Congreso.
-¿El FdT ganó o perdió el domingo?
-Las elecciones las ganan y las pierden los oficialismos. Podemos hacer distintas lecturas, que pudimos recuperar votos de septiembre a noviembre, pero claramente tuvimos un retroceso electoral.