“El certificado de defunción al Frente Progresista el (radicalismo) NEO se lo puso el mismo día que murió Miguel Lifschitz. Lamentablemente es así, y con las PASO esa decisión se blanqueó”, dispara el diputado provincial radical Fabian “Palo” Oliver sin preámbulos, en diálogo con Letra P. La frase refiere a la decisión del exministro de Seguridad Maximiliano Pullaro de armar su propio bloque en la Cámara baja de Santa Fe, llamado UCR Evolución, como movida fuerte para provincializar los votos que logró su lista en las internas de JxC en las elecciones nacionales, que quedó segunda tras la de Carolina Losada. La escena más reciente de ese movimiento de casilleros es la constitución formal del bloque unipersonal de Oliver, que se va a llamar UCR Radicales Libres, y que va a funcionar dentro del interbloque del Frente Progresista.
-¿Qué derivaciones pueden tener estas diferencias con Pullaro?
-Puede haber una reconfiguración importante de las mayorías, pero en definitiva todos tenemos que cumplir un rol de oposición al gobierno provincial, porque para eso nos eligió la ciudadanía.
-¿Está en riesgo la presidencia de la Cámara?
-Con la dinámica que tiene nuestro país es muy difícil saber qué es lo que va a suceder, Pablo Farías es un buen presidente, equilibrado, que está cumpliendo un objetivo y un papel muy importante después de la muerte de Miguel. Tengamos en cuenta que los presidentes de la Cámara de Diputados fueron exgobernadores y Pablo lo está haciendo muy bien.
«Creo que a partir de noviembre el Frente Progresista va a seguir todavía con vida»
-¿En qué momento político está el no peronismo en la provincia de Santa Fe?
-Está muy claro que hay un porcentaje importante del electorado santafesino que no acompañó al peronismo. Si uno suma lo que sacó Juntos por el Cambio, el Frente Progresista, el Frente Social y Popular, para mencionar algunos, estamos hablando del 55 por ciento, tal vez más, que votó opciones no peronistas. Eso no significa que haya que mezclar agua con aceite. A nosotros no nos alcanza con decir que hay que construir una opción no peronista para enfrentar al peronismo. Nosotros tenemos programas de gobierno y coincidencias básicas para poder gestionar un Estado. Hay mucho por transitar, hay sectores - sobre todo los radicalismos - que van a insistir con un frente de frentes. Nosotros no nos cerramos a nada, pero hay actores como el PRO con los que entendemos que no podemos compartir un espacio político porque tenemos una concepción totalmente distinta de los que debe ser el Estado.
-¿Cómo hace el Frente Progresista para mantenerse en pie en este contexto?
-Con convicción, defendiendo las ideas, propuestas y honrando el legado de todos aquellos que permanentemente recordamos desde (Hermes) Binner a Lifschitz y toda la historia que tiene el Frente Progresista en la provincia de Santa Fe. El resultado electoral confirmó que en Argentina es muy difícil hacer política por afuera de la grieta. Pero uno no hace política para llegar al poder bajo cualquier costo. El valor más importante que tiene un militante político es la coherencia política a lo largo de los años. (Raúl) Alfonsín lo decía claramente, si la sociedad se derechiza habrá que acostumbrarse a perder elecciones, pero nunca salir corriendo para ese lado. Nosotros creemos que más allá del resultado electoral el Frente Progresista tiene que seguir siendo una alternativa y que los santafesinos también tengan una oportunidad de elegir a un espacio distinto a los dos partidos de la grieta. En la Legislatura articulamos mucho con otros espacios, con (Rubén) Giustiniani y Agustina Donnet, también con Carlos Del Frade, hay discusiones transversales y trascienden los espacios políticos.
-Usted acompañó la lista de Giustiniani que perdió contra Clara García en la interna del progresismo. ¿Cómo evalúa los resultados?
-Esperábamos más votos, sin ningún tipo de duda. Para todo el Frente Amplio Progresista esperábamos una elección de entre 15 y 17 puntos, pero creo que Clara va a hacer una muy buena elección y que a partir de noviembre el Frente Progresista va a seguir todavía con vida.