Fin de la cuarentena pacificada

La explosión de contagios en el interior intensifica la grieta entre intendentes

Peronistas cuestionan la flexibilización de la cuarentena permitida por los cambiemistas. Distritos al borde del colapso y pedidos de traslados de pacientes.

A horas de una nueva definición sobre la cuarentena, en el territorio bonaerense se intensifica la grieta entre los intendentes de Juntos por el Cambio y los del Frente de Todos. Con una curva de contagios en ascenso más allá del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), los oficialistas cuestionan la decisión de sus pares opositores de haber flexibilizado el aislamiento en sus distritos y relajar controles abriendo la posibilidad de que el virus se expanda. Les critican, además, no haber desaconsejado la participación de vecinos a las marchas antigobierno y no haber hecho uso de su poder para restringir actividades.

 

En efecto, la fluida circulación de covid-19 ya no es exclusiva de la Ciudad Autonóma de Buenos Aires (CABA) y el cornubano. Con ese escenario, el gobernado Axel Kicillof reunió a los intendentes de distintas secciones y le transmitió la necesidad de generar un sistema de tratamiento unificado, planificado y coordinado, en el que se considere al sistema sanitario de la Provincia como uno solo y se compartan los recursos entre todos los municipios, lo que implica, por caso, la derivación de pacientes en estado grave de un municipio a otro, tal como fue decretado en junio y resistido por jefes comunales de Juntos por el Cambio.

 

La medida beneficia a municipios como Bragado, que al cierre de esta nota reporta 468 casos positivos y 14 fallecidos, dos en las últimas 24 horas. En diálogo con Letra P, el intendente Vicente Gatica dijo que había pedido a la Provincia que autorice el traslado de enfermos graves ante el posible colapso del sistema sanitario local. Según supo este medio, sectores de la oposición local están pidiendo la intervención sanitaria del municipio por el brote viral.
 

 

PINAMAR. En este distrito de la costa bonaerense, el crecimiento fue exponencial. El 1 de agosto había 21 casos y este jueves 27 la cifra de positivos ascendía a 213. El intendente Martín Yeza (PRO) fue uno de los contagiados.


Lejos de asombrarse por el incremento de la curva de contagios, varios jefes comunales del peronismo advirtieron que este escenario era posible por la “irresponsabilidad” de sus pares opositores. En mayo, la tropa de jefes comunales de Cambiemos, en línea con la decisión de Horacio Rodríguez Larrera en la Ciudad comenzó a presionar a Kicillof para que flexibilizara la cuarentena en los lugares sin casos, y le pidieron evaluar la situación por regiones sanitarias. Uno de los reclamos fue la apertura de actividades no esenciales. Algunos, incluso, habilitaron rubros sin el respaldo del gobierno bonaerense. Tiempo después, muchos de los distritos donde la conducción está en manos de la oposición el virus irrumpió y obligó a los intendentes a dar marcha a las aperturas.

 

 

 

“En Bragado sigue todo igual, no cerró nada. Gatica no asume ningún costo, continúan las fábricas trabajando y la situación se le desmadró”, ejemplificó a Letra P un intendente peronista, quien consideró que la única forma de detener el avance de los contagios “es aislando y cerrando todo por un tiempo determinado”. Evaluó además que ante una situación semejante los intendentes tienen herramientas para actuar y recordó los controles rigurosos implementados en varios distritos al comienzo de la cuarentena, el cierre de industrias ante casos positivos y hasta la decisión de un jefe comunal de sancionar a sus vecinos por no cumplir el DNU de Alberto Fernández.

 

En las filas del peronismo consideran que hay una “estrategia” de los cambiemistas de “no hacerse cargo de la situación, de no tomar medidas”. “Es más fácil pararse en el consenso generalizado de que la gente está cansada de la cuarentena que asumir las presiones por restringir y cuidar el pueblo”, dijo a este portal otro mandatario del Frente de Todos. Consideran que la estrategia incluye justificar las aperturas por la crisis económica, lamentarse por la fortaleza del virus y luego apuntar contra el gobierno de Kicillof ante un posible colapso del sistema sanitario. “Van a salir a repetir el verso de que la cuarentena comenzó temprano para preparar los hospitales y que finalmente no hicieron nada. La realidad es que se duplicó todo, pero ellos no ayudaron”, se quejó.

 

 

 

En esa línea, también cuestionan la decisión de no haber salido a desaconsejar públicamente la participación de marchas en contra del gobierno. “No es por las consignas, es por el conglomerado de gente”, apuntaron. Creen que los opositores “están buscando capitalizar la tragedia”.

 

Aunque la mirada está puesta en la falta de controles de los intendentes opositores, la expansión del virus también ha afectado a distritos peronistas. La curva que más preocupa se da en Mar del Plata, que lleva registrado 1.113 casos activos; General Viamonte (92), Junín (109), Azul (61), Olavarría (46), Salto (89), Chivilcoy (34), Tandil (80) y San Nicolás (138).

 

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Jazmín Carrizo.

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