Hay buena relación política y química ideológica entre el gobierno de Santa Fe y los gremios UPCN y ATE. Esto le permite a Omar Perotti muñequear políticamente discusiones y evitar ruidos públicos que con otros sindicatos no puede evitar. Mientras la paritaria continúa en discusión y ante el pago de un bono de tres mil pesos, el secretario general de UPCN, Jorge Molina, y el referente de ATE, Jorge Hoffman, actuaron como un dique de contención a un malestar que emerge en parte de sus bases sindicales; siguen “bancando” al Ejecutivo y continúan apostando al “diálogo”.
Luego del anuncio oficial de la “Asignación Especial de Emergencia”, único aumento a los trabajadores públicos en los últimos meses, varios gremios pusieron el grito en el cielo, manifestaron rotundamente su rechazo y hasta llamaron al paro. Pero, paralelamente, UPCN y ATE mostraron un descontento obligado pero con un tono más liviano.
¿Por qué esta química entre UPCN, ATE y Perotti? Son varios los eslabones de esta cadena que los une. Los dirigentes apoyaron públicamente al actual gobernador durante la campaña 2019. El hilo conductor es que el apoyo gremial a Perotti está dentro de una banca al proyecto nacional que encabeza Alberto Fernández. Incluso, Hoffman fue candidato a diputado nacional en la lista del Frente de Todos, aunque su performance no le alcanzó para llegar al Congreso.
En la Casa Gris escuchan y prestan atención a lo que dicen los dos gremialistas. En principio, el bono de tres mil pesos iba a ser menor, y Perotti decidió incrementar el monto ante la advertencia sindical de que una cifra inferior a la entregada implicaría un “costo político” para ambas partes.
Más allá de las idas y vueltas, el llamado a un paro no está en la mente de los líderes gremiales. “Mientras estemos dialogando no es razonable hacer una medida de fuerza”, dijo públicamente Molina con Hoffman a su lado, luego de la última reunión paritaria.
El Ejecutivo argumenta que por la pandemia y la incertidumbre que hay sobre el futuro de la economía provincial “no puede asumir el compromiso de otorgar un aumento porcentual” del salario. Y afirman que ATE y UPCN “son más comprensivos” porque sus representados, al trabajar en los ministerios, están al tanto de la situación financiera de Santa Fe.
NÚMEROS. La provincia atraviesa un momento financiero complejo. Según pudo saber Letra P, la menor recaudación (de recursos provinciales y nacionales) entre enero y julio del 2020, producto de la baja en la actividad económica por la pandemia, sumado a la pérdida de valor de la misma por inflación, equivale aproximadamente a casi 20.000 millones de pesos, lo que significaría más de un mes de masa salarial, es decir, lo que el Estado paga a sus trabajadores.
Los gremios también tensan un poco la cuerda y más allá de la “comprensión” pretenden, en caso de que no haya un aumento porcentual del salario, que a futuro se concrete alguna mejora o escalonamiento en el monto otorgado y se cumpla con el cronograma de pagos, ajustándose a los primeros días de cada mes.
En estos últimos meses, Molina le hizo un guiño de apoyo a Perotti en la quita de la cláusula gatillo calmando las aguas en el sector gremial y ya en el medio de la pandemia puso a disposición el camping de UPCN, donde funciona un centro de aislamiento para pacientes leves con coronavirus.
Por su parte, Hoffman fue quien recibió en el Hotel UNL ATE al presidente Fernández cuando llegó a Santa Fe en la campaña electoral previa a las PASO, y ese mismo edificio fue ofrecido por el gremio para funcionar como un centro de aislamiento para profesionales de la salud.