NUEVO CICLO | LA OPOSICIÓN

Los socios del silencio

Alejados de la primera plana, Lousteau, Ocaña y Carrió apoyan a Larreta desde el desierto, incluso en su semana más difícil. Para mantener la alianza mueven alfiles para colaborar con la Ciudad.

El entremado de alianzas políticas que forjó Horacio Rodríguez Larreta para renovar su mandato en la Ciudad de Buenos Aires incluye a Martín Lousteau, Elisa Carrió y Graciela Ocaña. Socios electorales y en la gestión, los popes de la transversalidad porteña de Juntos por el Cambio optaron por el silencio durante la semana más complicada del jefe de Gobierno, con la compra de barbijos, el alquiler de hoteles y el "permiso" de circulación para ancianos como tríada de malas noticias que quebraron el escudo impenetrable del alcalde.

 

La líder de la Coalición Cívica se llamó a un "silencio estratégico" y se corrió de la primera plana, mientras cumple la cuarentena en su casa de Exaltación de la Cruz. Sin embargo, rompió el mutismo para defender la gestión PRO ante la emergencia y para apagar el fuego encendido para alimentar las cacerolas que agitó Patricia Bullrich.

 

El mensaje de Carrió por Twitter fue una gota de agua en el desierto para Rodríguez Larreta, que temió que la protesta fogoneada por Cambiemos para que los funcionarios públicos se bajen el sueldo resintiera su relación con Alberto Fernández. El guiño de Lilita fue tras un intercambio telefónico con el jefe de Gobierno, que le agradeció por la postura dialoguista de su bloque en Diputados y por la colaboración de los dirigentes porteños del lilismo con la gestión de la pandemia.

 

Carrió mantiene la política de ostracismo y tampoco hizo comentarios sobre las contrataciones del gobierno porteño, que la semana pasada rompieron la quietud del oficialismo en la Ciudad. No obstante, un legislador de la Coalición Cívica pidió que se esclarezca la compra de barbijos a 3.000 pesos por parte del Ministerio de Salud. Fue el vicepresidente segundo del bloque Juntos por el Cambio de la Legislatura, Facundo del Gaiso, que sostuvo que "si alguien cometió un ilícito, lo tiene que pagar". 

 

 

 

En la misma senda se mueven Lousteau y Ocaña, que tampoco opinaron sobre las compras de la administración porteña. Ni en defensa del alcalde, ni la gestión ni a modo de reproche. El caso detonó a fines de la semana pasada y Rodríguez Larreta dispuso la remoción de dos funcionarios, al tiempo que anunció medidas para transparentar licitaciones. Los aliados tampoco emitieron comentarios sobre estos movimientos.

 

Lousteau sigue aferrado a la UCR y monitorea la gestión de la Ciudad. Pide y recibe informes de áreas puntuales, como educación, salud y desarrollo económico. También, sobre recaudación, estado de la deuda porteña y el desarrollo de los distritos económicos, un área sensible del Ministerio de Desarrollo Económico, que conduce el radical José Luis Giusti. Sobre esa estructura, Lousteau pone atención especial, porque es el ministerio sobre el que firmó la paz con Rodríguez Larreta.

 

 

 

Larreta y Lousteau tratan de verse periódicamente. Hasta antes de la declaración de la cuarentena, alternaban encuentros entre el microcentro y la Jefatura de Gobierno de Parque Patricios, algunos de los cuáles aprovechaban para almorzar juntos. Intercambian charlas políticas con datos duros de la gestión. Pero esa sinergia no alcanzó para que el economista defienda en público la gestión porteña como sí lo hace en privado.

 

 

 

En tanto, Ocaña sí alzó la voz en respaldo a Rodríguez Larreta en torno al fallido control sobre las personas de tercera edad que precisan salir de sus hogares para hacer compras. Primero arrancó con el permiso para poder circular que debían tramitar y una cierta penalidad para quien no lo hiciese pero, a raíz de los reproches públicos, la medida se retrotrajo. Ahora, quedó a un simple llamado para alertar y, mediante el programa Mayores Cuidados, generar el vínculo con un voluntario para evitar que los ancianos salgan de su casas para morigerar la propagación del virus.

 

"No hay penalidad ni multa. Es un pedido concreto del gobierno para poder ayudarlos y prevenir el contagio. Queremos cuidarlos y como sociedad tenemos la obligación de comprometernos y ayudarlos", sostuvo Ocaña.

 

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