La posibilidad de un rearmado de Cambiemos como un intento por mejorar las chances electorales del oficialismo ya es un tema que excede las fronteras nacionales: en Estados Unidos se trata a diferentes niveles. Según contaron a Letra P fuentes de empresas de ese país nucleadas en la cámara AmCham, en el Departamento de Estado, en organismos multilaterales y hasta en La Embajada circuló la idea de que lo mejor para aquel fin sería que Mauricio Macri no encabezara la fórmula presidencial sino que lo hiciera la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, a quien consideran el único cuadro del Gobierno que podría dar garantías de victoria ante el post kirchnerismo o Alternativa Federal.
En la administración Trump importa la continuidad del proyecto macrista, más allá de las personas.
Lo que se dice entre CEOs que charlan en casa matriz con dirigentes del gobierno de Donald Trump es que el país del norte necesita sostener la alianza estratégica con Argentina como un activo geopolítico. Que, de hecho, el lobby y las recomendaciones de Trump al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que le dé trato privilegiado al gobierno de Macri son un hecho excepcional en esa línea.
“Lo importante es el proyecto, más que los nombres”, detalló a este medio un empresario que aclaró que la preocupación de Washington es solo una: “Al pasado no se puede volver” es la frase de cabecera que repiten en la Casa Blanca los funcionarios involucrados en los asuntos regionales.
Para esa administración, el pasado no admite matices: es lo mismo el tándem Fernández-Fernández que una alternativa de peronismo más moderado.
El objetivo de EE.UU: evitar que vuelva el kirchnerismo, aun en versión moderada.
En Washington creen que solo Cambiemos da garantías de alineamiento en temas esenciales como el caso de Venezuela y la guerra comercial con China. Observan en Cambiemos, además, una mayor estabilidad y posibilidades políticas, incluso por encima de Brasil, donde Jair Bolsonaro no da señales de conformar un gobierno serio y con continuidad más allá de un mandato.
Por todo ello, para Estados Unidos, la reelección de Cambiemos es una obsesión. Y las opciones más moderadas, incluida la movida de Cristina Fernández de no ser candidata a presidenta, están descartadas.
Para los CEOs locales de esas compañías, la situación no es tan clara. No todos creen que Cambiemos deba continuar, sobre todo los de las firmas dedicadas al consumo y las industriales. De todos modos, cuando escucharon por primera vez el tema de boca de funcionarios estadounidenses, llamaron a la gobernación bonaerense y a la Casa Rosada, donde les negaron cambios en la fórmula.
Como la inscripción de listas cierra el 22 de junio, la cuestión ya estará resuelta para el 4 de julio, cuando se celebre en la embajada estadounidense la independencia de ese país. Incluso antes de eso, en el barbecue al que invitó en su residencia, el embajador Edward Prado tendrá más facilidades para responder preguntas sobre el futuro argentino.