El Frente Progresista cerró en Rosario sus precandidaturas con una interna entre el socialismo y el espacio Creo, liderado por el ex Coalición Cívica Pablo Javkin. Busca estirar una gran racha positiva: 30 años gobernando la ciudad de manera consecutiva. Intentará, además, volver a hacerse fuerte en el Concejo municipal, tras la dura derrota sufrida en los comicios de medio término.
El Partido Socialista, fuerza mayoritaria del espacio, apostó por candidatos que podrían calificarse como “leales”. Busca evitarse dolores de cabeza en el futuro, tal como sucedió justamente con Javkin. La concejala Verónica Irizar será la otra adversaria en unas PASO que se prevén calientes. De ellos dos, actuales compañeros de bloque, saldrá quien compita para mantener la intendencia de la ciudad más importante de la provincia de Santa Fe.
Irizar, una militante del socialismo puro, fue secretaria de Hacienda, se referencia en el proyecto del gobernador Miguel Lifschitz y es la elegida por la intendenta Mónica Fein. La presentan como la renovación que tanto le demandan los socios del Frente. No sólo por su edad, 44 años, si no por llevar un discurso que rescata los logros de la gestión pero hace foco en “construir una Rosario más innovadora” desde la transformación del Estado y la producción.
La competencia en el Frente Progresista en la categoría intendente promete ser una de las más atractivas de la política local y, sobre todo, por las consecuencias que puede dejar en el frente, más que nada, si gana el precandidato de Creo. El socialismo es el partido que gobierna desde hace 30 años la ciudad, quien tiene el aparato. Por eso, en caso de perder la interna, Javkin sería el primer candidato por fuera del partido de la rosa, lo que dejaría varios heridos.
Hay resquemores cercanos. Desde la dura derrota en las elecciones legislativas de 2017, donde el Frente Progresista quedó en tercer lugar con la lista encabezada por Javkin detrás del justicialismo y Cambiemos, las diferencias asomaron en la superficie y comenzaron a formatear una interna picante para estas elecciones.
Desde entonces, el socialismo le pasó facturas a Javkin y éste profundizó el pedido de mayor renovación. “Si el Frente quiere tener chances de sostener la gestión, va a tener que cambiar, renovarse mucho, hacer propuestas nuevas, diseñar políticas nuevas”, alertó hace pocas semanas en un mano a mano con Letra P. El precandidato conoce dónde clavar la daga: las deudas de la gestión que encabeza Fein van por el lado del “mantenimiento de la ciudad y los reclamos simples del vecino”.
El ex presidente del partido Coalición Cívica ARI tentó para ser cabeza de su lista de concejales a María Eugenia Schmuck, quien ya tiene una banca en el deliberativo local. Es una radical que siempre integró el Frente Progresista pero en los últimos años se distanció de la conducción socialista sin llegar a romper.
La lista de concejales del socialismo que acompañará a la precandidata Irizar será encabezada por Susana Rueda, una conductora de televisión local y productora de medios que carece de militancia pero conoce el paño y tiene vínculos con dirigentes del partido. La secundará el actual concejal Enrique Estévez, hijo del histórico dirigente socialista Enrique Estévez Boero. En la tira le sigue Mónica Ferrero, integrante de la gestión como directora de un Centro Municipal.
Habrá más listas a concejal que repartirán apoyos: Libres del sur, Concejalía Popular, UCR y el Partido Demócrata Progresista. Este último llevará como precandidato al ex futbolista de Rosario Central Aldo Pedro Poy, a quien se le vence su período como concejal.