ENTREVISTA. PABLO JAVKIN

"Hay una tendencia de la gestión socialista a cerrarse sobre la misma gente"

Competirá contra la socialista Verónica Irízar dentro de la interna del Frente Progresista. Palos al partido líder del progresismo de Santa Fe. Ya definió quien lo secundará en la categoría concejales

“Creo” es el latiguillo de Pablo Javkin, la palabra que más utiliza en la entrevista que le concedió a Letra P. Como salido de un guión híper afinado, "Creo" es el nombre que el rosarino ex Coalición Cívica le puso a la fuerza que lidera y por la cual competirá contra el socialismo en las PASO a intendente de la ciudad más importante de Santa Fe.

 

Javkin luce tranquilo, dice que tiene “libertad” para planificar la campaña sin ataduras. Ya no es el pupilo de Elisa Carrió. Tampoco tendrá a sus espaldas toda la estructura socialista que lo acompañó en 2017, cuando salió tercero en las legislativas detrás del PRO y el PJ. Competirá ahora contra su compañera de bloque en el Concejo Verónica Irízar, la elegida de Miguel Lifschitz, Antonio Bonfatti y Mónica Fein. “Si el Frente quiere tener chances de sostener la gestión va a tener que cambiar, renovarse mucho, hacer propuestas nuevas, diseñar nuevas políticas”, alerta.

 

BIO. Nació el 19 de noviembre de 1971 en Rosario. Es abogado. Tras una larga militancia en su ciudad, se convirtió en 1998 en presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) en plena decadencia del menemismo. Fue ladero y niño mimado de Elisa Carrió hasta que ella decidió saltar a Cambiemos. Atraviesa su segundo periodo no consecutivo como concejal. Entre 2007 y 2011 fue diputado provincial. En 2013 asumió como diputado nacional y en 2015 volvió a Rosario como secretario de Gobierno de la Municipalidad. En 2017 fue el primer candidato a concejal no socialista en la historia reciente del Frente Progresista. Salió tercero, pero ingresó al Palacio Vasallo. Competirá por la Intendencia y enfrentará al PS en una interna.

 

 

-¿Cuál será el tono de la interna que tendrá con la socialista Irízar?

 

-Por un lado, valoro que ambos pertenecemos a una nueva generación del Frente. Pero creo que hay dos visiones muy claras del Frente y de la gestión. El Frente siente un proceso de apertura, renovación, de buscar ideas y liderazgos nuevos. Haciendo un poco de historia, dimos esta pelea en 2015 y después aportamos mucho para que el Frente retuviera la ciudad en una elección muy difícil. En mi caso, renuncié, vine a trabajar a la gestión y creo que en esos dos primeros años la gestión mejoró mucho. Después empezó de nuevo a concentrarse sobre sí misma. Hay una tendencia de la gestión socialista a cerrarse sobre la misma gente, los mismos nombres, el mismo partido. La ciudad y el Frente necesitan otra cosa, si queremos ganar la ciudad vamos a tener que hacer otra cosa.

 

 

Javkin e Irízar ahora competirán en la interna del Frente Progresista. 

 

 

-¿Se puede hacer oposición dentro del propio oficialismo?

 

-No sé si es ser oposición, nosotros estamos discutiendo el futuro, creo que está claro qué es lo que se pudo hacer bien y qué es lo que no. Hay prioridades nuevas, tenemos un problema muy grande de mantenimiento de la ciudad, de pasión por las cosas más sencillas, de reclamos más directos, el bache, el sumidero, la limpieza, el control, el orden de la calle. Son cuestiones básicas de la tarea municipal que necesitan otra impronta, cambios más fuertes. Hoy hay que pegar un salto y es difícil hacerlo con las mismas personas.

 

-¿Por qué dijo en su momento que el socialismo es un partido cerrado?

 

-No me interesa que parezca que esto es una confrontación, mucho menos con los militantes del Partido Socialista. Creo que hay cosas que planteo que también son parte del debate interno del propio socialismo. El eje es que, para los problemas que vienen, uno no puede pensar en solo administrar lo que se hizo bien. Tenemos que poder pensar el futuro y el futuro son otras demandas, otros desafíos. En ese camino, hay una etapa nueva en la ciudad que viene, y la etapa nueva tiene mucho de nuevo. Y lo nuevo hay que buscarlo afuera.

 

 

 

-¿Afuera de la estructura partidaria?

 

-No solo afuera de la estructura partidaria, afuera de la política te diría.

 

-El senador Miguel Cappiello dijo que el gobernador Lifschitz le pidió que no se baje de la competencia, ¿vislumbra una PASO de tres?

 

-No me voy a meter en la resolución del socialismo, tengo una enorme valoración de Miguel, pero creo que responde también a lo mismo. Hay una idea de continuar de la misma manera y eso fue puesto en duda en el 2015, y creo es un gran error pensar que eso ya pasó. Si el Frente quiere tener chances de sostener la gestión va a tener que cambiar, renovarse mucho, hacer propuestas nuevas, diseñar nuevas políticas. Y eso es una demanda difícil de cumplirla solo desde adentro.

 

-Va a competir contra Irízar, ¿pero también contra Bonfatti, Fein y Lifschitz?

 

-No sé cómo va  a ser la definición, yo voy a ser candidato a intendente de Rosario y voy a dar un debate fuerte de lo que creo necesita la ciudad. Puede ser que el socialismo defina ir solo con candidatos propios en una sola lista, es un escenario probable. Habrá que discutirlo en una interna abierta, tengo una gran opinión y una muy buena relación con el gobernador Miguel Lifschitz, pero seguramente habrá decisiones partidarias que él respetará. Para mí sería muy importante demostrar que, aun cuando haya toda una estructura alineada, el rosarino y la rosarina rompe eso. Si me toca ganar quiero que sea así, porque también creo que es una impronta que te va a marcar para la gestión que viene.

 

-¿María Eugenia Schmuck va a ser la primera candidata a concejal de su lista?

 

-María Eugenia va a ser nuestra primera candidata a concejal y, más que eso, compartimos un trabajo de mucho tiempo, una historia. Dimos una pelea importante que creo fue importante en 2015 y fue decisiva para que haya otros voces dentro del Frente. Vamos a volver a dar esa pelea y creo esta vez con condiciones de ser nosotros quienes tengamos la posibilidad de encabezar la propuesta.

 

-Cambiemos logró una victoria legislativa importante en 2017, ¿cuánto capital perdió en este tiempo?

 

-Yo no creo en las políticas de marcas, esos son episodios. En las elecciones ejecutivas la gente quiere saber quién es el que gobierna. Cambiemos es una fuerza que se presentó como un gran equipo, de ideas nuevas, de gente de afuera de mucho éxito profesional, pero los resultados son catastróficos. No me imagino que fuera distinto en Rosario, si en el lugar donde estaba el mejor equipo de los últimos 50 años terminamos con 50 puntos de inflación, no me quiero imaginar en un lugar donde no está el mejor equipo. Pero eso es una valoración que los rosarinos también harán, la elección legislativa pasada fue muy marcada por el pasado y el presente y la grieta y poco por quién y cómo resolver los problemas de verdad.

 

 

 

 

 

 

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