La transición entre el equipo de gobierno de María Eugenia Vidal y el gobernador electo, Axel Kicillof, se aceitó en las últimas semanas. Monitoreada por el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y el posible sucesor en el cargo, Carlos Bianco, ministros y otros funcionarios salientes del Ejecutivo bonaerense recibieron, sin mayores estridencias, a los asesores que Kicillof designó para conseguir información de primera mano sobre la provincia que gobernará a partir del 10 de diciembre.
Luego del primer encuentro entre Salvai y Bianco en las oficinas del Museo Ferroviario en Retiro, llegó el momento de las reuniones con datos e información fina. Así fue que Kicillof amplió su equipo original de transición que integraban Bianco, Agustina Vila, Federico Thea y Augusto Costa. Se sumaron Juan Quattormo, Agustín Simone, Pablo López, Jesica Rey, Laura Goldberg, Javier Rodríguez, entre otros.
La idea es no inflamar el proceso con fuertes confrontaciones y, por el contrario, dedicarse al análisis fino de la información que van recibiendo. Es todo muy bajo perfil. El saliente gobierno tampoco se muestra combativo. De hecho, Vidal sigue con sus recorridas de modo conciliador y habla poco y nada del tema, aunque ordenó estar a disposición de las futuras autoridades y no ocultar información.
El ministro de Economía bonaerense, Damián Bonari, “ofreció” al futuro oficialismo una oficina para que se instalen a trabajar directamente en el ministerio. Fluidez full time y una transición políticamente correcta resume el proceso. Hubo dos encuentros entre los equipos del Ministerio de Economía y los referentes designados para este área por el gobierno entrante. Los equipos quedaron en contacto hasta el 10 de diciembre próximo cuando asuma la nueva gestión.
Hasta el momento, según supo Letra P, la información recabada por la gente de Kicillof no variaba mucho del diagnóstico previo que tenían sobre la administración provincial. En el plano económico, la obsesión de Kicillof, sigue preocupando la deuda, el balance del Banco Provincia y el faltante de 50 mil millones para el cierre del ejercicio 2019. En ese orden, el presidente del BAPRO, Juan Curuchet, recibió a Juan Quattromo, Pablo López y Alejandro Formento.
Los funcionarios elegidos por Kicillof ocuparán cargos en la administración futura. Se trata de un equipo aceitado y de años. Algunos y algunas estarán en la mesa ministerial. Para mantener el hermetismo, repiten que aún no saben qué rol ocupará cada uno y que eso solo lo conoce el gobernador electo, quien presentará su Gabinete luego de que lo haga el presidente electo, Alberto Fernández. El futuro mandatario nacional oficializará a sus ministros y ministras el próximo viernes 6 de diciembre. Después será el turno de Kicillof.
