Integra la mesa chica de Axel Kicillof y es uno de los encargados de idear y de reciclar estrategias productivas para activar la economía bonaerense. Hace 25 años que conoce al gobernador electo, con quien compartió estudios en la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), tareas en el gobierno de Cristina Fernández y confidencias en tiempos de poder y de derrota. Augusto Costa, un economista con exceso de diplomas, quien fuera secretario de Comercio y autor de planes muy populares como el Precios Cuidados, sería ahora el encargado de construir la ingeniería productiva de la provincia. Pese al hermetismo en torno al futuro gabinete bonaerense, hay señales que indican que podría convertirse en el capitán de un megaministerio.
Costa participa de la etapa de transición gubernamental en las áreas de Producción, Ciencia y Tecnología y Trabajo, una tarea que también abarca una mirada general sobre toda la administración pública.
Según confirmaron fuentes de la mesa chica del futuro gobierno a Letra P, Kicillof tiene preparado un paquete de medidas para implementar en el arranque de su gestión para darle un shock a la economía. Algunas de esas medidas tienen la marca registrada de Costa. El Plan Ahora 12, de financiamiento al consumo puesto en funcionamiento en tiempos que Kicillof era el titular de Hacienda, fue ideado por Costa. Será una de las medidas vintage que reprogramarán para Buenos Aires, motor productivo del país. También, una cantidad de programas tendientes a incrementar el trabajo.
En el esquema de gobierno de la futura gestión peronista se espera una reforma a la ley de ministerios. De allí podría salir la fusión de algunas áreas, con la comandancia de Costa, hombre de extrema confianza del gobernador electo.
Costa es el dirigente de más alto perfil en el reducido equipo de Kicillof. Puede que esa vidriera no haya sido buscada. Acaso surja de la comparación con sus compañeros de batalla, quienes responden con mayor convicción a la línea camporista de evitar cualquier exposición, salvo que lo pidan las circunstancias. Como fuere, el joven economista se perfila como una de las espadas mediáticas del futuro gobernador, encargado de exponer pero también de defender las medidas que tome el gobierno en lo referido a lo productivo, tanto las orientadas al sector industrial como a las pymes y, también, las económicas orientadas al campo.
NO SOLO NÚMEROS. Costa atravesó la campaña electoral de su amigo Kicillof con tareas específicas de contacto con industriales y sectores productivos, pero también ejerciendo -con perfil alto- su otra pasión, la conducción, en su función de vicepresidente del Club Vélez Sarsfield. A esto sumó la publicación de su libro “Todo precio es político”, que presentó el siete de octubre pasado, muy cerca de las elecciones, y con la presencia del por entonces ganador de las PASO.
Multifacético, aunque siempre en una misma línea ideológica y de acción, Costa también puso en marcha tiempo atrás y aun sostiene el Centro Cultural Morán, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y constituyó la banda de rock “Remanentes”, que en septiembre de 2017 presentó su disco de igual nombre con todas canciones escritas por el futuro ministro. Además, toca la guitarra y el bajo.
Ni la edición del libro ni la música fueron procesos alejados de su círculo de economistas K: la publicación respondió a una suerte de lección sobre comercio y consumo; la banda la conformó junto al ex director de Lealtad Comercial de la gestión, durante el gobierno de CFK, Sebastián Rubín.
HISTORIA. Costa integró la agrupación estudiantil de la Facultad de Ciencias Económicas autodenominado de forma irónica TNT (Tontos pero no Tanto) en la que Kicillof resultó una figura clave. Eran jóvenes académicos de proyección progresista que resistían y cuestionaban el neoliberalismo salvaje que había impuesto el presidente Carlos Menem y que mostró sus consecuencias desde mediados de los ‘90 con su explosión fatal en 2001.
Aunque tres años menor, Costa fue una de las figuras del grupo que finalmente le arrebató la conducción del Centro de Estudiantes a Franja Morada, en una jugada que igual no les permitió acceder al poder ya que eran épocas de predominio del radicalismo en la universidad. Esta situación no hizo mella en la carrera política de ambos dirigentes, sino que casi que los perfiló en adelante.
Al igual que su futuro jefe, Costa se abocó al ámbito académico, cursó una maestría en Economía del Desarrollo en el London School of Economics y otra en Ciencia Política de la Universidad de San Martín. Fue docente en las Universidades Nacionales de Mar del Plata y de General Sarmiento, profesor de posgrado en la Universidad Nacional de San Martín y profesor de grado en la Universidad de Buenos Aires.
Cuando su grupo político ingresó al gobierno del Frente para la Victoria, fue integrante del ministerio de Economía como subsecretario de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad (2011-2013). Luego fue designado secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y, finalmente, fue designado secretario de Comercio en reemplazo del polémico Guillermo Moreno.