En 2017, sin ser candidata, María Eugenia Vidal ganó la elección legislativa al ponerse al frente de la campaña contra la ex presidenta Cristina Fernández. A las puertas del cruce en las urnas en el que Mauricio Macri analiza revalidar su mandato, la gobernadora bonaerense busca desmarcarse de la hipótesis opositora que ubica al desdoblamiento electoral como la estrategia para despegarse del primer mandatario.
“En 2015 les pedí a los bonaerenses, después de que nos eligieron para gobernar la provincia, que acompañaran la elección de Mauricio porque iban a tener un antes y un después”, dijo Vidal este miércoles a la vera de ruta nacional 5 junto al presidente Macri, recordando algún pasaje de los discursos en la antesala del ballotage del 22 de noviembre de aquel año. “Se los pedí porque iban a tener un Presidente y una gobernadora que trabajarían en equipo. Eso fue lo que pasó en estos tres años. No sólo trabajamos en equipo por ser del mismo espacio, trabajamos en equipo en los 135 distritos de la provincia”, agregó, repasando la gestión de Cambiemos en la que, sostuvo, se han desarrollado “1800 obras y otras mil están en ejecución”.
El evento, en el que recorrieron obras sobre la autovía, es el primero en el que la gobernadora y el Presidente se muestran juntos. Y sucede no sólo en momentos en que se especula sobre los alcances políticos de un eventual desdoblamiento de las elecciones bonaerenses, sino cuando la imagen del Presidente está en caída y ante un escenario económico negativo con pocos pronósticos de recuperación.
El combo posiciona a la gobernadora en terreno que ya transitó en 2017. En la campaña de la última elección, Vidal echó mano a su alta imagen y se puso al frente de la batalla en la que su contrincante era la carta más importante de la oposición, la ex presidenta. En numerosos actos habló en lugar de los integrantes de la lista de Cambiemos, participó de la mayoría de las entrevistas acompañando a los postulantes y fue la encargada de cerrar la campaña con una carta en las redes sociales. El triunfo la convirtió en la no candidata más candidata de la historia.
Con una mejor imagen que el Presidente, la gobernadora arrancó el 2019 poniéndose la campaña de Macri al hombro. En su discurso rememoró su llamado a acompañar al líder del PRO en 2015 y destacó que lo alcanzado no fue mérito de uno sobre otro, sino un trabajo “en conjunto”.
La frase, ya utilizada, reflotó este miércoles en el medio de las especulaciones en torno al avance del desdoblamiento de los comicios, escenario que -a la luz de las matemáticas electorales- robustecerían las chances de la mandataria provincial de alcanzar la reelección y mejorarían las performances de los aspirantes de Cambiemos en los pagos chicos. El peronismo de la provincia de Buenos Aires no sólo ha expresado su rechazo a las modificaciones electorales, sino que ha conjeturado que es una estrategia de la gobernadora para despegarse del Macri y evitar que la liquide electoralmente.
Custodiada de cerca por el intendente de Suipacha, Alejandro Federico, por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y por el propio Macri, Vidal, además, habló de “confianza”. La palabra apareció en su discurso, no sólo en momentos en que el índice en ese sentido -según un estudio de la Universidad Torcuato Di Tella- mostró el peor registro desde el cambio de Gobierno; sino también cuando el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, busca respaldo comercial en Davos.
A tono con la posición encomendada a la delegación argentina en el Foro Económico Mundial, la gobernadora destacó “la confianza de China” de acompañar la gestión del Presidente y de invertir en la construcción de esa ruta en Argentina.
“Estas obras, sobre todo, significan confianza. Confianza de los demás y confianza en nosotros mismos. Esta obra comenzó después del G20 y muestra la confianza del resto del mundo”, dijo al referirse a los trabajos y agregó: “Es una obra donde China ha depositado confianza en nosotros. Son realidades concretas y demuestran que nosotros podemos, que se puede”.
El mensaje, frente a cámara, en un acto, en recorridas de gestión, busca desdibujar el escenario económico desfavorable que atraviesa el país; mensaje que, además, deberá enfrentarse con la crisis del empleo que se amplía y agudiza no sólo en el territorio bonaerense, sino en distintos puntos del país.
En la carrera electoral, el oficialismo comenzó a desplegar su operativo de seducción para reposicionar a Macri. Apuntarán, como se ha dicho, a una agenda sustituta y a jugar con los que más miden en su equipo. Y en esta parte de la cruzada, Vidal ya se ubicó como la primera soldado de Macri.