Teniendo en consideración el significativo peso electoral del distrito en la provincia y las turbulencias que se reflejan en la variopinta interna distrital ante la ausencia de un liderazgo ordenador, la gobernadora María Eugenia Vidal comienza a jugar en la campaña marplatense, corriendo así de escena al polémico intendente local Carlos Arroyo.
Lo hará este lunes por la mañana, momento en que anunciará -junto al jefe de Gabinete nacional Marcos Peña, el secretario general de Presidencia, Fernando De Andreis, y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich- la construcción de un metrobus en la reconocida ciudad balnearia. Este desembarco de la mandataria a la arena marplatense se da, asimismo, aprovechando la proximidad con la localidad de Chapadmalal -también ubicada en el distrito de General Pueyrredón- donde en las próximas horas comenzará su tercer retiro de trabajo y relax junto con sus ministros.
“Hay que plebiscitar la gestión provincial, no la municipal”, remarcaron tiempo atrás a Letra P voces del oficialismo marplatense para dejar en claro que –por fuera de la Agrupación Atlántica de Arroyo- los esfuerzos de campaña de Cambiemos se enfocarán en correr de escena al alcalde melancólico de los años de plomo para pegar la boleta local a la imagen taquillera de la mandataria bonaerense, aunque reconocen que es imposible hacer una campaña escondiendo a quien fuera director de Tránsito durante la última dictadura cívico-militar. La Gobernadora tendrá que hacer equilibrio entre estos factores. “Vidal no se puede dar el lujo de perder la elección. Cada punto que pierde en Mar del Plata es la mitad de la Quinta sección”, advierten.
En este sentido, la gobernadora ya arrancó 2017 haciendo foco en Mar del Plata, ciudad a la que le otorgó un especial interés para mostrar su gestión durante el verano, anunciado asimismo una serie de obras de infraestructura urbana a las cuales se pliega ahora el metrobus que, de acuerdo a lo detallado por el diario La Capital, se realizará con una inversión de 516 millones de pesos y contará con 9 estaciones y 23 paradores con rampa y señales en braille. En tanto, las líneas de colectivos que transitarán por los más de 5 kilómetros de carriles exclusivos serán 26, lo que posibilitará a los más de 70 mil usuarios habituales del servicio reducir el tiempo de viaje un 40%.